Milagros. De ellos trata toda la festividad de Janucá; el triunfo de los débiles sobre los fuertes; el suministro de un día de aceite durando ocho días. Los milagros son eventos que suceden fuera del curso normal de la vida diaria. La siguiente explicación del B’nei Yisajar puede mostrarnos parte de la gran sabiduría que nuestra festividad enseña.

La palabra hebrea para decir milagro es “nes”. El B’nei Yisajar define “nes” como una acción de D-os que es sobrenatural. Sin embargo, la palabra “nes” también significa la vela de un barco. Una de las características de una vela es que destaca del resto del barco por su altura. Al mismo tiempo, le permite al barco moverse y tener una dirección. Un milagro es una manifestación externa de la providencia divina. La providencia de D-os dirige los movimientos de nuestras vidas y nos mantiene en el camino que hemos escogido. Cuando uno observa la vela hinchada del barco, uno puede ver que existe una fuerza controlando la dirección del barco. Cuando una persona experimenta un milagro, se vuelve evidente que una fuerza controla la dirección de su vida. No podemos pasar de largo la elección de la palabra “nes” para referirse a un evento sobrenatural.

Es una palabra corta; es formada por dos letras: “nun” y “samej.” El Talmud (Berajot 4b) con Rav Yojanan nos dice: ¿Por qué la “nun” no aparece en el Ashrei (Salmo 145 cuyos versos están ordenado alfabéticamente, excepto por el que correspondería a la letra “nun”, la cual no aparece)? Por que la caída de Israel empieza con ella (1), como está escrito (Amos 5:2) Caída (empieza con “nun”) está la virgen de Israel, no va a levantarse más… Rab. Najman bar Yitzjack dice: Aun así, David se refiere a ella a través de la inspiración divina y promete que volverán a levantarse, ya que está escrito (Salmos 145:14): D-os levanta (empieza con “samej”) a los caídos.

La letra “nun” como el Talud comenta, representa a los caídos, el sufrimiento y la miseria. La letra “samej” (que sigue a la “nun” en el alfabeto y en la palabra “nes”) representa a los que se han levantado, la salvación y la redención. Un milagro, un “nes”, es la combinación de estos dos elementos: somos puestos a prueba con dificultades y tribulaciones, nuestra situación es precaria. Sin embargo, a través de la providencia divina, un evento sobrenatural nos rescata y nos da la salvación. La palabra “nes” es un recordatorio de que las subidas y bajadas que enfrentamos son parte del rol que tiene D-os en nuestra vida.

Eb Janucá celebramos “La derrota de los fuertes ante los débiles, de los muchos ante los pocos … los malvados ante los justos.” Esta victoria mandó un mensaje que resuena hasta nuestros días: nuestras victorias y éxitos en la vida, aunque fructifican a través de nuestros esfuerzos, en realidad son resultado de la providencia divina. Cuando la suerte está en nuestra contra, podemos prevalecer. Cuando alcanzamos el punto en que creíamos no podíamos caer más bajo, cuando nuestra situación es catastrófica, no debemos desesperar; la salvación puede llegar. El suministro de un día puede durar ocho días. Bandas pequeñas de gente común puede vencer a guerreros entrenados en batalla. Los milagros pueden ocurrir, está en nuestras manos reconocerlos y apreciarlos. Tan sólo pensar en el significado de la palabra milagro puede fomentar esa perspectiva.

Notas:
1) La frase exacta que usa el Talmud es “la caída de los enemigos de Israel”. En la Torá oral está frase es un eufemismo para referirse a “la caída de Israel”

Fuente: torah.org