(JTA) — Shira Ish-Ran, la mujer cuyo bebé prematuro murió luego de que le dispararan en un ataque terrorista el mes pasado, salió a pie del hospital.

“Somos un milagro andante”, dijo a los periodistas cuando salía del hospital. “Llegué al hospital en camilla y salí caminando”.

Ish-Ran, quien se apoyó en una andadera, resultó gravemente herida en el ataque a tiros el pasado 9 de diciembre en las afueras del asentamiento de Ofra en Cisjordania. Su médico, el Dr. Alon Schwarz, dijo a los periodistas una semana después del ataque que necesitará un largo período de recuperación y que se espera que pueda tener hijos en el futuro. Su esposo, Amichai, recibió tres disparos en la pierna durante el ataque.

“No me queda claro cómo nuestra rehabilitación ha progresado tan rápido y de una manera tan buena”, dijo. “Sus oraciones ayudan, sigan orando, también quiero agradecer al personal del hospital, por lo mucho que hicieron por nosotros y con sensibilidad, es simplemente increíble”. También dijo que agradecía a Dios por los milagros todos los días.

Su bebé, llamado Amiad Yisrael, fue forzado a nacer del vientre su madre herida y murió tres días después de su nacimiento prematuro a las 30 semanas de gestación. Sus padres pudieron abrazarlo justo antes de que muriera, pero no pudieron asistir a su funeral.

Las fuerzas de seguridad israelíes arrestaron el martes al hombre palestino, Asem Barghouti, quien participó en el ataque de Ofra con su hermano, quien fue el pistolero.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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