Enlace Judío México e Israel.- Mudar Zahrán (45) es un escritor jordano-palestino que lidera la agrupación Coalición Jordana de Oposición. Las persecuciones que ha sufrido por sus fuertes críticas al rey Abdalá lo llevaron a exiliarse en Gran Bretaña, donde reside desde 2010. El pasado mes de septiembre pronunció un discurso muy duro en el Parlamento Europeo, en el que acusó a la UE de ser parte del problema en el conflicto en Medio Oriente.

LEANDRO FLEISCHER

En esta entrevista, Zahrán acusa al régimen jordano de estar asociado con la Hermandad Musulmana y de oprimir a su propio pueblo, culpa a Occidente y al liderazgo palestino de la continuación del conflicto árabe-israelí y afirma que la demonización de Israel se debe, en gran medida, al antisemitismo.

– ¿Usted se considera jordano o palestino?

No hay diferencia entre ser jordano y ser palestino. El territorio árabe ha sido siempre el mismo. Todos esos nombres que se pusieron a los países no son más que una ficción. Somos un pueblo unido por el amor, la religión, la tierra y la cultura. Todo palestino es jordano y todo jordano es palestino.

– ¿Por qué reside en Gran Bretaña?

Porque todo árabe que busca la paz y se opone a regímenes como el que hoy gobierna Jordania es perseguido. Por lo tanto, sólo por el hecho de que yo lucho por la paz y la democracia, y me opongo al terrorismo radical islamista en Jordania, el Rey me ha condenado a entre 15 y 25 años de prisión. Por lo tanto, si no me iba de mi país, me mataban o me enviaban a prisión.

–Sin embargo, el régimen jordano suele ser visto como moderado…

El régimen jordano es aliado de la agrupación terrorista Hermanos Musulmanes desde los años 50. Tanto el actual rey como su padre y su abuelo han apoyado a esa organización. Podría decirse que son como un matrimonio. Si bien, visto desde afuera, el Gobierno no aparenta ser islamista radical, lo cierto es que respalda a los islamistas radicales. A pesar de que Al Husein mantiene un estilo de vida occidental, ya que bebe alcohol y le gusta apostar en Francia, apoya a la agrupación Hermanos Musulmanes. Puso a sus representantes en el Gobierno, en el Parlamento, y los deja actuar libremente. De hecho, esta organización terrorista cuenta en Jordania con una enorme fundación caritativa. Eso sí, a gente como yo la encierra en cárceles con condenas de por vida. Esto no debería sorprendernos, ya, que según diferentes reportes, el servicio de inteligencia del rey fue descubierto vendiendo armas estadounidenses y británicas robadas a los terroristas del Estado Islámico.

– ¿Cuál es su opinión sobre los liderazgos palestinos, tanto el de Hamás como el de Fatah?

Yo no creo que sean los líderes de los palestinos. ¿Quién ha elegido a Abbas? Y si bien Hamás fue electo hace 12 años, nunca más hubo elecciones. Es un verdadero desastre que Occidente haya decidido apoyar a la gente equivocada, que se atribuye la representación de los palestinos. Eso no es preocuparse por nuestro bienestar, al contrario. En Occidente se vive muy bien, mientras nuestro pueblo está siendo oprimido y asesinado por este tipo de Gobiernos.

–Según su punto de vista, ¿por qué no hay paz entre israelíes y palestinos?

La respuesta es más simple de lo que la mayoría de la gente cree. El problema es que varios países poderosos han decidido que el conflicto prosiga. Palestina era un territorio que incluía a lo que hoy son Jordania e Israel. En la historia de este conflicto, los judíos palestinos hicieron daño a los árabes palestinos y los árabes palestinos hicieron daño a los judíos palestinos. Ambos bandos cometieron muchos errores; durante la guerra de 1948 y los años subsiguientes, 800.000 árabes palestinos fueron expulsados de sus hogares y 850.000 judíos fueron expulsados de los países árabes (la mayoría se radicó en Israel). En esta guerra, los jordanos recibimos el 78% de la tierra, mientras que los judíos obtuvieron el restante 22%. Esto era un negocio bastante justo. Si hoy no existe un Estado palestino es porque en aquel momento Arabia Saudita tomó el control de la parte árabe de Palestina, es decir de Jordania, y simplemente dispuso que nosotros no éramos ciudadanos, sino refugiados. De no haber sido así, hace 70 años que hubiéramos tenido un Estado jordano-palestino. Mientras no haya un Estado palestino y mientras los jordanos sigan viviendo bajo el régimen de apartheid y ocupación liderado por este rey hachemita saudí, nunca habrá paz. La única forma de alcanzar la paz es reconociendo a Israel como Estado judío y soberano, y que los jordanos estemos gobernados por nuestra propia gente, no por un rey que pertenece a La Meca, a Arabia Saudita.

– ¿Por qué en Occidente se suele culpar a Israel de este y otros conflictos?

En gran parte, por el antisemitismo. Es muy lamentable observar que este fenómeno esté tan arraigado en la sociedad occidental. Muchos de esos países, particularmente algunos europeos, buscan apalancamiento económico e influencia en el Medio Oriente, región que tiene mucho petróleo y riqueza. Sin embargo, no cuentan con ejércitos poderosos, razón por la cual usan el conflicto árabe-israelí para alcanzar sus objetivos. Estoy convencido de que no quieren que se acabe porque temen perder influencia en la región. Por eso culpan a Israel, aunque así tampoco ayudan a los palestinos. Cuando los alemanes transfieren millones de euros a la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas o al rey jordano, estos se los llevan a sus propias cuentas, no nos llega nada de ese dinero. En otras palabras: Occidente está alimentando el conflicto, mientras no nos permite establecer nuestro propio país para encontrar la libertad que tanto anhelamos; y demoniza a los judíos en el proceso, a quienes responsabiliza de todo. Por si esto fuera poco, hay una maquinaria de agitprop que se nutre del dinero del petróleo y utiliza técnicas de comunicación nazis. Esto es muy lamentable y muy injusto, tanto para los judíos como para los palestinos.

– ¿Qué piensa de que el rey Abdalá decidiera no renovar el arrendamiento de dos pequeñas zonas agrícolas a Israel que incluía el tratado de paz jordano-israelí de 1994?

El Rey está desesperado y en retirada. Usó esa carta para intentar mostrar a Estados Unidos e Israel lo importante que es, y la cantidad de problemas que puede crear. Sin embargo, no puede cambiar nada. La tierra había sido arrendada por 25 años, y nadie sabe quién ejecutó el acuerdo del lado jordano, ni quién lo supervisó, ni cuánto pagó Israel por año, ni qué se hizo con lo recaudado. Hasta el momento, no hemos visto el menor indicio de que el Rey haya puesto algo de ese dinero en las arcas del Estado. Esa es plata del pueblo, por lo que debe demostrar qué ha hecho con ella. Además, hay que recordarle que Jordania no es de su propiedad, por lo que no puede andar aprobando y cancelando acuerdos cuando se le antoje.

 

 

Fuente: unitedwithisrael.org