"Europa se derrumba porque el conocimiento se ha convertido en el nuevo enemigo"

Enlace Judío México e Israel.- Entrevista de Stefano Montefiori a Pascal Bruckner, filósofo, ensayista y novelista francés

PASCAL BRUCKNER

Enhorabuena a Stefano Montefiori, la entrevista con Pascal Bruckner es fundamental para comprender los errores que llevan a Europa al suicidio.

“Mi visión es pesimista, la violencia injustificable de los chalecos amarillos es similar a lo que hemos conocido en los suburbios durante 15 años, y al enfrentarlo, el presidente Emmanuel Macron se ha demorado, superado por los acontecimientos. Estoy muy preocupado por Francia y Europa“.

Pascal Bruckner, un novelista y ensayista de 70 años, ha alternado durante muchos años las obras literarias con la observación del presente. Por ejemplo, a principios de los años ochenta, “The Moon“, llevada al cine por Roman Polanski, y el casi contemporáneo “Sollozo del hombre blanco” con el que denunció el sentido de culpa eterno de Occidente. O, más recientemente, la novela que acaba de publicar, “Un an et un jour” (Un año y un día, Grasset) ambientada en un hotel en el norte de los Estados Unidos, y un interesante ensayo sobre la “islamofobia” como racismo imaginario.

Bruckner no hace descuentos ni a los chalecos amarillos, ni a Macron, ni al 2019 que podemos esperar en Europa. Compara la revuelta de los chalecos amarillos con la de los suburbios, pero los primeros son sobre todo blancos, mientras que en la segunda “Hay una violencia verbal que es el espejo de lo que se está librando en la insurgencia social“. En los suburbios eran los hijos de inmigrantes árabes y africanos.

“La izquierda considera que los nuevos habitantes de Francia son los hijos de los inmigrantes de los suburbios y los bobos urbanos (los bohemios burgueses identificados por el editor del New York Times, David Brooks, ed). Y así, al menos al principio, la derecha ha visto en los chalecos amarillos de Francia a la verdadera Francia: los blancos de entre 30 y 50 años que viven lejos de las grandes ciudades y que, por lo tanto, detentan el verdadero pueblo francés. En realidad estas dos versiones de Francia son muy similares».

¿Unidos por la violencia?

“Ese es el pegamento. Si quema, si rompe, si amenaza con la muerte. Lo que se ha atribuido a los jóvenes de los suburbios o al Islam radical es en este momento propio de todos estos pequeños grupos. Vemos la unión de una cierta izquierda radical, de los zadistas (militantes antiglobalización, ed), de los trotskistas, de los fascistas, de los islamistas, que se han reunido todos en torno a un chivo expiatorio, que es el odio de los judíos y el dinero» .

El antisemitismo en las manifestaciones parece en efecto trivializado.

“Lo que une a la extrema derecha, la extrema izquierda y el islamismo radical es el odio de los judíos, y de hecho llaman a Macron “prostituta de los judíos“, una vergüenza. Y el viejo antisemitismo vinculado al anticapitalismo».

¿La denuncia de la desigualdad se convierte en envidia social?

“Esta es la estructura profunda de Francia, el odio del dinero de los demás. Sobre esto escribí el libro “La sabiduría del dinero” (Grasset, 2016), los celos y la envidia son las grandes enfermedades de Francia“.

Si ampliamos nuestra mirada desde Francia al resto de Europa, incluida Italia, el espíritu del tiempo está dominado por la envidia que se alterna con el desdén por la riqueza, pero también por la competencia.

“Es un riesgo para la democracia, que se basa en la igualdad de todos los hombres: tan pronto como alguien se distingue por su conocimiento o habilidad, desea volver a la base común. En los chalecos amarillos, como en las Cinco Estrellas en Italia, veo un lado de “Khmer Rouge”, todos los intelectuales deben ser castigados. Es el triunfo de los incompetentes“.

Hace un año y medio, la elección de Emmanuel Macron había despertado grandes esperanzas. ¿Cómo lo juzgas a la prueba de los hechos?

“Macron carece por completo de experiencia, demuestra ser un tecnócrata que cree que Francia funciona como un negocio, pero no funciona. Lo llaman el méprisant de la République en lugar del presidente (“el que desprecia” en lugar de “el que preside”, ed), y no es totalmente falso. Nunca fue un verdadero político, a diferencia de Chirac, Sarkozy e incluso Hollande. Así que ahora está en una situación terrible“.

Con el discurso de la Sorbona en 2017, Macron fue nominado para ser el protagonista del renacimiento de la UE.

“Creo que Macron está quemado en ese papel, y por mucho tiempo. Hace un año estábamos orgullosos, ahora estamos angustiados».

¿Cómo te acercaste a Macron ante estas dificultades?

“Había escrito un artículo comentando sobre su narcisismo, pero de todos modos voté por él“.

En la primavera de 2019 habrá elecciones europeas. ¿Qué esperas?

“El riesgo es que los populistas las ganen. Europa puede convertirse en la unión de todos los antieuropeos, lo que, sin embargo, es una hermosa paradoja. Pero es necesario responder a los disturbios sobre la inmigración, el Islam, la globalización. Negarse a reconocer estas necesidades significa no entender lo que está sucediendo hoy».

¿Qué salida prevé para el movimiento de los chalecos amarillos?

“La única salida sería que los chalecos amarillos formaran un partido político para calmar a la gente hasta la próxima revuelta“.

¿Las razones del malestar están relacionadas con las condiciones económicas o hay algo más?

“Hay una violencia verbal que es el espejo de lo que se está librando en las redes sociales, y el mecanismo psicológico es similar. Cualquier insatisfacción es atribuible al estado. Todo, desde el calentamiento global hasta una promoción no recibida en el trabajo, es culpa del gobierno. Una actitud muy infantil. Y la frase de Nietzsche: Sufro, por lo que debe ser culpa de alguien. Y ese alguien está identificado en Macron“.

La cuestión del terrorismo islámico parecía un poco apartada, volvió a primer plano con el ataque en Estrasburgo. ¿Está destinada a seguir siendo protagonista también en 2019?

“Me temo que sí, porque el año próximo muchos yihadistas habrán cumplido sus sentencias y serán liberados de prisión. Además, si los turcos atacan a los kurdos en Siria, abrirán las cárceles y liberarán a los yihadistas listos para llegar a Europa. Cientos de asesinos llegarán a Italia, Francia, Alemania, Inglaterra. El problema del Islam radical apenas comienza“.