Enlace Judío México. El gobierno francés anunció, coincidiendo con los primeros movimientos de Mahjoubi, secretario francés para las Nuevas Tecnología, su intención de aprobar una ley contra el odio, similar a la que ya existe en Alemania. Se pedirá a las plataformas que eliminen el contenido racista, antisemita y homofóbico que fomente la discriminación en un plazo de 24 horas. Para las plataformas no conformes se prevén multas de 37,5 millones; 7,5 millones para los ciudadanos. El secretario digital expuso que hubiera sido mejor actuar conforme a un acuerdo europeo que no ha sido posible.

La lista de arrepentidos de las redes sociales es larga. Mahjoubi no es el único. El líder de La France Insoumise, Jean-Luc Mélenchon, hasta ahora muy activo en internet, también se ha apuntado a la dieta digital. La violencia en la red no cesa. Mahjoubi, precisamente, es una víctima del odio homófobo desde el momento en que apareció junto a su novio en las páginas de “Paris Match”. Sobre este particular hizo un comentario tan gracioso como ilustrativo: “Si Twitter fuera un autobús, subirías e inmediatamente encontrarías a un pasajero que dice: ‘¡Vaya mierda, huye!’. Un tercero te enviaría a tu país de origen. Alguien caminaría sobre tus propios pies, otro te empujaría”.

La redes sociales no ofrecen lo que se dice un espectáculo edificante. Incluso estar pendientes de su eco resulta a veces tormentoso para quienes no nos hemos subido jamás al autobús aun arriesgándonos a perder algo. ¿De verdad nos lo estamos perdiendo?

Fuente: Faro de Vigo