Enlace Judío México e Israel.- Ayelet Shaked, la actual ministra de Justicia, es la estrella política en ascenso de Israel. Descrita como fría y calculadora, muchos la ven como la próxima primera ministra del país. Una inesperada rival para Benjamín Netanyahu.

NATASHA PENTIN

Durante los últimos diez años, el actual primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha permanecido incólume en su cargo. A pesar de que se aproxima el año electoral, permanece tranquilo en su oficina, pues hasta ahora nadie parecía hacerle sombra. Sin embargo, los escándalos de corrupción comienzan a rondarlo peligrosamente y muchos analistas anticipan que aunque es muy probable que aún se mantenga en el cargo algunos años más, una mujer comienza a perfilarse como su sucesora. Su nombre suena con más fuerza en los corrillos políticos: Ayelet Shaked, la ministra de Justicia.

Esta mujer, de 42 años, fue nombrada por Netanyahu ministra de Justicia en 2015 y desde entonces se convirtió en la estrella política en ascenso en Israel. Algunas personas la admiran profundamente, mientras que otras la ven como una amenaza para la democracia. “Sin embargo, sus detractores más feroces admiten que en la actualidad ella es la jugadora más efectiva en la política de Israel y es la candidata más probable a convertirse en la próxima primera ministra”, señala la revista The Atlantic.

Sus críticos hablan de su buena apariencia, pero resaltan también su desempeño serio. La describen como una mujer calculadora y fría, combinación que le dio el apodo de “la Princesa de Hielo”.

En una entrevista con Jerusalem Post, el pasado 18 de julio, Shaked insinuó que se postularía para primera ministra en el futuro. Roni Bar-On, exministro del Gobierno señaló: “La gente teme lo que su partido representa, sin embargo, se calma cuando la ve”. Shaked, del partido Hogar Judío, defensor de los intereses de los más de 500.000 colonos judíos asentados en Cisjordania, encarna una de las ramas más radicales del Ejecutivo.

Creció en Tel Aviv, el bastión liberal de Israel, sin embargo, su ideología es de la derecha dura, que se opone a la evacuación de los asentamientos israelíes en Cisjordania. Cree que los Acuerdos de Oslo y un Estado palestino serían una catástrofe para Israel y considera que la prensa y las cortes en Israel representan solo los valores de la izquierda, algo que trataría cambiar.

Shaked lo confirma: “Desde una edad temprana tuve opiniones de la derecha y durante mi servicio en el ejército comencé con el sionismo religioso”.

Después de terminar su servicio militar, estudió ingeniería electrónica y ciencias informáticas. Entonces durante cinco años trabajó para el gigante industrial Texas Instruments. Poco después, se casó con Ofir Shaked, expiloto de combate de la Fuerza Aérea de Israel. Tienen dos niños: Shira y Ori.

En 2006, Shaked cambió la ingeniería por su ideología y forjó una relación cercana con Benjamín Netanyahu. Se convirtió en la gerente de su oficina y trabajó con él hasta 2008. Durante este período, Shaked reclutó a Naftali Bennett (hoy líder del partido la Casa Judía) para trabajar como el jefe de personal para Netanyahu. Se quedaron juntos en la oficina de Netanyahu durante dos años antes de que su esposa, Sara Netanyahu, con la que tenían una mala relación, los expulsara. Bennett y Shaked tuvieron que encontrar un nuevo hogar político fuera del partido de centro-derecha, Likud.

En abril de 2011, Shaked fundó con Bennett “My Israel”, un movimiento de la derecha en línea para actividades sionistas, del cual estuvo encargada hasta mayo de 2012. Y es que “la Princesa de Hielo” es muy activa en redes sociales y debates de televisión. De hecho una declaración subida en Facebook hace años la puso en el ojo del huracán: “Las madres de los mártires (combatientes palestinos muertos), que los envían al infierno con flores y besos, deben seguir los pasos de sus hijos”. Las críticas desde el extranjero no se hicieron esperar.

Antes de ser el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan (entonces ministro) la comparó con Hitler.

“Ella integra una imagen política de modernidad junto a un discurso ultraconservador”, decía el diario El País. Aunque ella representa un partido religioso, se identifica como una política laica, la única mujer secular en su partido, Casa Judía.

Desde 2013 se ha desempeñado como miembro de la Knéset. En 2015, en las elecciones para su partido, tomó el primer puesto y se aseguró la tercera silla en el partido en la próxima Knéset.

En las elecciones más recientes, marzo de 2015, con Bennett como líder de la Casa Judía, el partido solo recibió 7 % de los votos. Sin embargo, Shaked y Bennett se convirtieron en el principal obstáculo que impedía la coalición de Gobierno. Al final, Netanyahu tuvo que darles el Ministerio de Educación a Bennett y la cartera de Justicia a Shaked.

La estación de radio FM 101.5 entrevistó a Shaked y le preguntó sobre los homosexuales dentro de  su partido. Respondió que un miembro de la comunidad homosexual podría presentarse a una posición dentro de su partido. “Cualquier persona que crea en los valores del partido sería bienvenida, aunque su preferencia sexual sea diferente”, explicó.

Sin embargo, su liderazgo se ve como una amenaza. Uzi Baram, ex miembro del Partido Laborista Israelí, publicó en el periódico Haaretz un artículo en el que afirmó que el suyo era “el ministerio más peligroso” y ella, “una provocación andante”. Baram reclamó que Shaked hace todo lo posible para debilitar la democracia de Israel.

Sin embargo, nadie puede negar los hechos: una encuesta publicada en el periódico israelí Maariv reveló que si Shaked fuera encargada del partido Likud, gestionado por Netanyahu, este ganaría el mismo número de sillas en la Knéset, 33 de 120, que ganaría bajo del liderazgo de Netanyahu.

Así sería la segunda mujer en liderar el Gobierno de Israel. Golda Meir se desempeñó como primera ministra de 1969 a 1974.

El periódico Haaretz dice que “Shaked puede ser la política israelí más exitosa desde Meir”.

 

 

 

Fuente:elespectador.com