Enlace Judío México e Israel.- Novelista, dramaturgo, chispeante escritor de no ficción, guionista de comedias, thrillers, periodismo de investigación que derrocó al presidente, sus historias desafiaron la indiferencia.

DAVID HOROVITZ

Un pariente cercano, a quien se le pidió que se presentara en una conferencia profesional muy seria, tuvo un torrente poco característico de sangre fantasiosa en la cabeza. En lugar de dar su propio nombre, como todos los demás participantes habían hecho debidamente, ella declaró: “Hola. Mi nombre es Iñigo Montoya. Mataste a mi padre. Prepárate para morir.”

Como era de esperar, esta revelación inverosímil se encontró con un silencio aturdido. Para su inmensa buena fortuna, sin embargo, mientras todos los demás en la sala la miraban como si estuviera loca, uno de los otros asistentes captó la referencia y se echó a reír.

La cita proviene de “La princesa prometida” de William Goldman, la ridícula y maravillosa obra de un cuento de hadas que comenzó su vida en historias que contó a sus hijas y que conquistó el mundo en la película de 1987 dirigida por Rob Reiner, para la cual Goldman también escribió el guión.

Goldman, quien murió en Nueva York a los 87 años, dijo una vez que había “recibido más respuestas en The Princess Bride que en todo lo demás que he hecho junto, todo tipo de cartas extrañas y efusivas. Algo en La princesa prometida  afecta a las personas“.

Claramente, como subraya la pequeña historia de mi pariente, lo hace. Pero no es solo La princesa prometida. Gran parte del trabajo de Goldman ha afectado a una gran cantidad de personas. Y lo que es inusual en ese trabajo resonante es su diversidad, la variedad de áreas en las que ha impactado.

El escritor William Goldman en el partido de la NBA New York Knicks y Minnesota Timberwolves en el Madison Square Garden el 23 de diciembre de 2003 en Nueva York. (Ray Amati / Getty Images, via JTA

Goldman fue un novelista de fantasía, un dramaturgo, un escritor de no ficción, un guionista, un guionista de comedias, de thrillers, de periodismo de investigación que derrocó al presidente. Escribió personajes con principios y peculiaridades, inmensas cualidades y defectos profundos, algunos que existieron, algunos que desearías que existieran, otros que rezas que nunca existan. Escribió historias que desafían la indiferencia.

Pida a las personas que citen el trabajo más perspicaz y puntual de la no ficción jamás escrito en Hollywood, y muchos señalarán sus “Aventuras en el comercio de la pantalla“. Pídales a personas de cierta edad que confíen en la escena de la película que más los aterrorizó, y lo remitirán al dentista nazi Laurence Olivier torturando a su víctima Dustin Hoffman (“¿Es seguro?”) en “Marathon Man“: la novela de Goldman, el guión de Goldman. Pídales que nombren sus películas favoritas, y “Butch Cassidy …” y “La princesa prometida” a menudo están en lo alto de la lista. ¿La más influyente? Pruebe “Todos los hombres del presidente“.

Han pasado algunos años desde que el nombre de Goldman estuvo arriba en las luces o en los primeros puestos de las listas de los más vendidos. Pero no será rápidamente olvidado.

Como “Butch Cassidy” de Paul Newman, en el guión original ganador del Oscar de Goldman, sería acertado preguntar: ¿Quién era ese tipo?

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico