Séfora, la esposa de Moisés, ocupa un lugar singular dentro de la epopeya tanájica,  aquí te descubrimos varias razones que lo demuestran.


Séfora es, antes que nada, antes de ser la esposa de Moisés,  una de las siete hijas de un sacerdote medianita llamado Jetró.

Siglo XII a.e.c. Madián, la tierra de su origen, es el territorio de Madían,  cuarto hijo de Abraham, que lo concibió de Ketora, la mujer con la que se casó tras la muerte de Sarah. Madián se asentó en la tierra que va  del sur  Mar de la Sal al norte del Península de Arabia. (El kibutz Ketora , en la Aravá, se llama así en honor de la madre de los madianitas, Ketora, la coronada -de Keter, corona  de ktoret, el bálsamo de la unción sagrada) Los madianitas, grandes mercaderes de la época, fueron los que compraron a José cuando lo del pozo. Y quienes lo llevaron a Mitzráim, el Egipto.

Séfora segíun Boticceli

Séfora -Tzipora-  es, antes que la esposa de Moisés, el rescatado de las aguas, un pájaro. En hebreo, tzipor, ציפור pájaro. Desconocemos si los pájaros, o las aves en general, tenían entonces una simbología particular que nos ayude a conocer el porqué de su nombre; algunos lo quieren relacionar con el hecho de que ella , como un pájaro en su nido, escondió a Moisés en un lugar donde le llevaba comida.

Moshé -Moisés- antes que el líder que saca a los hebreos de Egipto, fue un prófugo egipcio y  refugiado en la tierra de Madián. Las siete hijas de Jetró -Yitró- abrevaban sus rebaños con agua de un pozo, pero unos pastores que querían para sí mismos el uso exclusivo de las aguas importunaron a las hijas de Jetró. Moisés intercedió por ellas y además sacó con sus propias manos el agua para abrevar a las ovejas. En agradecimiento, Jetró invitó a su tienda a Moisés y entonces Moisés se enamoró de Séfora y Tsipora de Moshé.

Moshé pasó a ser pastor de los rebaños de Ytró.  Y  con Séfora tuvo dos hijos: Guershon y Eliezer. Apacentando las ovejas fue cuando Moisés vivió el episodio de la zarza de que no se consumía, es decir, el evento que revela a Moisés como elegido para la misión de librar a los hebreos de la mano dura del egipcio. Y esta misión lo encumbrará para la eternidad como uno de los más importantes patriarcas del judaísmo: el que pasa el Mar Rojo a la Tierra Prometida como pasan los hebreos a ser judíos, los que moran en Judea. ¿Cómo es entonces que Séfora, en tanto que esposa de tan grande personaje, no ocupe el mismo puesto que ocupa Sarah  o  Rajel? ¿No es esto un rasgo de singularidad?

Aún quizás lo sea más si recordamos que de camino a Egipto, Dios quiso matar a Moisés por haber postergado la circuncisión de su hijo Eleazar, que es su madre quien la practica,  aquella noche de camino a Egipto.

Los Diez Mandamientos, de C B de Mille

Más tarde, Séfora se separa eventualmente de Moisés y regresa a casa de su padre en Madián. Cuando en la tercera luna después del Exodo de Egipto Moisés se reúna con su esposa en Sinaí tras la guerra contra los amalecitas y antes de recibir las Tablas de La Ley- ocurre también algo singular: el texto no menciona sentimiento alguno por parte de Moisés al volver a ver a su familia. Más tarde, en Números 12,  se nos dice que Moisés había tomado por esposa una Kusita, una mujer originaria del país de Kus, es decir, hoy Etiopía. ¿Se habían divorciado Séfora y Moisés?

Sí. Y según Rashi, el gran sabio medieval, el hecho de que Séfora regresara con sus hijos  a casa de su padre en Madián priva a los hijos de Moisés del paso glorioso por el Mar Rojo, por lo cual Moisés será castigado con no poder cruzar el Jordán a la Tierra Prometida.  Otros dicen que la mujer kusita es en realidad la misma Séfora, y que la expulsión de ésta habría sido eventual.

En el S III a.e.c., cuando Alejandro acababa de fundar la gran ciudad helenística de Alejandría, en la costa egipcia al Mediterráneo, flor de culturas de muchos pétalos, vivió allí un judío llamado Yejeskel, Ezequiel, quien muy integrado en la cultura helenística, pero si perder su identidad judía, se dedicó a la escritura de tragedias. Se le conoce, poco y mal, como Ezequiel El Trágico. Una de sus obras , conservada de manera incompleta por el incendio de la gran Biblioteca, es “Exodo”, donde sube a escena la epopeya hebrea saliendo de Egipto. Los fragmentos que conocemos son los referentes a Séfora. Y ya allí hablan de su belleza legendaria.

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