Enlace Judío México e Israel.- Una buena cantidad de historias relacionadas con la experiencia en el campo de concentración y exterminio nazi son superventas, entre ellas La bailarina de Auschwitz, con más de 20 mil copias vendidas en Chile.

JAVIER GARCÍA

“Su recepción ha sido el milagro más grande de mi vida”, dijo Edith Eger al diario británico The Guardian cuando su libro La bailarina de Auschwitz hace unos meses era distribuido en el Reino Unido. Publicado originalmente con el título The Choice (La elección), el testimonio de Eger ha sido un éxito editorial a un año de su publicación. En Chile ha vendido más de 20 mil copias.

Eger tenía 16 años cuando los nazis invadieron su pueblo de Hungría y se la llevaron con su familia a Auschwitz, el mayor campo de concentración y exterminio de la Segunda Guerra Mundial. Al pisar el recinto, sus padres fueron enviados a la cámara de gas y ella quedó junto a su hermana al filo de una muerte segura. Ante la petición del médico Josef Mengele, conocido como El ángel de la muerte, Eger debió bailar el vals “El Danubio azul”: entonces su talento le permitió sobrevivir. Luego fue a parar a Checoslovaquia y finalmente a Estados Unidos. Tras estudiar psicología y ser discípula de Viktor Frankl, hoy con 90 años Eger sigue atendiendo en su consulta de California.

El horror narrado por sobrevivientes o también historias de amor en medio de la miseria humana, ha sido contado en varios títulos desde que el 27 de enero de 1945, el centro de Auschwitz fuese liberado por el ejército soviético. Coincidiendo con el Día del Holocausto (27 de enero), se puede apreciar en librerías una serie de libros vínculados al centro de exterminio controlado por la Alemania nazi. Ubicado en Polonia, superó su récord histórico de visitantes en 2018 al alcanzar 2,15 millones de personas.

Además de La bailarina de Auschwitz están disponibles en vitrinas títulos como El tatuador de Auschwitz, de Heather Morris; Un amor en Auschwitz, de Francesca Paci; Después de Auschwitz, de Eva Schloss; Auschwitz: Cada día, un día más, de Esther Mucznik, la reedición del clásico Trilogía de Auschwitz, de Primo Levi, y en los próximos días aparece El chico que siguió a su padre hasta Auschwitz, de Jeremy Dronfield.

Supervivientes

Ocurrió a inicios de enero. El escritor español Arturo Pérez-Reverte apuntó en su cuenta de Twitter: “Iba a escribir una novela sobre Auschwitz, pero ya no quedan personajes libres: La bibliotecaria de Auschwitz, La bailarina de Auschwitz, El tatuador de Auschwitz, El farmacéutico de Auschwitz, La enfermera de Auschwitz, El mago de Auschwitz, El violinista de Auschwitz…”.

A pesar de estar en lo cierto, el chiste fue poco acertado y recibió una serie de críticas y una respuesta de la cuenta oficial en Twitter del Memorial de Auschwitz: “La historia de Auschwitz es la historia de sufrimiento de 1,3 millones de personas. Su tuit parece desencadenar comentarios que tristemente se están convirtiendo en una burla irrespetuosa a la memoria de esas personas”.

El interés en conocer testimonios y episodios del Holocausto sigue atrapando a los lectores. Otro de los ejemplares que se empina en la lista de los más vendidos es El tatuador de Auschwitz, de Heather Morris. Traducido a 17 idiomas, llegó a Chile en septiembre y ha vendido más de 10 mil copias.

El volumen es una novela nacida de la historia de Lale Sokolov, quien era un hombre de negocios austro-eslovaco y que estando detenido en Auschwitz fue obligado a tatuar con números en los brazos a los reos que llegaban. En medio del horror Lale conoció a una chica eslovaca llamada Gita Furman.

“Gran parte del interés que hay en el libro, y de su comercialización, se enfoca en la historia real en la que está basado; sin embargo, también hay cierta confusión acerca de qué partes de la novela son reales y cuáles no”, apuntó en un artículo sobre el libro The New York Times.

Disponible desde octubre el título Un amor en Auschwitz, de la periodista italiana Francesca Paci, está basado en una historia verídica. Cuenta la relación entre Mala Zimetbaum, joven que obligada trabajaba para las SS como intérprete y traductora y Edek Galiński, uno de los primeros hombres en llegar a Auschwitz y en presenciar cientos de torturas y muertes.

“Anoche me quedé despierta pensando cómo debería concluir esta historia. Dentro de 30 años no quedará ningún superviviente del Holocausto, así que este libro es mi carta a la posteridad”, escribe Eva Schloss, hermanastra de Ana Frank, en Después de Auschwitz. Y agrega: “Que la persecución de gente por ser judía -o por ser negra, o por ser gitana, o musulmana, u homosexual- se perciba como algo ridículo, inhumano y monstruoso”.

 

 

Fuente:latercera.com