Enlace Judío México e Israel- El 9 de octubre 2018, en el Colegio Hebreo Monte Sinaí, el Dr. Claudio X. González Guajardo, co-fundador y presidente de Mexicanos Primero A.C., impartió la conferencia “México no está condenado a ser un país corrupto”.

Ante un nutrido auditorio, González Guajardo exhortó a la comunidad judía a unirse a su iniciativa “Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad”. Afirmó: “México no puede esperar, la batalla es de todos; no nos dejen solos”.

La leve condena de Javier Duarte, los fraudes de Guillermo Padrés, los nexos criminales de Humberto Moreira, las propiedades millonarias de Roberto Borge… La lista de gobernadores y políticos mexicanos señalados por corrupción se ha hecho interminable.

México pierde hasta un 10% del PIB cada año por abusos de poder; es el país con la peor percepción de corrupción de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos.

Con el 97% de probabilidad de que no haya consecuencias contra los delincuentes, el cálculo racional es delinquir una y otra vez, y que la víctima no acuda a las autoridades y replique las conductas del resto.

Además, comentó, el mayor costo social es la afectación de los grupos más vulnerables, se dice que a los hogares más pobres les cuesta el 33% de su ingreso.

Frente a este complejo panorama, el Dr. Claudio X. González habló de la iniciativa Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, cuya misión es contribuir de manera decisiva desde la ciudadanía a combatir estos males y establecer en México un Estado de derecho como herramienta fundamental para el fortalecimiento democrático y la construcción de un país más justo y próspero.

“Esto lo hacemos porque creemos que: 1) México no está condenado a ser un país corrupto. 2) Es un fenómeno que atraviesa sectores, actividades y clases sociales; el problema somos todos y la solución somos todos. 3) La corrupción es toda acción que se aparta de lo que marcan las leyes y reglamentos a cambio de una recompensa o beneficio indebido. 4) Los actos de corrupción son evitables y las redes desmontables a través de legislación, establecimiento de una política de Estado, la voluntad y liderazgo políticos. 5) El combate a la corrupción requiere de la participación de la sociedad organizada y de ciudadanos empoderados”, explicó el doctor en Derecho y Relaciones Internacionales.

Con esta profunda convicción compartió que se trabaja en cinco armas fundamentales:

  • Investigación aplicada (conocimiento riguroso del fenómeno)
  • Investigación periodística (unidad de investigación ciudadana)
  • Litigios estratégicos (acciones colectivas, utilización de herramientas legales)
  • Comunicación (unión, mayor información y fomento de la cultura de la denuncia)
  • Movilización social (establecimiento de acuerdos con la academia, los sectores público y privado, así como la sociedad civil).