Enlace Judío México e Israel.- Tras la batalla de Corinto en el año 146 a.e.c, el imperio griego cayó, pero su cultura sobrevivió y se adhirió al imperio nuevo que había llegado: el poderoso imperio romano.

Las preocupaciones de los líderes religiosos judíos no cesaban, pues alrededor del pueblo judío florecía el helenismo y las religiones paganas. A pesar de siglos enteros de influencias externas el judaísmo sobrevivió; hasta que en el año 70 d.e.c., el Segundo Templo fue destruido por el Emperador Tito, y la fe más genuina y más devota, pasó por la prueba más difícil de su historia.

La segunda destrucción del gran Templo dejó a la sociedad judía abatida; por lo que los líderes religiosos de la época no tuvieron una tarea sencilla; pues tuvieron que encausar a toda una comunidad que se sentía abandonada por Dios y profundamente agredida.

En esos momentos de enfurecidos cuestionamientos, el helenismo continuaba, y brillaba por su filosofía, su arte y su ciencia. Era la cultura que dio vida a Sócrates, a Platón y al grande Aristóteles. Muy distinto al judaísmo, que mostraba un Templo destruido, señal que para muchos representó que Dios, simplemente, se había ido.

Cuando no tenemos luz en casa, la luz de afuera es más bella y alumbra con más fuerza. Ese fue el mayor riesgo de la destrucción del Templo: que los judíos renunciaran a sus creencias para sumarse al bello y mayoritario mundo heleno; pero los líderes judíos le pusieron al enorme desafío un timón para conducirlo, este timón fueron escuelas, la principal en la ciudad de Yavne; también se escribieron textos, compendios valiosos como la Mishná, que sirvió como una valiosa guía para la decepcionada comunidad judía.

El reto fue inmenso, pues mientras las luces del judaísmo estaban apagadas, afuera el helenismo brillaba, finalmente los esfuerzos dieron frutos, y aunque perdió adeptos, el judaísmo sobrevivió. Dentro de la milenaria historia del pueblo judío, existieron 3 siglos en los que la cultura helena se desarrolló de manera paralela, dentro de estos años, existieron tiempos de paz y tiempos de guerra, tiempos en los que sucedieron acontecimientos que recordamos hasta el día de hoy. Lo admirable es que el periodo helénico fue un reto más al que el judaísmo sobrevivió.