Enlace Judío México e Israel – En una de sus ultimas entrevistas, el emblemático literato israelí Amos Oz abordó el fatídico tema la muerte, que finalmente le llegó este viernes 28 de diciembre de 2018 a los 79 años de edad, víctima de cáncer.

“¿Le teme a la muerte?”, lo cuestionó la periodista Antonia Yamin de la cadena pública israelí Kan el pasado mes de octubre, en una entrevista hecha con motivo del Premio Tolstoi que Oz recibió en Rusia por su última obra de ficción publicada en 2014: El Evangelio según Judas. Hasta ahora, la presea ha sido entregada al turco Orhan Pamuk y al peruano Mario Vargas Llosa, ambos ganadores del Nobel de Literatura.

“¿Que si le temo a la muerte? Por supuesto que tengo miedo de la muerte. Tengo un terrible miedo a la muerte. Pienso mucho en ello. Recibí en la vida muchos golpes, tanto personales, como públicos. Pero si contemplo las décadas de mi vida, recibí muchos regalos. Amor, libros, melodías, lugares. Realmente no merezco nada ello, nadie me firmó un contrato. Soy un hombre muy agradecido”.

“Yo creo que lo única cosa irreversible en esta vida es la muerte. Y aún así quiero comprobarlo personalmente antes de que esté por completo seguro de esto”, dijo, negando que la situación de los territorios palestinos hayan alcanzado una situación de una condición “irreversible” como se argumenta tanto en algunos sectores de la izquierda como en la derecha israelí.  Oz, un enérgico partidario de la solución a los dos Estados para resolver el conflicto palestino israelí, siempre abanderó metafóricamente la idea de que israelíes y palestinos tienen que compartir el mismo hogar en dos departamentos para poder vivir en paz.

Así mismo, Oz aseguró que se iría tranquilo de este mundo aún sin recibir el Premio Nobel de Literatura, la añorada presea por la que el israelí fue uno de los favoritos por varios años sin que se pudiera concretar el reconocimiento anual de la Academia Sueca. “Si muero sin recibir antes el Premio Nobel, no moriré miserable, por supuesto que por esto no, porque recibí muchos premios”.

El escritor también dejó en claro qué es lo más significativo por lo cual quisiera que lo recordaran justo después del momento en que abandonara esta vida. “Quisiera irme de aquí con el sentimiento de que no herí a nadie con un daño innecesario. Quiero irme de aquí con el sentimiento de que algunas de las palabras que dejé detrás de mí, le hayan hecho bien a alguien, o que le hayan pesado a alguien. Que hayan movido a alguien. Si supiera que parte de las decenas de miles de palabras que escribí movió algo hacia alguien, me daré por servido, y tendré algo que mostrar en la entrada de allá arriba”.

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