Enlace judío México: – Una tradición que se estaba perdiendo, eclipsada por otras, pero que ahora está resurgiendo cada año con más fuerza.


Puesto que la fiesta de Januká se celebra el día 25 del mes de Kislev -el día y el mes del milagro del aceite de oliva del Templo de Jerusalén- y puesto que esta fiesta dura ocho días, siempre ocurre que Rosh Jodesh del mesde Tevet, Principio de mes de Tevet, cae a fines de Januká.

Rosh Jodesh  -el día de Luna Nueva- es un día festivo en el judaísmo. Especialmente festivo para las mujeres, que quedan exentas de faenas en recuerdo de que las mujeres hebreas que regresaron con Moisés desde Egipto,  no participaron  en la adoración del Becerro de Oro.

Pero de entre todos esos principios de mes, destaca el de Tevet, que siempre cae en Januká, pues ese Rosh Jodesh  se conoce con el nombre de  Jag Ha´Banot, la fiesta de las chicas.

El origen de esta celebración femenina no está del todo claro. Parece ser que el origen, según unos,  se debe a  una plaga que asoló a la comunidad tunecina y las madres imploraban en las plegarias de la sinagoga por  el milagro de detener la mortandad. Otros dicen que es en recuerdo de Jana , la hija del sacerdote Matitiahu el Hasmoneo, que se rebeló ante el decreto de derecho de pernada y rasgó sus vestiduras ante todo el mundo.  En tiempos de Ezra, el Rosh jodesh de Tevet era la fecha en que se celebraban los esponsales, pues fue  ese día en el que Ezra expulsó de entre los judíos a todas las mujeres extranjeras y las mujeres hebreas lo celebraron.

Sea cual sea el origen, lo cierto es que en todas las comunidades del Norte de Africa, desde Marruecos a Egipto, pasando por Libia y Túnez, se acostumbraba a que las muchachas, vestidas de blanco inmaculado, fueran bendecidas en la sinagoga;  después de eso , cada una de ellas se acercaba a la parojet (el cortinón que cubre el hejal en la sinagoga) y lo besa. Seguidamente van a la casa de una de  las amigas -de forma rotativa, cada año- y allí se piden perdón unas a otras por todas las faltas en que pudieran haber incurrido a lo largo de los últimos doce meses, culminando, como en Yom Kipur, con un abrazo. Al final, se intercambian regalos y se separa un diezmo para donar a los necesitados.

Ese mismo día, pero ya por la tarde, se hace una fiesta en casa de alguna de esas chicas,  bailando  en los patios para invitar  a los muchachos,  mientras observan todo las madres, las tías y  las abuelas desde las ventanas. La muchacha que ya esté comprometida hace un regalo  a su futuro esposo, tradicionalmente  decorativas copas de kidush y hasta plumas estilográficas en estuches forrados de fieltro. Después se encienden las velas de Januká y se da paso a un banquete.

En Israel se está recuperando esta tradición antigua a través de los judíos que llegaron desde Túnez, que es el país donde más arraigo tiene esta celebración. De hecho, el próximo día 11, en la especial sinagoga de la isla de Djerba, está previsto una fiesta.

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