Enlace Judío México e Israel – Si hay alguna esperanza de paz, tal vez los líderes religiosos judíos que entienden la cultura árabe y que han vivido en tierras árabes pueden conversar en árabe y lograr un avance.

GARY SCHIFF

Durante la mayor parte del siglo pasado, Israel y el liderazgo judío de todo el mundo hicieron todo lo posible por lograr la paz con nuestros vecinos árabes musulmanes, a través del diálogo interreligioso, cumbres internacionales, ofreciendo y dando tierra. Sin embargo, nada ha funcionado; de hecho, la situación ha empeorado a medida que nuestros vecinos se envalentonan con cada ganancia territorial. (De ahí, la preocupación en torno al tan esperado “acuerdo del siglo” que la administración Trump dará a conocer tras las elecciones en Israel).

¿Por qué nada ha funcionado? Porque el problema es que esta es una guerra religiosa, no una disputa política territorial. Entonces, ¿por qué no involucrar a nuestros líderes religiosos, especialmente aquellos que hablan su idioma y entienden su cultura?

En discursos y entrevistas para sus audiencias de habla árabe, el muftí de Jerusalén y los líderes palestinos, han dicho que esta es una guerra religiosa. “Estoy lleno de rabia hacia los judíos. Cuando me encuentro con uno de ellos, nunca lo saludo. Nunca lo haré. Los judíos no se atreven a molestarme porque son las criaturas más cobardes que Alá haya creado”, según un extracto clásico del mufti de Jerusalén (Cortesía de MEMRI).

Los líderes palestinos han admitido abiertamente que ocultan intencionalmente el aspecto religioso de la disputa; que para ellos, Israel es territorio musulmán conquistado.

Si hay alguna esperanza de paz, tal vez los líderes religiosos judíos que entienden la cultura árabe y que han vivido en tierras árabes pueden conversar en árabe lograr un avance. Tal vez tengan la clave. Curiosamente, estas son también las personas más respetadas en el mundo árabe-musulmán.

Estas dos visiones contra-intuitivas ilustran esta cuestión:

El rabino Ovadia Yosef criticó abiertamente a nuestros vecinos y se opuso vehementemente a la retirada de Gaza. Instó al gobierno a “no tener piedad” de nuestros enemigos. Sin embargo, en el reciente libro autobiográfico Maran de Yehuda Azoulay, Maran relata cómo el presidente egipcio Hosni Mubarak lo buscó y le pidió una berajá. [‘bendición’]. “Después de que terminamos, el presidente (Mubarak) les pidió a todos que salieran de la habitación… y me dijo:’rabino, le pido que me bendiga. Creo en su bendición’. Puse mis manos sobre su cabeza y lo bendije: que su presidencia dure muchos años. (Duró más de tres décadas).

En junio de 1967, inmediatamente después de que las Fuerzas de Defensa de Israel capturaron la Cueva de los Patriarcas (tumba de nuestros patriarcas y matriarcas), apareció un imán y recriminó a los soldados por entrar con zapatos sucios al lugar sagrado. El rabino Mordecai Eliyahu, que estaba con las tropas, le dijo al imán que se “retirara”. Dijo que estos muchachos judíos no habían visto a sus Emot (“madres”) y Avot (“padres”) en 2.000 años, y que sus padres ancestrales estaban contentos de verlos. Por lo tanto, no importaba que sus zapatos estuvieran sucios. Luego se dirigió al imán y le dijo que, por otro lado, él era hijo de un esclavo (Hagar). El se fue de inmediato. El comandante de las FDI reclamó al rabino por sus fuertes palabras al imán. Poco después, el imán apareció de nuevo y se disculpó con el rabino. Quizás entendió que ahora tenía el estatus de dhimmi (clase secundaria de judíos en tierras musulmanas y árabes). El rabino Eliyahu se dirigió a los soldados de las FDI y les dijo: “Conozco a estas personas. Crecí con ellos. Tú les dices la verdad y ellos la entienden”.

El rabino Eliyahu era respetado por los líderes religiosos musulmanes, al igual que el rabino Ovadia Yosef. Los imanes buscaban sus perspectivas. Los documentos jordanos destacan el dominio del árabe de Maran; incluso el presidente de la Autoridad, Palestina Mahmoud Abbas expresó sus condolencias por su fallecimiento. En el Medio Oriente, el respeto viene de la fuerza y el compromiso religioso.

Puede haber algo que aprender del mundo cristiano y su mayor conexión con Israel en las últimas dos décadas. Obviamente, hay grandes diferencias entre los cristianos y los musulmanes. Sin embargo, fue el rabino Fabian Schoenfeld, un importante rabino ortodoxo de Texas y el pastor John Hagee, quienes sembraron las semillas y alimentaron la creación de “Cristianos Unidos por Israel”. Su trabajo fue fundamental para el apoyo de Estados Unidos hacia Israel. Prominentes líderes religiosos que hablaban el mismo idioma y comprendían las culturas de cada uno crearon conexiones y cambiaron la perspectiva cristiana sobre Israel. Quizás esta es una lección importante para nosotros en Israel.

Entonces, sugiero al próximo gobierno: Nada más ha funcionado. Asignen a líderes religiosos sefardíes, especialmente a aquellos que hablan árabe y han convivido en la región con musulmanes. Ellos podrían desempeñar un papel fundamental en un diálogo dirigido a lograr una mayor comprensión.

Fuente: Jewish News Syndicate / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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