Enlace Judío México e Israel – El glioblastoma es un cáncer cerebral grave e incurable. Los pacientes que reciben este diagnóstico suelen tener entre 11 y 20 meses de vida. Una de las principales dificultades en el tratamiento de este cáncer es que sus células rápidamente desarrollan una resistencia a la quimioterapia.

DAVID ISRAEL

En el próximo número de Nucleic Acids Research, el Profesor Rotem Karni y su equipo en el Instituto de Investigaciones Médicas Israel-Canadá (IMRIC) comparten resultados prometedores para un nuevo tratamiento con glioblastoma que podría mejorar y extender la vida de los pacientes.

Como parte de su investigación, Karni y el estudiante de doctorado Maxim Mogilevsky diseñaron una molécula que inhibe el crecimiento del tumor glioblastoma regulando las proteínas que produce. El gen MKNK2 produce dos productos de proteínas diferentes a través de un proceso llamado “empalme alternativo de ARN”. Estas proteínas tienen dos funciones opuestas: MNK2a inhibe el crecimiento del cáncer, mientras que MNK2b apoya su crecimiento.

La nueva molécula de Karni cambia el empalme de MKNK2 para que la producción de la proteína estimulante del tumor disminuya, al tiempo que aumenta la producción de la proteína supresora del tumor. Como resultado, los tumores cancerosos disminuyen o mueren por completo.

“Esta molécula no sólo puede matar células tumorales, sino que también ayuda a que las antiguas células resistentes a la quimioterapia a que vuelvan a reaccionar a ella”, explica el profesor Karni.

En su estudio, los tumores de ratones con células tumorales de glioblastoma humano que fueron tratadas con esta nueva molécula disminuyeron o desaparecieron por completo, a diferencia de los del grupo de control que fueron tratados con una molécula inactiva.

“Nuestro trabajo presenta un enfoque novedoso para el tratamiento del glioblastoma. En el futuro, podremos adaptar los tratamientos para pacientes en función de la cantidad de proteínas inhibidoras del cáncer que producen sus tumores”, agregó Karni.

Prof. Rotem Karni y Maxim Mogilevsky en el laboratorio, versión menos formal. Foto: Cortesía de la Universidad Hebrea.

Esta tecnología se ha registrado y patentado en Estados Unidos y Europa a través de Yissum, la compañía de investigación y desarrollo de la Universidad Hebrea. El financiamiento fue obtenido de la Fundación Alemán-Israel, la Autoridad de Innovación de Israel, la Fundación de Ciencia de Israel, el Fondo de Investigación del Cáncer de Israel, la Asociación de Cáncer de Israel, la Fundación Henry & Merilyn Taub y la Fundación Carol Epstein.

Fuente: Jewish Press / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico