Enlace Judío México e Israel.- El Primado de Sión y actual Gran Rabino sefardí de Jerusalén, Shlomo Moshé Amar, confiesa que su peor momento como líder religioso tuvo lugar cuando era el Gran Rabino de Tel Aviv. El entonces primer ministro israelí Ariel Sharon le habló del peligro que corrían, pues tenían informaciones de que el iraquí Sadam Husein quería bombardear la ciudad con misiles químicos. El número de muertos era incalculable por lo que Sharon quería saber cómo y dónde enterrarlos si en colegios, jardines… Fue un momento muy duro y de una enorme responsabilidad, recordó ayer emocionado el equivalente en el catolicismo «al papa sefardí», durante su entrevista con LA RAZÓN.

ESTHER S. SIETEIGLESIAS.

-Hoy se reúne con Felipe VI. ¿Cuál es el objetivo del encuentro?

-El objetivo principal de mi viaje es la función que cumplo como primado de Sion y Gran Rabino sefardí de Jerusalén. Es algo que hago de forma sistemática: visitar a los jefes de Estado. La finalidad es estrechar lazos de amistad, comprensión, entendimiento y convivencia entre la comunidad judía y el país donde viven los judíos. Éste es mi objetivo principal. En esta oportunidad que vine a visitar la comunidad judía de Madrid, tuve interés en reencontrarme con el Rey –con el que ya me he reunido, así como con el Rey emérito – para fortalecer los lazos entre Jerusalén y su Majestad. Es un honor poder bendecir al Rey, a la familia y a la Casa Real. También deseo seguir desarrollando lo que se inició años atrás, por ejemplo, otorgar la nacionalidad española a los judíos de origen sefardí. Fue un gesto extraordinario devolverles a los judíos la nacionalidad española. Quiero destacar la iniciativa de todo este proyecto, iniciada por un melillense sefardí, Sady Cohen, quien fue el pionero junto al cónsul de España en Venezuela, José Matres, quienes trabajaron para lograr que se acelerase este proyecto. Así, se permite, primero, a los sefardíes que fueron expulsados de España recuperar su nacionalidad y también, de forma directa e indirecta, para que aquellas comunidades que tuviesen un problema para salir del país, pues a través de este ofrecimiento del Gobierno hay muchísimos judíos que podrán tener esa nacionalidad.

-¿Qué más se puede hacer en este sentido?

-Me gustaría que se aliviasen los trámites para la obtención de la nacionalidad. Imagínese, judíos que fueron expulsados de España hace más de 500 años, hablaban el ladino y ahora les hacen un examen de español cuando lo que hablan es checo… Les cuesta estudiar español. Por eso, no solo voy a pedir a Felipe VI dar una prórroga, sino que también alivie los trámites con un certificado de que su origen es sefardí. Hubo cierta inquietud en las comunidades sefardíes a este respecto. Hablaré con su majestad de ello. Ha llevado mucho tiempo sacarlo por decreto y quiero que se prorrogue y se alivien los trámites.

-¿Las comunidades sefardíes se han quejado de los duros exámenes de español? Asimismo, el Ejecutivo ya prorrogó hasta octubre de 2019 la petición de la nacionalidad, ¿cree que debería darse aún más tiempo?

-Esta oportunidad que dio el Gobierno español a que los sefardíes recuperasen su nacionalidad no es por el hoy, es por el futuro. Uno no sabe qué puede ocurrir en el mundo y que los judíos se sientan sin ese apoyo, sin ese manto de tener la nacionalidad española. Hay que ser previsor en esta vida. Hay que adelantarse a lo que pueda ocurrir. Por eso considero muy importante: en primer lugar, prorrogar este decreto así como facilitar la obtención de la nacionalidad. Recuerdo con emoción cuando se promulgó la ley que su Majestad dijo: «¡Cuánto os hemos echado de menos!».

-España le concedió por carta la nacionalidad española, ¿usted ha terminado los complicados trámites para llevarla a cabo?

Lo que yo he hecho, mi intervención, no ha sido personal, para mí. Lo que he buscado ha sido por y para el pueblo judío. Nunca jamás molestaría a su majestad el Rey para algo personal. Si he ido al Palacio dos o tres veces es para el bien colectivo de la comunidad judía sefardí en el mundo. Y por eso he insistido. El Gobierno nacional decidió otorgarme la nacionalidad española. Estoy muy agradecido, pero no lo he hecho, porque no quise que en ningún momento se pensase que mi intervención fue para algo personal y no para algo colectivo. Y por eso yo agradezco muchísimo ese otorgamiento, pero no quería ni quiero que se interprete que mi intervención fue por algo personal y no colectivo. Yo soy el Gran Primado de Sion y Gran Rabino de Jerusalén, lo que pueda hacer por el pueblo judío allá dónde se encuentre, lo voy a hacer.

-España ha tenido un pasado antisemita, sin embargo, gracias a la convivencia, la integración, el diálogo y la labor de la sociedad y las autoridades de España los judíos no huyen como sí lo hacen de países de la Unión Europea como Francia. En este sentido, ¿le preocupa la llegada al poder de la extrema derecha?

En realidad, después de la II Guerra Mundial, después de la solución final del exterminio del pueblo judío, pensábamos que el antisemitismo iba a ser erradicado. Lamentablemente vemos que hay focos en diferentes países del mundo en los que vuelve a nacer esa nefasta plaga que es el odio gratuito hacia el judío, que es el antisemitismo. Sin embargo, agradezco al Rey que muestre ideas sanas, puras, de tolerancia, de convivencia y de diálogo y veo que la comunidad judía en España vive en plenitud en todos los ámbitos: religioso, social cultural, económico… Se desenvuelven perfectamente. Eso se ve de una forma muy positiva. Lo que me preocupa y me gustaría es que muchos, tal como el Rey Mohamed V de Marruecos, que abrió las puertas para que los judíos pudieran escapar de los campos de concentración y que sé que esa también es la filosofía del Reino de España, por eso quiero fortalecer con Felipe VI a que siga ese camino, con esa clarividencia, con esa claridad que tiene, de luchar por los derechos humanos, por la libertad, por el entendimiento y la convivencia, que es lo que queremos ya que todos somos hijos de Dios. España puede influir en Francia y otros países como Bélgica que viven momentos difíciles. Si la cabeza del país, el líder, está en el camino del bien, todo el país sigue el camino del bien. Felipe VI tiene mucha influencia en el mundo, en la cultura, es una figura respetada, querida, apreciada. Si una palabra saliera de boca del Rey para seguir en este ejemplo que está dando España de entendimiento y de convivencia tendría un eco extraordinario a nivel mundial.

-Por motivos completamente diferentes, muchos judíos están huyendo de Venezuela a España ¿cómo vio el país cuando estuvo el mes pasado?

-Hemos sido criticados por haber ido al palacio a ver al presidente Maduro. Yo no tengo un cerebro político, sino religioso. Quiero que la comunidad judía en Venezuela viva en paz y en tranquilidad. Necesitan de muchos servicios. Es verdad que algunos vienen a España, otros se van a Florida, pero todo el mundo es libre de tomar sus propias decisiones. He visitado sus colegios, sus sinagogas, tenemos que preocuparnos por ellos. (…) El presidente Maduro nos recibió muy bien. Venezuela no tiene relaciones con Israel y recibe al Gran Rabino de Jerusalén, ¿no es positivo? Además, el presidente Maduro nos dijo que me quedase tranquilo porque él es de origen judío sus abuelos eran de origen judío, y la comunidad tendrá todos los servicios. Con un cerebro religioso, lo que se logra es paz y tranquilidad.

-¿Cree que ha ayudado al restablecimiento de relaciones entre Israel y Venezuela?

-Todos los pasos que doy son con el acuerdo del Estado. Cuando indiqué que me iba a reunir con Maduro, el primer ministro israelí me dijo que debía reunirme también con la oposición. Mantuve un encuentro con María Corina Machado. Sería una gran alegría ver que se renuevan las relaciones entre Venezuela e Israel. Venezuela votó a favor del Estado de Israel en la ONU. Es muy importante mantener diálogo y conversaciones para que eso vuelva a restablecerse. No me dedico a la política. Mi misión es preocuparme por las comunidades judías en el mundo.

-¿Qué le parece el cambio de las embajadas de Tel Aviv a Jerusalén? ¿Teme un aumento de violencia contra su pueblo?

-Tengo una visión judía de lo que es Jerusalén, una visión religiosa. No me toca hablar de decisiones políticas. La visión judía que poseo es la visión de los profetas Isaías, Jeremías y Ezequiel de que el pueblo judío saldría al exilio durante miles de años, pero esos mismos profetas dijeron en sus escrituras sagradas que llegará el momento que volverán a la tierra de Israel y, por supuesto, a Jerusalén. Después de 2.000 años volvieron. El judío tiene una relación espiritual con Jerusalén, no se puede disociar. Sabíamos que iba y habrá muchas protestas al respecto. Pero poco a poco, la gente, los jefes de Estado con buenos valores y de principios, ellos serán los que también defenderán que esa tierra siempre perteneció al pueblo judío. Siempre y cuando se tenga una visión religiosa y no política. Porque la política tiene intereses, la religión es la verdad. Si creemos en la Biblia como el libro sagrado para todas las religiones monoteístas, definitivamente vamos a ver qué dicen las escrituras. El pueblo judío no tiene otro país nada más que Israel y su capital es Jerusalén. Así lo creo y espero que lograremos que el mundo reconozca que la capital del pueblo judío es Jerusalén. Y es que no porque uno se fue al exilio o lo sacarán al exilio uno perdió sus pertenencias que es la tierra marcada y la patria de los judíos. El primer templo que fue destruido en el año 586 antes de la era común. El segundo templo que fue destruido en el año 70 de la era común en Jerusalén. Eso era del pueblo judío. El sello de Ezequías, rey de Judea, (nieto del rey David) , todos sus descendientes, Jerusalén se llama la ciudad del rey David. En ningún momento dejó de pertenecer y ser del judío.

-Con su enfoque religioso, ¿cree que hay voluntad política para la paz en Oriente Medio entre Israel y Palestina?

-Es posible encontrarnos por medio de la paz, tome mi ejemplo: nací en Marruecos y viví hasta los 13 años allí. Jugábamos, nos divertíamos, nos visitábamos, a veces nos peleábamos, pero durante generaciones, las comunidades musulmanas y judías han vivido en paz y en tranquilidad. Quién iba a pensar que ya hay una paz con los egipcios desde hace más de 40 años, con los jordanos… Israel no mantiene aún relaciones oficiales con todos los países árabes vecinos, pero hay muchos países árabes vecinos que mantienen relaciones de todo tipo sin ser oficial. Lo que pasa es que los líderes políticos se asustan de los extremistas y entonces, creo que los que podían y pueden mantener esa paz son los hombres de fe, del islam, los imanes… Que ellos faciliten la tarea a los políticos para que lleven a cabo su voluntad de poder mantener ese diálogo y llegar a un acuerdo de paz. El pueblo judío quiere la paz, no quiere guerra. Nadie gana con la guerra, al contrario con la paz, todos somos ganadores.

Las cifras

3.843 sefardíes han conseguido la nacionalidad al amparo de la ley de 2015

1.400 venezolanos de origen sefardí han obtenido la nacionalidad española

40.000 personas forman aproximadamente la población judía en España.

 

 

Fuente:larazon.es