Enlace Judío México e Israel- El 26 de septiembre, el Dr Daniel Fainstein, decano de Estudios Judaicos de la Universidad Hebraica, impartió la conferencia “Religión y Estado en Israel: Más allá del “Status Quo”.

Algunas ideas del profesor Fainstein:

-Las divisiones internas de la sociedad israelí, particularmente entre religiosos y laicos, son más peligrosas que la amenaza nuclear de Iraq” opinó recientemente Ami Ayalon, ex jefe del Shin Bet, Servicio General de Seguridad.

El tema de la división que existe en Israel entre los grupos árabes y judíos israelíes, y entre grupos religiosos y no religiosos, es un problema grave.

-La relación Iglesia- Estado, siempre ha sido un tema delicado, particularmente desde la modernidad. Con los grandes cambios de la secularización se tuvo que reordenar los poderes y potestades que tenían las iglesias en el nuevo marco del Estado. Por ejemplo, en la Revolución Francesa se le quitó a la iglesia dos temas ancestrales y centrales: el registro civil y el control de la educación.

Con esta disolución, los registros de nacimientos, divorcios, casamientos, los maneja el Estado. En muchos países estas guerras culturales o Kultukampf, pasaron a conflictos armados con cientos de miles de muertos. En México,  las guerras cristeras tuvieron un costo enorme en vidas humanas.

Sin duda los procesos de diferenciación funcional entre el Estado, el mercado, las instituciones educativas y las iglesias, así como los arreglos de la laicidad generaron y siguen generando tensiones en diferentes países.

-El año 1754 marca el comienzo de esta pugna cultural y religiosa en el judaísmo moderno.

En ese año un joven estudioso Naftalí Herz Wesely, miembro del grupo de discípulos de M. Mendelssohn, publicó un pequeño panfleto en hebreo llamado Divrei Shalom Veemet,(Palabras de paz y verdad) donde propone un cambio moderado en la forma de organizar la educación judía tradicional, a la luz de las nuevas  leyes de tolerancia del Imperio Austro-húngaro. La educación religiosa judía se debe complementar con matemáticas, geografía, idiomas, lo que generó una reacción muy dura de algunos rabinos importantes y hasta su excomunión.

-Para muchos rabinos era impensable que alguien que no era rabino (aunque era un judío observante y estudioso) se atreviera a opinar sobre religión judía.

Aquí comienza el Kulturkampf entre la élite rabínica tradicional, que quería seguir controlando los aspectos ideológicos-religiosos y culturales de las comunidades y los nuevos grupos de maskilim (judíos iluministas) o intelectuales judíos que piensan que tienen lo que decir sobre estos temas. Fue una lucha de poder y de diferentes visiones sobre el mundo judío, que continua hasta nuestros días.

Esta tensión se vuelve activar en el choque de los mismos sectores tradicionales contra el Sionismo. Para ciertos sectores rabínicos era un moviendo hereje, ya que quería “acelerar la redención” por medio de acciones humanas.

-Según un texto talmúdico los judíos se comprometieron a “no hacer aliá masivamente y a no rebelarse contra las naciones” y a cambio de eso “D-os no permitiría que sufran un gran castigo”. Para esos rabinos, los sionistas violaron las promesas y ahora están sujetos a la furia de las naciones.

-El sionismo es un movimiento que asumió un claro contenido y espíritu moderno: el ser humano es un agente activo, es creador de su propia historia y esto no se logra con rezar solamente; una persona tiene que actuar, poner “manos a la obra” en el marco de la historia, no solo rezar La pasividad no es la receta para el éxito en asuntos terrenales. Lo cual generó la oposición de los sectores ultra-ortodoxos, según los cuales “la Providencia Divina debe actuar”.

-Este choque se reflejó en la tierra de Israel en el choque entre el Yshuv Haiashan (el  viejo asentamento) y el Yshuv Hajadash (el  de los nuevos inmigrantes sionistas).Los judíos que habitaban dentro del Imperio Otomano hasta 1881 eran tradicionalistas, querían estudiar y vivir cerca de lugares sagrados, como Jerusalén, Hebrón, Tiberíades y aceptaban el status quo de ser súbditos tolerados del imperio otomano. Los nuevos inmigrantes eran menos observantes y tradicionalistas, traían una agenda diferente de “construir y reconstruirse” creando un nuevo tipo de judíos, de judaísmo y de asentamientos.