Enlace Judío México e Israel.- Las negociaciones intercoreanas y cumbres inminentes entre Pyongyang y Seúl y el Presidente Trump ofrecen una ventana de oportunidad para que Israel trate de prevenir la continuidad de las exportaciones militares norcoreanas al Medio Oriente. Israel debe considerar cómo y cuándo ofrecer esta iniciativa y cómo superar las restricciones regionales. Una iniciativa israelí de este tipo podría servir como una situación de ganancia para todas las partes.

DR. ALON LEVKOWITZ

A principios de la década de 1990, Eitan Ben-Zur, de la oficina del exterior israelí, trató de explorar la posibilidad de un acuerdo con Corea del Norte para detener sus envíos de misiles a Estados en el Medio Oriente que presentan una amenaza para Israel. El acuerdo habría incluido ayuda económica israelí indirecta a Pyongyang para compensarlo por las pérdidas financieras en que incurriría a partir del cese de esas ventas. La iniciativa de Ben-Zur fue apoyada por Shimon Peres, entonces ministro del exterior de Israel.

Al final, el acuerdo no fue concluido debido a una discrepancia entre la oficina del exterior israelí y el Mossad acerca de su factibilidad. Otra barrera para la iniciativa fue la objeción de Washington al involucramiento de Jerusalén con Pyongyang en una época en que EE.UU. estaba intentando alcanzar su propio acuerdo con Corea del Norte en la cuestión nuclear. Washington estaba perturbado por los contactos entre Jerusalén y Pyongyang a pesar del hecho que el único foco de Israel – los envíos de misiles al Medio Oriente – no era percibido por los estadounidenses como una cuestión crucial.

Casi tres décadas después, Washington está negociando con Pyongyang sobre un acuerdo que incluirá desmantelamiento completo, verificable e irreversible (DCVI) de sus programas nucleares y de misiles de largo alcance. Nuevamente, como ocurrió durante las negociaciones de la década de 1990 entre Washington y Pyongyang, no se espera que el acuerdo vea como una cuestión central las exportaciones militares al Medio Oriente.

La mejora actual en las relaciones entre Seúl, Pyongyang y Washington, no incluye ningún mecanismo para verificar y prevenir la continuidad de las exportaciones militares, tales como misiles, desde Corea del Norte a Siria e Irán. Israel no tiene ninguna influencia sobre Washington o Pyongyang para forzarlos a impedir la continuidad de las exportaciones militares al Medio Oriente. Ese es el motivo por el cual Jerusalén debe aprovechar la oportunidad para intentar una iniciativa Ben-Zur actualizada hacia Corea del Norte.

Si bien Moon Jae-in podría apoyar tal iniciativa debido a que sería congruente con su propia política hacia Corea del Norte, Washington podría objetar bajo los fundamentos que evadiría las sanciones internacionales y disminuiría la presión de Washington sobre Pyongyang. Israel debe, por lo tanto, ofrecer ayuda económica a Corea del Norte en agricultura, tecnología médica, y energía verde bajo la condición de que Pyongyang comience a desarmarse. Al hacerlo, Jerusalén podría mitigar las objeciones de Washington y podría ser capaz de ganar el apoyo tanto estadounidense como surcoreano.

La ayuda económica israelí a Corea del Norte a cambio de un cese verificado de las exportaciones militares compensaría a Pyongyang por las pérdidas que podría enfrentar como resultado de la disminución en las exportaciones militares al Medio Oriente. Esto ayudaría a Kim Jong-un y Moon Jae-in a legitimar su solicitud de aliviar las sanciones contra Corea del Norte a fin de buscar más proyectos económicos conjuntos.

 

El Dr. Alon Levkowitz, investigador asociado en el Begin-Sadat Center for Strategic Studies, es un experto en seguridad del Este asiático, la Península Coreana, y organizaciones internacionales asiáticas.

 

Fuente: Begin-Sadat Center for Strategic Studies
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México