Enlace Judío México e Israel – El presidente de EE.UU., Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, se presentaron ante el vestíbulo de una sinagoga de Pittsburgh el martes para encender velas para las 11 víctimas mortales en el peor caso de violencia antisemita en la historia del país.

Fuera de la sinagoga Tree of Life, el matrimonio Trump puso rocas, una tradición fúnebre judía, en los simbólicos marcadores con una Estrella de David para cada víctima, y colocó pequeñas rosas blancas a pocos pasos de donde Robert Bowers abrió fuego durante los servicios del sábado.

Cuando el Air Force One aterrizó en el aeropuerto a las afueras de Pittsburgh, los Trump no fueron recibidos por la muchedumbre habitual de funcionarios locales que generalmente reciben a un presidente visitante, un reflejo de la controversia que rodea la visita.

La Casa Blanca dijo que Trump iba a “expresar el apoyo del pueblo estadounidense y a compartir el duelo con la comunidad de Pittsburgh”. Pero los líderes locales y religiosos estaban divididos sobre si Trump debería estar allí.

El alcalde de Pittsburgh, Bill Peduto, del Partido Demócrata, dijo a los reporteros antes de que se anunciara la visita, que la Casa Blanca debería consultar con las familias de las víctimas sobre sus preferencias y pidió que el presidente no viniera durante un funeral. Ni él ni el gobernador demócrata Tom Wolf planearon aparecer con Trump.

Bajando del avión, Trump fue seguido por su hija Ivanka Trump y su yerno, Jared Kushner, quienes son judíos, y miembros del personal de la primera dama portando flores blancas. El embajador israelí en EE.UU., Ron Dermer también acompañó a Trump.

Mientras su caravana recorría el centro de Pittsburgh, algunos espectadores saludaron al presidente con los dedos medios levantados y otros con los pulgares hacia abajo, de acuerdo a la agencia AP.

En una manifestación patrocinada por la organización progresista judía Bend the Arc, los manifestantes marcharon en el corazón de los barrios judíos de la ciudad con pancartas y entonando salmos en voz.

Cuando la caravana de Trump pasó ante la multitud, cientos de personas corearon “¡Dénle la espalda!” y se dieron la vuelta.

Trump viajó al centro histórico de la comunidad judía de la ciudad después de que se celebraron los primeros funerales para las víctimas hoy, cuyo rango de edad osciló entre 54 y 97 años.

Poco después visitó a algunos heridos en el hospital local. Se espera que se reúna con socorristas y los líderes de la comunidad. No estaba claro de inmediato si Trump se reuniría con algún miembro de la familia.

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