Enlace Judío México e Israel.- El pasado 27 de enero se conmemoró el 74 aniversario de la liberación de Auschwitz con eventos en diversas partes del mundo. Los crímenes de lesa humanidad perpetrados por los nazis no deben pasar al olvido, conmemorarlos es un antídoto para evitar que se repliquen.

JUAN ALBERTO CEDILLO EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

La tragedia comenzó cuando Reinhard Heydrich se reunió con altos oficiales alemanes en un suburbio de Berlín, el 20 de enero de 1942, para informarles sobre una iniciativa recién aprobada por Adolfo Hitler para eliminar a los judíos de los territorios controlados por Alemania, medida llamada genéricamente como la “Solución Final al problema judío”.

La Solución Final necesitó algunos campos de concentración para experimentar un nuevo método de exterminio masivo.

Con ese objetivo se seleccionó al campo Auschwitz II-Birkenau, el cual operaba en territorio de Polonia desde mayo de 1940.

En ese “campo de la muerte” se colocaron las cámaras de gas donde se asesinaron en promedio a seis mil personas por día, con un gas llamado Ziklon-B.

Se calcula que durante unos tres años murieron más de un millón de judíos, además de miles de enemigos del régimen nazi y gitanos.

En enero de 1945 las tropas soviéticas entraron a Polonia. Para el 27 de enero liberaron el campo de concentración y a partir de esa fecha comenzó a emerger el Holocausto.

La política antijudía de los nazis no fue ajena para la República Mexicana, ya que nuestro país también estuvo infectado por el odio que predicaron los seguidores de Hitler contra el pueblo hebreo.

Organizaciones fascistas seguidoras de los nazis exigieron en nuestro territorio el derramamiento de sangre judía.

Incluso la limpieza racial promovida en la Alemania Nazi se replicó en la República bajo las supuestas ideas “científicas” de la Eugenesia desde principios de la década de los treinta.

Desde julio de 1932 el gobernador de Veracruz, Adalberto Tejeda, aprobó la “Ley de eugenesia e higiene mental 352”, la cual promovió la esterilización de criminales existente en México, tal y como se realizó en la Alemania de Hitler.

Para Tejeda, “los avances de la ciencia positivista, el éxito que la genética y la biología habían tenido en la agricultura y ganadería, debían aplicarse a la raza humana”, cita la investigación “La influencia de la Sociedad Eugénica Mexicana en la educación y medicina social” de los autores Lara Suárez y López Guazo.

“Felizmente los trabajos científicos que con verdadero éxito se vienen desarrollando en el campo de la biología, nos han descubierto nuevos horizontes… en lo que toca al concepto y resolución de los problemas sociales como la criminología, prostitución, alcoholismo, pauperismos y otros que antes pensábase eran debidos en su totalidad a falta de oportunidades, trabajo, educación y otras circunstancias distintas y ajenas al individuo en sí”.

Además, surgieron diversas organizaciones fascistas que se distinguieron por apoyar las ideas nazis. La más peligrosa fue la de los Camisas Doradas que encabezaba un ex miembro de la división del Norte de Francisco Villa llamado Nicolás Rodríguez.

La doctora Alicia Gojman cuenta en su libro titulado “Camisas, escudos y desfiles militares” que los Camisas Doradas atacaron comercios de judíos en el Distrito Federal.

Los fascistas, encabezados por Rodríguez, también propinaron golpizas a destacados miembros de la comunidad israelí, los más destacados: Jacobo Glantz y al ex presidente de la Cámara Israelita de Comercio.

La doctora Alicia Gojman cuenta que incluso su familia, que venía huyendo desde Rusia, temía que esos grupos iniciaran un “Pogromo” en México.

Su familia había emigrado de Rusia debido a que ya habían sufrido los exterminios que se registraron en Ucrania, y debido a ello cavaron un hoyo debajo de su casa para esconderse.

Los Camisas Doradas llegaron a circular volantes y manifiestos exigiendo el “derramamiento de sangre judía”.

Hechos que hasta ahora han sido poco documentados. Registrarlos y difundirlos, sin duda es una tarea que ayuda a evitarlos

 

 

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