Enlace Judío México e Israel – La actividad del ejército israelí en la frontera con Líbano, que inicialmente se describió con cierto desprecio como una operación de ingeniería defensiva sin importancia, ahora está llegando a una etapa más sensible. Después de varios días de confusión, está claro que el gobierno libanés ha comenzado a formular una respuesta a las acciones de Israel.

AMOS HAREL

Las patrullas del ejército libanés ahora se enfrentan a las fuerzas israelíes en las áreas de excavación cerca de la frontera. La tensión va en aumento, y con ello el potencial de un error que podría llevar a una confrontación, en esos “enclaves” donde operan las FDI. Estas son áreas al norte de la cerca fronteriza sobre las cuales Israel reclama soberanía de acuerdo con una decisión de la ONU.

En estas áreas no hay muro o cerca que separe a las fuerzas israelíes y libanesas. En algunos lugares, las FDI han estirado el alambre de púas para marcar la ubicación exacta de la frontera. Pero las imágenes que se publican en el lado libanés, del pueblo de Meiss al-Jabel, por ejemplo, cuentan la historia principal de los últimos días; se pueden ver soldados israelíes equipados con rifles y misiles antitanques, mientras que una excavadora israelí trabaja al otro lado de la roca.

Cuando ambos lados se ven desde una distancia relativamente corta, cada uno equipado con armas apuntadas al otro lado de la frontera, mientras los soldados de la FPNUL intentan servir de amortiguadores entre los israelíes y los libaneses (con miembros de Hezbolá, observando de cerca), es una receta para una posible erupción. Las FDI deberán gestionar el trabajo con extrema precisión y precaución para no provocar un incidente no deseado. Los nervios de todos están lo suficientemente tensos; todo lo que se necesitaría es un soldado libanés inquieto para encender un fuego que será difícil de extinguir.

Un breve recordatorio: Israel se retiró en mayo de 2000 del sur del Líbano y se reagrupó en la Línea Azul, la frontera internacional reconocida por las Naciones Unidas y trazada por sus expertos. Pero en algunos puntos a lo largo de la frontera, por razones de ingeniería, la cerca se construyó al sur de la Línea Azul, dejando a los enclaves bajo la soberanía israelí al norte.

Tras la Segunda Guerra del Líbano en 2006, Israel insistió en mantener una presencia militar en estos enclaves. En principio, el gobierno libanés reconoce el mapa de la ONU, pero tiene reservas con respecto a 13 puntos a lo largo de la frontera. La disputa entre las partes se intensificó el año pasado cuando Israel comenzó a construir un muro para evitar infiltraciones en dos de estas áreas disputadas, entre el Kibutz Manara y Misgav Av, y al este de Rosh Hanikrá.

Se han registrado varios incidentes relacionados con la actividad de Israel en los enclaves. En 2007 hubo un intercambio de disparos entre una fuerza de las FDI y un vehículo blindado del ejército libanés, cuando Israel insistió en establecer hechos en el terreno en uno de los enclaves. En 2010, el teniente coronel Dov Harari, comandante del batallón de reserva, fue asesinado por soldados libaneses cuando las FDI cortaron árboles en un enclave cerca de Kibutz Manara.

La operación israelí para ubicar los túneles está poniendo en tensión a todos los involucrados. Todos los jugadores del lado libanés tienen algo que ocultar. Hezbolá excavó los túneles, violando los acuerdos de alto al fuego; el ejército libanés, que recibe una amplia ayuda de Estados Unidos y Francia, no levantó un dedo para impedir las actividades de Hezbolá (y su personal de inteligencia a veces ayuda a Hezbolá); y la FPNUL se mantuvo fuera del asunto.

Los túneles que se exponen salen de hogares en aldeas libanesas; durante años, Israel ha pedido a la ONU inspeccionar estos sitios, pero las peticiones fueron rechazadas por el hecho de que se trata de patios privados y la FPNUL necesitaría pruebas sólidas para revisarlos. A los ojos de los israelíes, todo esto parece un encubrimiento en el que el gobierno libanés y las Naciones Unidas asumen un papel activo, incluso si no tienen información detallada de las excavaciones secretas de Hezbolá. Aunado al objetivo de Israel de negar a Hezbolá estos activos y aprovechar el descubrimiento de los túneles en la arena diplomática, se han sembrado semillas que están llevando a una grave crisis de confianza entre Israel y las Naciones Unidas.

Todo esto se lleva a cabo en el contexto del estruendoso y prolongado silencio de Hezbolá, que aún no ha respondido a las declaraciones de Israel. Se podría suponer que la organización está preocupada por descubrir cómo sus secretos cayeron en manos de las FDI y qué sabe exactamente la inteligencia israelí sobre el resto de sus planes. Si hay una confrontación directa a lo largo de la frontera, es más probable que tenga lugar entre las FDI y el ejército libanés, como ha ocurrido en el pasado. Pero a más largo plazo, la ubicación y destrucción de los túneles requerirá que Hezbolá y sus patrocinadores iraníes reexaminen el despliegue a lo largo de la frontera con Israel.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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