Enlace Judío México e Israel.- El “Hatikva” suena en Abu Dhabi, Netanyahu visita Oman, y la “paz fría” con Egipto se vuelve más cálida.

JOSHUA S. BLOCK

El Medio Oriente está cambiando. El 28 de octubre la ministra de cultura y deportes de Israel, Miri Regev, visitó la Gran Mezquita Jeque Zayed en Abu Dhabi. Ella estaba en los Emiratos Árabes Unidos para el Gran Campeonato de la Federación Internacional de Judo, donde a los atletas israelíes se les permitió competir bajo su bandera por primera vez. El equipo israelí se llevó el oro, y su himno nacional, “Hatikva,” fue tocado en un país que no reconoce formalmente a Israel.

Aunque Israel y los estados árabes del Golfo han tenido hace tiempo vínculos diplomáticos clandestinos, recientes gestos públicos de normalización han llevado la relación a un nuevo nivel. Horas antes de que Regev arribara a Abu Dhabi, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu retornó de una visita histórica a Omán, donde se reunió con el Sultán Sayyid Qaboos bin Said al Said.

El mismo fin de semana, Yousuf bin Alawi bin Abdullah, ministro del exterior de Omán, dijo a un foro de seguridad en Bahrein: “Israel es un estado presente en la región, y todos nosotros entendemos esto. El mundo está al tanto de esto, y tal vez sea hora de que Israel sea tratado igual que otros estados y tenga también las mismas obligaciones.” Él agregó: “Nuestra prioridad es poner un fin al conflicto y movernos a un nuevo mundo.” Los ministros del exterior de Bahrein y Arabia Saudita, Khalid bin Ahmed al-Khalifa y Adel al-Jubeir respectivamente, también llamaron al acercamiento con Israel.

La lista sigue. El príncipe de la corona saudí, Mohammed bin Salman, dijo al Atlantic en marzo: “Creo que los palestinos y los israelíes tienen el derecho a tener su propia tierra.” En las reuniones aparte de la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre, el Presidente Abdel Fattah el-Sisi, de Egipto, tuvo una reunión amistosa con Netanyahu.

Israel y Egipto han tenido relaciones diplomáticas desde 1979, pero eso ha sido descrito a menudo como una “paz fría.” Netanyahu, en su discurso ante la Asamblea General, dijo que Israel y el mundo árabe están “más cercanos que nunca antes, en una intimidad y amistad que no he visto en mi vida y habría sido inimaginable hace algunos años.”

Semanas más tarde, el embajador emiratí ante Washington, Yousef al-Otaiba, compartió una mesa con su homólogo israelí, Ron Dermer, en un evento público pro-Israel. Y luego de la visita de Netanyahu a Omán, surgió que el Ministro de Transporte, Yisrael Katz, había sido invitado por el sultanato para participar en el próximo Congreso Mundial de la Unión Internacional de Transporte en Carreteras para discutir planes para un ferrocarril que vincule Israel con el Golfo Pérsico.

La alianza creciente entre Israel y el mundo árabe suní es impulsada en parte por la economía. El espíritu emprendedor de Israel beneficia a todas las naciones en la región. Pero una preocupación aún más urgente es la amenaza común de Irán. Las ambiciones hegemónicas de Teherán se están sintiendo desde los campos de batalla de Siria al Golfo de Adén. En mayo, Bahrein respaldó el derecho de Israel a defenderse contra la agresión iraní.

“No estamos diciendo que el camino ahora es fácil y está pavimentado con flores,” dijo la semana pasada el ministro del exterior de Omán. Pero la aproximación entre Israel y el mundo árabe cambiará la región para bien.

 

 

*Joshua S. Block es CEO de Israel Project.

 

 

Fuente: The Wall Street Journal
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México