Enlace Judío México e Israel- El 10 de marzo de 2019 se llevará a cabo el Magno Concierto “Instrumentos de la Esperanza”, en el cual se tocarán diez instrumentos sobrevivientes de la Shoá.

El 29 de octubre tuvimos la oportunidad de entrevistar a los integrantes de la Fundación Instrumentos de la Esperanza.: Dr. Jaime Feldman, Presidente, Miriam Feldman y Vivian Viskin, creadoras.

Enlace Judío: ¿Qué es la Fundación Instrumentos de la Esperanza?

Vivian Viskin: “Instrumentos de la Esperanza es una organización sin fines de lucro que creamos Jaime Feldman, Miriam Feldman, Gaby Milstein y yo. Buscamos rescatar instrumentos relacionados con el Holocausto con varios objetivos.

El primero y más importante sería para honrar y darle voz a las víctimas de la Shoá a través de tocar los instrumentos.

El segundo objetivo es poder utilizar estos instrumentos como un nuevo vehículo de educación para las nuevas generaciones. Ahora que cada día hay menos sobrevivientes pensamos, a través de estos instrumentos poder llegar a los corazones de los jóvenes. Transmitiéndoles todo lo que tiene que ver con la intolerancia, xenofobia, el racismo, todos problemas que nos aquejan hoy-  y poder hacer un cambio. Invitar a todos que podamos vivir en un mundo en el que la tolerancia y el humanismo sea lo que prevalezca. Siendo la música un idioma universal, tan sensible que llega muy profundo a todos los corazones. Esperamos que con la fundación podamos lograr grandes cosas.

EJ: ¿Cómo surgió esta idea?

Miriam Feldman: “A raíz del tercer Festival Lejaim en el que se presentaron ocho violines sobrevivientes del Holocausto. Estos violines pertenecen a una Fundación de los Weinstein, una familia de lauderos de Israel, que reparan violines. En la época de la Segunda Guerra Mundial, recibían violines de los sobrevivientes que llegaban de los campos de concentración.  Estos violines tenían historia. Mi nieta Gaby, quien desde el coro, estaba participando en el Festival nos preguntó: ¿Por qué solo violines?  Si en los campos hubo orquestas, bandas y todo tipo de instrumentos gracias a  los cuales las personas lograron sobrevivir o encontrar un refugio dentro de la música. Así es como surge esta Fundación”.

EJ: ¿Cómo ha sido el trabajo para rescatar los instrumentos?

Jaime Feldman: “ La Fundación cuenta con miembros en el mundo entero cuya labor consiste en buscar instrumentos: se han unido a la Fundación desde  Israel, Holanda, Canadá, Francia Turquía, EE.UU. y Austria. Les ha llegado al corazón nuestra misión.

Hemos conseguido instrumentos, cada uno con su propia historia. Nos está ayudando mucho el Comité de Investigación, dirigido por Alejandro Rubinstein. Nuestro plan es hacer un concierto, al que no le hemos puesto nombre, que se realizará el 10 de marzo de 2019. Estamos pensando en “Regreso a Casa”. Será en la sinagoga de Ramat Shalom para que sea más emblemático.

Tenemos un Comité de Música que ha creado un programa muy interesante. Algunos músicos vendrán de fuera del país,  de Francia, Turquía. En México tenemos músicos de lo mejor. No quiero adelantar. Que sea una sorpresa. Esperemos que vengan y participen”.

EJ: ¿Qué posibilidades existen de encontrar nuevos instrumentos?

MF: “El encontrar los instrumentos en muchos casos ha sido fortuito. De boca en boca o preguntando. Uno de los casos fue cuando Jaime y yo estábamos en Novi Sad, Belgrado. Escuchamos en la sinagoga un coro maravilloso. Al terminar el programa nos acercamos al director del coro. Le platicamos de nuestro proyecto. Y dijo: “No me lo van a creer, pero ayer vino un miembro de la comunidad judía, de noventa y seis años. Su esposa está muy enferma. Quiere vender un piano de la época de la Shoá. No quiere que se quede en algún bar- o fuera de la comunidad”. Así rescatamos el piano de Belgrado que pertenecía a Olga Kovac; quien nos lo vendió fue su hijo, Teodor Kovac, sobreviviente de la Shoá. Hoy en día, este piano está en la fundación”

JF: “Entre los violines que tenemos, uno es de un compañero mío del colegio, Alberto Prum. Nunca supe que su padre era sobreviviente del Holocausto. En un libro que escribieron después de la muerte del padre, se relata cómo poseía dos violines muy caros. Vendió uno de ellos por dos rebanadas de pan. El otro, para poder fugarse del Ghetto de Varsovia con su esposa.

Lo único que sabía hacer era tocar el violín.

Con su esposa, fue a casa de un amigo del cual sabía que tenía instrumentos. Al llegar a su casa, hubo una incursión de  la Gestapo, quien arrestó al amigo.  Se escondieron en la azotea de la casa. Al otro día, bajaron y encontraron dos violines;  los empezó a tocar en la Iglesia de la Santa Cruz, que está frente a la Universidad de Varsovia. Tocaba todos los domingos, se confesaba y comulgaba. Así sobrevivió la Shoá. Cuando me entré le llamé a Alberto y Arturo, sus hermanos.  Me lo dieron y se mandó a restaurar. Es uno de los instrumentos que se tocarán en el concierto”

VV: “Este violín le restauraron los Weinstein. Aprovechamos que estaba uno de ellos, Avshi, en México, y  nos trajo un chelo desde Holanda, otro de los instrumentos que tenemos en la colección. Ha sido una logística muy interesante que se está dando de manera muy fluida, natural y emocionante”.

“Quiero añadir que es muy importante transmitir este mensaje: estos instrumentos, que muchas veces están guardados en la bodega o en los closets, tienen un valor inmenso. Sería una lástima no poder sacarlos a la luz y al alcance de todos. Recordemos que la mejor manera de honrar a nuestros seres queridos es dándoles esta oportunidad de ser escuchados por otros.

Muchas veces, la gente decide que se quiere quedar con el instrumento. “Es algo que me recuerda a mi papá o abuelo”. Pueden hacer eso, pero, además, tocar muchas vidas compartiéndolo. Insistimos, denos la oportunidad de tener ese instrumento en la Fundación. Poder ponerlo a tocar con otros instrumentos. No va a ser algo que quede perdido entre miles de otros objetos. Va a ser algo vivo, apreciado, aplaudido, valorado y sentido por todo aquel que lo pueda escuchar. Los exhortamos a que nos entreguen sus instrumentos para que tengan el lugar que se merecen”.

“Tenemos planeado tener grandes conciertos. Al mismo tiempo conciertos sencillos adónde vamos a prestar instrumentos”.

JF: “Durante el concierto, se sacarán cápsulas audiovisuales sobre la historia de cada uno de los instrumentos.

VV: “Si bien el evento va a ser la culminación de muchos meses de trabajo arduo para poder presentar el proyecto de manera artística, nuestro mayor interés es poder llegar a todas las personas que pudieran ayudarnos a conseguir instrumentos. Estamos en la búsqueda de cualquier instrumento que tenga una buena historia, en el sentido que sea conmovedora, y educativa que permita lograr los objetivos antes mencionados”

La idea de la fundación realmente no es hacer un museo en donde la gente venga a ver los instrumentos. Posteriormente, eso se podrá hacer.

Este proyecto es para el futuro. Aunque nosotros ya no estemos aquí para verlo, que las futuras generaciones sigan esta labor hasta crear una orquesta completa”

MF: “Es por eso que Gaby mi nieta es parte de esta fundación. Para que en un futuro ella encabece a las futuras generaciones de jóvenes. De alguna manera que entiendan los acontecimientos que están surgiendo en el mundo”.

JF: “Hemos estado en contacto con las escuelas ya que uno de los objetivos es educar a las nuevas generaciones. La Fundación va a establecer un premio para los jóvenes que encuentren algún instrumento con historia. Se hará de forma repetida cada año. El proyecto es algo parecido al trabajo de Shorashim (raíces). Es una manera de ampliar la base de búsqueda que tenemos”

MF: “Hace dos semanas estuvo en el Palacio de Bellas Artes la Orquesta Sinfónica Rishon LeTzion de Israel. El chelista, Raz Khon, nos pidió que le prestáramos el chelo de Jacques Hakkert. Antes de comenzar el concierto, el director de la orquesta explicó de dónde venía este chelo. Fue muy conmovedor”.