Enlace Judío México e Israel- Así lo informó ayer el amigo de Enlace Judío, George Chaya, en el diario argentino Infobae: a partir del 9 de octubre, Abdur Razzaq, Secretario General Adjunto del grupo islamista violento de Asia del Sur, Yamaat-el-Islami, visitará EE.UU. y luego México, Venezuela, Bolivia y otros dos países de Latinoamérica. 

Del 9 al 12 de octubre, se reunirá  con legisladores del partido Demócrata, con miembros del Comité de la Cámara de Representantes y con analistas de varios think tanks norteamericanos cercanos a Hillary Clinton y al ex presidente Barack Hussein Obama.

Luego, a partir del día 14 y hasta el 29 del mismo mes, Razzaq y su comitiva cumplirá una agenda planificada en la que visitaría México, Venezuela, Bolivia y otros dos países de Latinoamérica que aún no han confirmado la visita del líder islámico, trascendidos indican que podría tratarse de Ecuador y Uruguay.

Yamaat-el-Islami fue fundada en Lahore, India británica, en 1941, con el objetivo de galvanizar a los musulmanes del subcontinente indio, desempeñando así un rol político en la partición que creó una Pakistán islámica.

El Director de Relaciones Internacionales del Centro Simon Wiesenthal y su Representante para América Latina, Dr. Ariel Gelblung, compartieron con el Secretario General de la Organización de los 35 Estados Americanos miembros (OEA) Secretario General, Luis Almagro, estos  inquietantes sucesos.

El Centro Simon Wiesenthal explicó : “Menos conocido es su éxito misionero en los Estados Unidos y América Latina, particularmente en la recaudación de fondos para destinar a objetivos militares en Afganistán, Libia y atrocidades en Bangladesh … Yamaat está vinculado al ICNA (Círculo islámico de América del Norte) que, en 2015, recaudó 40 millones de dólares para mezquitas … ”

El ex presidente de ICNA, Mohsen Ansari, y un líder activo de Yamaat, recientemente elogió su trabajo, “a pesar de los esfuerzos de los medios antiislámicos dirigidos por judíos”, afirmó

“Aquellos que reciben este grupo probablemente desconocen el rol de sus invitados en financiar, inculcar, armar y glorificar el terrorismo. Esta visita socava los nuevos enfoques para enfrentar el terrorismo en la región, como la detención de un líder de Hezbollah la semana pasada en la región de la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay “, argumentó Samuels.

“Esta nueva ola de antiterrorismo también fue expresada por el presidente argentino Macri, quien -desde el podio de las Naciones Unidas- pidió a Irán cooperar para juzgar a los planificadores de los atentados contra la Embajada de Israel y la  AMIA en Buenos Aires, de los cuales Teherán es responsable “, agregó Gelblung.

YAMAAT EL ISLAMI

  Miembros de Yamaat-e-Islami linchando un policía en Bangladesh

Yamaat-el-Islami estableció filiales prácticamente en países de todo el mundo, incluyendo una importante red en los EE.UU., pero también han estado practicando activamente Daawa (“predicación y proselitismo” frecuentemente utilizado por salafistas) desde la década del 2000 en Venezuela, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y zonas del sur de la República Argentina.

El Yamaat el-Islami saltó a la fama en 1971, después de que sus operativos participaron en el asesinato de cientos de miles de ciudadanos de Bangladesh que luchaban por liberarse del gobierno pakistaní. Según los informes, tres millones de personas murieron en esa catastrófica guerra y millones huyeron a la vecina India como refugiados.

En décadas posteriores a la guerra de 1971, el YI ha cometido actos violentos en todo el sur de AsiaActualmente, su filial de Bangladesh está estrechamente involucrada con el terrorismo islamista en Afganistán, Libia y la India. Los líderes de YI expresaron abiertamente su apoyo y operaron en conjunto con los terroristas talibanes, y en su momento, lloraron la muerte del Mullah Omar. Por otra parte, en 2017, el gobierno de EE.UU. designó al Hezb-al-Muyahiden (partido de los combatientes), su “ala militar” en Cachemira, como grupo yihadista y organización terrorista.

Durante la última década, aunque ya ancianos, un tribunal de crímenes de guerra ha juzgado a varios de sus operativos y líderes detenidos en los años 80 y 90 por los crímenes de 1971, y por su papel en el genocidio que incluyó el establecimiento y liderazgo de escuadrones de la muerte para asesinar a hombres, mujeres y niños. Algunos de los condenados fueron ejecutados en la horca no hace mucho tiempo. El principal abogado defensor de esos criminales de guerra no fue otro que Abdur Razzaq.

En EE.UU, los operativos de YI tienen sus propias instituciones que se presentan como cuerpos representativos de los musulmanes estadounidenses. Estas instituciones y sus funcionarios han servido como partidarios de YI en Libia, Pakistán y Bangladesh, han ayudado a coordinar las protestas contra el Tribunal de crímenes de guerra en Bangladesh y han organizado actividades de relaciones públicas en D.C. durante la administración del ex presidente Obama.

De hecho, uno de los criminales de guerra del YI juzgado in absentia en Bangladesh, Ashrafuzzaman Khan, huyó a los EE. UU. y ayudó a establecer y dirigir una de estas organizaciones musulmanas estadounidenses denominada Centro Islámico de América del Norte (ICNA por sus siglas en ingles). Los testimonios y pruebas demostraron que Khan fue “uno de los principales verdugos” de un escuadrón de la muerte llamado Al-Badr, el grupo mas violento y temido del YI. El tribunal de crímenes de guerra concluyó que Al-Badr había llevado a cabo el secuestro y asesinato de 18 intelectuales de Bangladesh. El Fiscal General M.K. Rahman, después del veredicto de culpabilidad contra Khan al final del juicio, dijo: “Esos criminales mataron a los mejores profesores, periodistas y médicos de la nación”.

ICNA no oculta su afiliación al YI, y se identifica abiertamente como su aliado dentro de los círculos islamistas. Los programas educativos de ICNA fueron elaborados por ideólogos de línea dura del YI. Los libros que utilizan fueron escritos por el clérigo fundador del grupo, Abul Maududi, y son promocionados en el sitio web de la división juvenil de ICNA (Young Muslims). De hecho, uno de sus líderes, Yussuf Islahi, que dirige la filial India del YI, ha sido orador en las convenciones de ICNA y es uno de los principales patrocinadores del proyecto de proselitismo en Latinoamérica, Islahi ha viajado a la región en varias oportunidades y es el mentor de los jóvenes predicadores del Daawa que han visitado Santiago -Chile-, Neuquén -Argentina- y Chuy -Uruguay-. Yussuf Islahi es conocido internacionalmente por su teoría de culpar a los judíos por los ataques del 11 de septiembre sobre las Torres Gemelas.

A su vez, ICNA, opera una fundación de caridad a nivel internacional llamada Falah-e-Insaniat (Ayuda a los enfermos y necesitados) que recaudó 40 millones de dólares estadounidenses dentro de los EE.UU., en América Central y América del Sur durante el año 2015. Con parte de ese dinero organizó una mega conferencia islámica en diciembre pasado en Pakistán, donde por sus posiciones y actividades islamistas fue designada como organización terrorista por el Departamento de Estado, ello debido a su función como ala benéfica de la red terrorista pakistaní Lashkar-e-Taiba, que ayudó a planear los ataques de Mumbai en 2008.

El dirigente de la fundación, Mohsen Ansari (también ex-presidente de ICNA), se identifica abiertamente como miembro del YI, y se refiere a los asesinos condenados de 1971 como “héroes” a quienes “la nación islámica recordará durante siglos”, ademas de elogiar a los dirigentes islamistas que se imponen en los países musulmanes a pesar de los esfuerzos de “medios anti-islámicos dirigidos por judíos”.

Los lazos de terror han perseguido a los grupos de ICNA estadounidenses por años. Una de las dos mujeres acusadas formalmente por su participación en un complot para colocar una bomba en Nueva York a nombre del Estado Islámico en el año 2015, vivía en un refugio administrado por el ICNA y apareció en el vídeo de los mártires publicitado por ICNA, y más recientemente el FBI reveló que Ansari había sido interrogado en 2015 como sospechoso de financiar el terrorismo en Pakistán a través de la compra y venta de insumos médicos en los EE.UU., Paraguay y México.

A partir de 9 de octubre, estas personas tratarán de convencer a políticos estadounidenses y latinoamericanos que Yamaat-e-Islami es una organización pacífica. Seguramente, su delegación evitará cuidadosamente mencionar su extenso historial de violencia y vínculos con el terrorismo. El problema es que muy posiblemente los políticos latinoamericanos e incluso los estadounidenses no conozcan a la delegación que los visitara ni a Mir Masum Ali, quien es miembro de la Ummah musulmana de América del Norte (MUNA por sus siglas en ingles) para el Yamaat-el-Islami.

En 2010, MUNA organizó un evento, en el que Muhammad Kamaruzzaman, el entonces secretario general asistente de Yamaat-e-Islami, fue el invitado de honor. En 2013, el tribunal de crímenes de guerra sentenció a muerte a Kamaruzzaman por su papel en el asesinato de 120 granjeros desarmados.

El Yamaat-e-Islami es un movimiento extremista salafista aliado a los residuales del Talibán, de Al-Qaeda y últimamente al ISIS. Nunca ha logrado un éxito electoral significativo en el mundo islámico. En Latinoamérica no es conocido y EE.UU., una encuesta de Gallup de 2013, reveló que sólo un 4% de los musulmanes estadounidenses sentía que representaba sus intereses.

La delegación que visitará EE.UU. y varios países de América Latina en el mes de octubre apoya y ha participado de hechos de extrema violencia durante décadas. Los políticos, legisladores y analistas de los países que planifican visitar no deberían recibir a esta clase de visitantes, contrariamente a ello, no tendrían que permitir su ingreso, deberían investigarlos y colocarlos en listas de personas que colaboran o pertenecen a organizaciones terroristas.