Enlace Judío México e Israel.- En el beisbol, existe un término llamado cinco herramientas, este término nos indica que el jugador es completo en todos los aspectos de su juego. Para ser más preciso, como jugador, al tener las 5 herramientas, se podría decir que se es un pródigo en el deporte.

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Las cinco herramientas son:

– Bateo de poder, el cual se mide por los jonrones anotados por el jugador.

– Alto promedio de bateo, el cual mide las carreras impulsadas y los hits que mete el jugador.

– Excelsa capacidad para atrapar la bola (fielding) la que vemos en grandes jugadas a la defensiva.

– Brazo de cañón, el cual vemos en jugadas a la defensiva, tirando la bola de un lado a otro con precisión y fuerza extraordinaria.

– Velocidad en las bases, que se puede medir con un robo de bases y frecuencia de embasamiento no provocado por una base por bolas.

Nos indican que el jugador es tan completo que puede rendir en todas las partes del juego; para los antiguos aficionados al rey de los deportes, uno de los jugadores que más pulidas tenía las 5 herramientas era Willie Mays, y así como Mays uno de los jugadores que ha mostrado las cinco herramientas en las últimas épocas se llama Ian Kinsler.

Kinsler, quien nació en una familia judía y desde toda su vida fue educado bajo la religión judía, desde muy pequeño comenzó a jugar al béisbol para posteriormente llegar a la MLB de una manera nada protagónica, ya que fue seleccionado hasta la ronda número 17 por los Rangers de Texas y de inmediato fue enviado a sus divisiones inferiores para desarrollarse; sin embargo, lo anterior no frenó la motivación y el deseo por ganar de Ian, prueba de ello, fue que en menos de dos años después de haber sido seleccionado en el draft (centro de reclutamiento colegial), para 2004 Ian ya se había vuelto el mejor prospecto de las ligas menores, donde en un inicio se desempeñó como parador en corto (shortstop).

Para 2005, todo parecía salirle a Ian, salvo una cosa, jugar en la posición que venía jugando toda su vida, ya que, para poder subir a las ligas mayores, los Rangers le pidieron que cambiara de posición, de Shortstop a Segunda base. Aunque en un inicio el cambio no fue tan amigable, gracias al duro trabajo que lo caracteriza, Ian pudo hacer una transición más que exitosa a segunda base, la cual le abrió las puertas del equipo texano para 2006.

En sus primeras dos temporadas en el primer equipo con la escuadra de Texas, Ian batalló con algo de lesiones, pero como en los anteriores capítulos de su carrera, sacó el mayor provecho de la situación y se enfocó en mejorar todas las partes de su juego, esto hizo que, en 2007, pese a algunas lesiones, tuviera una campaña espectacular. Para 2008 Ian regresó más fuerte que nunca a los Rangers, quienes le habían dado un nuevo contrato. En aquella campaña, Kinsler logró llegar a su primer juego de las estrellas.

En los años subsecuentes, Ian consiguió un juego excelso con los Rangers, lo cual lo llevó casi a la parte más alta del deporte. En estos años, Kinsler mostró tener más que pulidas las cinco herramientas.

Para 2009, Kinsler logró entrar en el club de jugadores que conectan 30 o más jonrones en la temporada y que, a la vez, se roban por lo menos 30 bases durante el transcurso del año beisbolero. En 2010, a pesar de perderse algo de la temporada por lesiones, Ian volvió a ser considerado una estrella o un All Star por segunda vez en su carrera. En ese mismo año, los Rangers avanzaron a su primera Serie Mundial, y aunque la perdieron ante unos poderosos Gigantes de San Francisco, los Rangers consiguieron algo que nunca antes habían logrado.

2011 fue quizás uno de los años más agridulces en la carrera de Kinsler, debido que en un inicio tuvo una gran temporada, en la que volvió a llegar al club de 30 jonrones y 30 bases robadas y en ese año fue parte muy importante del equipo que llegó a una de las Series Mundiales más espectaculares de todos los tiempos; sin embargo, a pesar de que Ian estuvo a punto de tocar el cielo y ser campeón, los Rangers perdieron de la manera más épica la serie mundial ante unos sorpresivos Cardenales de St. Louis.

Para 2012 en donde de nuevo fue considerado una estrella, Ian volvió a llegar a la postemporada, pero el equipo de los Rangers ya no consiguió lo que antes había logrado. En 2013, aunque Ian logró convertirse en el jugador de los Rangers que más bases se había robado en la historia y tuvo un gran año, los Rangers quedaron fuera de postemporada; para el equipo los objetivos ya no eran los mismos y una restructuración se veía venir, gracias a esto, los Rangers intercambiaron a Kinsler a los Tigres de Detroit.

En los Tigres, Kinsler no bajó el ritmo y logró su cuarta aparición en el Juego de las Estrellas en su primer año, en su segundo año logró ganar el premio Fielding Bible, a uno de los mejores defensivos del año y para 2016, ganó su primer guante de oro, premio otorgado al mejor defensivo en cada posición.

Para 2017 Kinsler volvió a batallar con las lesiones, y aunque tuvo un buen año en el que fue candidato a ganar el guante de oro, a los Tigres no les fue muy bien, pero con todo y todo, Kinsler fue seleccionado para representar al equipo norteamericano en el clásico mundial, torneo que terminó ganando en una emocionante serie.

Para 2018, Ian fue intercambiado a los Ángeles de Anaheim, donde estuvo poco más de media temporada. Debido a que a Los Ángeles no les estaba yendo muy bien y parecía que no iban a llegar a la postemporada y que a Kinsler se le terminaba el contrato terminando la temporada, el equipo californiano decidió intercambiarlo y enviarlo al otro lado del país.

Ian llegó al mítico cuadro de los Medias Rojas de Boston, donde de inmediato tomó un rol protagónico, volvió a ganar un guante de oro con, quizá la campaña más sobresaliente de un jugador segunda base a la defensiva en la historia y llegó a la postemporada con el equipo de Boston.

En la postemporada, el equipo de Boston arrasó y llegó a la serie mundial. En donde, a diferencia de las series pasadas, Kinsler llegó a lo más alto del deporte y se consagró campeón.

En la actualidad, Kinsler es un pilar de la comunidad judía y sigue jugando beisbol. Para la siguiente temporada se espera que sea uno de los agentes libres más codiciados del mercado.

 

 

 

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