Enlace Judío México e Israel.- Divisas en desplome, inflación al alza, inversionistas nerviosos: el pánico se apodera de nuevo de las economías en desarrollo del mundo.

MATT PHILLIPS

Esta condición cada vez peor contrasta marcadamente con Estados Unidos, donde continúa un mercado alcista en medio de boyantes condiciones económicas.

Sin embargo, economías tan variadas como las de Argentina, Turquía y Rusia enfrentan una vorágine. He aquí los problemas clave de cada una:

ARGENTINA: el País pasó gran parte de los últimos 20 años fuera de los mercados globales a raíz de su crisis del 2001.

Pero la elección del Presidente Mauricio Macri, en el 2015, fue un punto de inflexión. Él se enfocó en hacer que el País volviera a congraciarse con los inversionistas internacionales al eliminar restricciones sobre el flujo de capital que entraba y salía de la Nación y en llegar a acuerdos con acreedores a los que aún se les debía dinero desde el colapso del 2001.

Argentina pudo recuperar el acceso al mercado de bonos en abril del 2016, cuando reunió 16.5 mil millones de dólares de inversionistas internacionales. Una vez que lo hizo, Argentina tentó a inversionistas globales con altos rendimientos de bonos y promesas de controlar poco a poco los problemas de gasto del País.

La luna de miel de Argentina con los inversionistas globales terminó este año. El Gobierno mostró poco progreso en controlar los déficits. El Banco Central redujo las tasas de interés aun cuando la inflación crecía rápidamente, lo que fue tomado como una señal de la falta de una intención seria de mantener al Peso sobre una base firme.

En vista de la historia de Argentina, los inversionistas no estaban dispuestos a esperar para averiguarlo.

El Peso ha caído más del 50 por ciento frente al dólar este año. Ha seguido a la baja aun después de que el Banco Central elevó las tasas de interés al impresionante 60 por ciento y el Fondo Monetario Internacional aprobó una línea de crédito de 50 mil millones de dólares en junio.

TURQUÍA: la economía turca gozó de una excelente racha durante gran parte de la última década. El crecimiento ha promediado casi 6.8 por ciento desde el 2010, superando al 3.9 por ciento de la economía mundial y a otros mercados emergentes, de acuerdo con datos del FMI.

Pero gran parte de ese dinamismo económico dependió de una burbuja alimentada por deudas. Las compañías turcas han acaparado los bonos, muchos de ellos denominados en dólares y euros. El Gobierno del Presidente Recep Tayyip Erdogan también ha gastado, al subsidiar grandes proyectos.

Todo ese dinero que se debe en otras divisas vuelve problemático el colapso de la lira turca.

Ahora, con la lira un 40 por ciento abajo frente al dólar, las compañías que ganan en liras, pero tienen que pagar deudas en dólares, están batallando. Muchos economistas ahora creen que Turquía pronto caerá en recesión.

RUSIA: los problemas de Rusia con los mercados globales son bastante singulares. Desde enero del 2017, la Administración Trump en gran medida ha continuado la política de la Administración Obama de imponer sanciones a individuos con lazos con ese País.

El rublo cayó 18 por ciento este año. Una moneda débil vuelve más caras las importaciones. La inflación rusa, aunque baja, ha subido, y las tasas de interés están al alza, todo ello un posible lastre para el crecimiento.

El Gobierno planea elevar su gasto en un esfuerzo por mantener a la economía en marcha. El nivel de deuda relativamente bajo de Rusia -la deuda del Gobierno es de menos del 20 por ciento del PIB- le brinda mucho margen para gastar más en carreteras y bienestar social, siempre y cuando pueda sacar el dinero de otra parte. Pero como los inversionistas internacionales están recelosos de Rusia, ha tenido que depender de reestructurar el gasto doméstico. Encontrar ese dinero podría significar tomar decisiones poco populares, como elevar la edad de jubilación.

¿QUÉ SUCEDE DESPUÉS?

Es posible que otros países se conviertan en el siguiente punto de enfoque para inversionistas nerviosos. Pero no es sencillo predecir con exactitud a dónde se extenderán las cosas. Los inversionistas ya ven con recelo a los países que deben mucho dinero en divisas extranjeras. Pero ésa es sólo parte de la historia. Si los inversionistas creen que un país seguirá pagando a sus tenedores de bonos en una divisa que retiene su valor, es probable que toleren incluso los niveles de deuda menos agraciados. Si esa confianza empieza a perderse, cuidado con la caída.

¿Quién Sigue?

Deuda que debe liquidarse en monedas extranjeras

Deuda familiar, corporativa y gubernamental como porción del PIB. No incluye deudas del sector financiero.

Turquía 70%
Hungría 64
Argentina 54
Polonia 51
Chile 50
Corea del Sur 41
Israel 39
Malasia 35
República Checa 33
Colombia 32
Sudáfrica 30
México 29
Brasil 27
Rusia 25
Indonesia 24
Arabia S. 21
Tailandia 20
India 15
China 14

 

 

 

Por: The New York Times 

Fuente: Instituto de Finanzas Internacionales