Enlace Judío México e Israel.- Los científicos del Centro Médico Cedars-Sinai han desarrollado una nueva forma de identificar qué pacientes con cáncer de próstata pueden desarrollar tipos agresivos de la enfermedad, incluso si sus tumores al principio parecen ser de bajo riesgo. Los nuevos hallazgos podrían ayudar a los médicos a recetar tratamientos más efectivos para cada paciente en función de cómo se activan los genes en el tumor.

“Estos resultados plantean la posibilidad de que determinando el perfil de expresión génica del tumor de un paciente, los médicos pueden identificar la agresividad de la enfermedad y comenzar el tratamiento antes” afirma el Dr. Sungyong You, instructor del Departamento de Cirugía de Cedars-Sinai y primer autor del estudio.

Aunque otros estudios han utilizado datos genéticos para identificar los subtipos de cáncer de próstata, este es el primer estudio a gran escala para vincular los resultados clínicos a los subtipos basados en los procesos por los que los genes son activados y desactivados en las células cancerosas. El estudio fue publicado en la revista Cancer Research de la American Association for Cancer Research.

El cáncer de próstata afecta a aproximadamente a 1 de cada 7 hombres durante su vida y es la segunda causa de muerte por cáncer entre los hombres de Estados Unidos, según la American Cancer Society. La mayoría de los tumores crecen lentamente y no presentan una amenaza de vida, pero ciertos tipos de cáncer de próstata pueden diseminarse a otros órganos y ser mortales.

Los hallazgos dividen lo tumores de próstata en tres subtipos basados en vías de activación de genes. Cuando los investigadores compararon estos datos con los resultados clínicos de más de 4.600 muestras de bases de datos médicas, encontraron que estos subtipos fueron asociados con diferentes niveles de progresión de la enfermedad.

Las conclusiones del estudio presentan un reto importante en las normas actuales de tratamiento para el cáncer de próstata: sin saber la biología subyacente de un tumor, los médicos no pueden predecir confiablemente que sus pacientes desarrollarán formas agresivas de la enfermedad.

“Aproximadamente el 60% de los pacientes de cáncer de próstata que tratamos no evolucionarán a cáncer agresivo. El problema era que no teníamos manera de saber si pertenecían a ese 60%” dijo Michael Freeman, PhD, director de investigación terapéutica en el Departamento de Ciencias Biomédicasde Cáncer y Biología de Cedars-Sinai e investigador principal del estudio. “Esperamos que nuestros resultados ayuden a los médicos poder ofrecer tratamientos efectivos a un mayor número de pacientes.

La nueva investigación podría conducir a un cambio en la forma en que se toman las decisiones de tratamiento para los pacientes de cáncer de próstata. Actualmente, los médicos dependen en gran medida de la escala de Gleason. El grado de Gleason alinea las células de cáncer, por biopsias quirúrgicas del tumor, del 2 al 10 basado en cómo las células cancerosas se asemejan a las células normales de próstata. Cuanto menor sea el grado, menor el riesgo del cáncer.

Pero la investigación de Cedars-Sinai sugiere que algunos pacientes de cáncer de próstata no pueden recibir los tratamientos necesarios de manera oportuna. Otros pueden recibir tratamientos innecesarios, con efectos secundarios significativos. Entre las terapias comúnmente prescritas son la radiación, terapia hormonal y la extirpación quirúrgica de la próstata.

En la actualidad, pacientes con tumores de bajo grado no reciben ningún tratamiento y en su lugar son estrechamente monitoreados, bajo una estrategia conocida como vigilancia activa. El nuevo estudio indica que la vigilancia activa puede no ser suficiente para algunos de estos pacientes.

El estudio demostró que uno de los tres subtipos de cáncer de próstata que identificaron los investigadores, al que llamaron PCS1, era muy agresivo. En los pacientes que estudiaban, este subtipo demostró una alta probabilidad de desarrollarse presentando pobres resultados clínicos, incluyendo defunciones. Los pacientes experimentaron resultados deficientes incluso cuando los tumores habían tenido grados bajos en la escala de Gleason. Los dos otros subtipos, PCS2 y PCS3, progresaban más lentamente.

Una ventaja adicional a la nueva subclasificación es que puede realizarse en las células tumorales circulantes en la sangre. Este hallazgo tiene el potencial para mejorar el control en tiempo real de la evolución del tumor durante el tratamiento.

 

 

 

Fuente:el news semanal