Enlace Judío México.- Muchos todavía recuerdan los días precedentes a la revolución antimonárquica de febrero de 1979 en Irán. No sólo galvanizó a una población joven y enérgica sino a muchas otras alrededor del mundo que anhelaban libertad.

REZA SHAFIEE

Esos días estuvieron llenos de esperanza y deseos de una nueva vida, un futuro con democracia y libertad.

Pronto terminó la luna de miel de la revolución. La “primavera de la Revolución” tuvo corta vida y duró apenas dos años.

Las nubes oscuras se extendieron a lo largo de la nación y el mundo rosa del anhelo y la esperanza desaparecio. Las prisiones del viejo régimen que fueron vaciadas, se llenaron nuevamente con hombres y mujeres que irónicamente desempeñaron un rol crucial en la revolución.

La Velayat-e faqih (Tutela del Jurista Islámico) fue establecida basada en la idea de represión en casa y el expansionismo en el exterior.

Ruholá Jomeini, fundador del régimen teocrático, fue citado diciendo que si la República Islámica era confinada dentro de sus fronteras, moriría. Esta es la doctrina que han seguido los herederos de la revolución para lidiar con los vecinos de Irán, la primera parada en en el camino a levantar su imperio chií fundamentalista.

Participando en guerras regionales ya sea directamente o a través de sus satélites como Jizbalá en Líbano o Asad en Siria, se muestra un intento implacable en esa dirección. Las guerras en Siria, Irak y Yemen son sólo algunas de las muchas con las que cuentan los Guardias Revolucionarios de Irán y su brazo externo, la Fuerza Quds. Las guerras son costosas y el régimen iraní ha estado gastando generosamente de los vastos recursos del país. Una vez entre los pueblos más ricos en la región, ahora muchos ciudadanos iraníes buscan comida en los cestos de basura.

1979-1981: un intento fallido de reformar al nuevo régimen

Durante esta época, la principal oposición iraní, la Organización Moyahedín del Pueblo de Irán (PMOI/MEK) con la ayuda de sus aliados, hizo su mejor esfuerzo para reformar el régimen de Jomeini. Fue un proceso tortuoso, que al final costó 50 vidas al MEK. Los partidarios más dedicados de la organización resultaron ser muy jóvenes y no iban a involucrarse en luchas callejeras con las fuerzas del gobierno. Había decenas de fuerzas en traje de civil, armados con palos, cuchillos y pistolas atacando a los simpatizantes del MEK.

El 20 de junio de 1981, 500,000 iraníes hartos del comportamiento del régimen salieron a las calles en una manifestación pacífica. Pero no pasó mucho tiempo antes que los Guardias Revolucionarios recibieran instrucciones de Jomeini de abrir fuego. Mataron a gran cantidad de manifestantes desarmados. Al día siguiente, las prisiones estaban llenas de jóvenes manifestantes arrestados el día anterior.

1981-1988: reino del terror

Los años siguientes, según muchos historiadores, estuvieron entre los días más oscuros del régimen gobernante. Fueron ejecutados miles de prisioneros políticos. La guerra de 8 años entre Irán e Irak estaba viento en popa y proporcionaba cobertura para las atrocidades en casa. En el verano de 1988 solamente, fueron ejecutados más de 30,000 prisioneros políticos, la mayoría miembros y partidarios del MEK. Entre los ataques terroristas de esa época, lo que sobresale es el ataque letal contra los cuarteles estadounidense y francés en Líbano en 1983. El exministro del CGRI, Mohsen Rafighdoost, fue citado por el diario estatal, Resalat, diciendo que “Estados Unidos conoce los explosivos que mezclamos con ideología y que han enviado al infierno a 400 oficiales y marines; tanto TNT como la ideología detrás de ella provinieron de Irán.”

Otro ataque terrorista de alto perfil, el cual fue llevado a cabo por el CGRI en 1986, tomó como blanco el lugar más santo en el Islam, la Meca. Los peregrinos, unos 100 ancianos de Irán, no estaban al tanto que sus bolsos contenían bombas. Los explosivos fueron detectados, quitados y puestos en lugar seguro por las autoridades saudíes durante el proceso regular de revisión por rayos x, luego regresaron a los visitantes para que continuaran su peregrinaje sin obstáculos.

La década de 1990; terror intensificado en casa y en el exterior

La década de 1990 coincidió con el mandato del presidente Akbar Hashemi Rafsanjani, un “moderado”. Su mandato es marcado por los ataques terroristas más brutales contra disidentes iraníes en el exterior. Muchos fueron abatidos a plena luz del día en países europeos: Francia, Austria, Suiza e Italia. Por supuesto como siempre durante las cuatro décadas de su gobierno, el foco principal del régimen ha sido su oposición principal: el MEK y su socio el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (NCRI). Irak fue un blanco fijo ya que era hogar de la oposición.

De regreso en Irán, aunque el régimen clerical mantuvo un nudo ajustado sobre las noticias hubo grandes levantamientos en ciudades tales como Mashhad en el nordeste, Arak en el centro e Islamshahr en los suburbios de la capital.

Décadas de 1990 y del 2000: Una competencia en el Occidente para ganarse a los clérigos iraníes

Esos años coincidieron con la carrera de los países occidentales para apaciguar al régimen iraní. La U.E. llegó con nombres grandiosos tales como “diálogo crucial” para abrir las conversaciones con los llamados “reformistas” de Irán. Pero según la biografía del Presidente Hasán Rouhani, Irán estuvo jugando con todos ellos.

En un discurso ante una reunión cerrada de prominentes clérigos y académicos islámicos, Rouhani, quien lideró las conversaciones con los llamados UE3 en el año 2003, reveló cómo Teherán jugó a ganar tiempo y trató de engañar al Occidente después que fue descubierto su programa nuclear secreto por la oposición iraní en el año 2002.

Un alejamiento de la política fallida

Dejando Estados Unidos atrás la política inútil de apaciguamiento, los últimos dos años se han vuelto una pesadilla para el régimen. Por encima de ello el país está hirviendo en disenso. Sintiendo el calor, el régimen iraní se quitó la máscara de “moderación” y mostró su verdadera forma de ser.

El 2018 fue el año que el régimen planeó conspiraciones terroristas en suelo europeo.

El régimen iraní ha tomado como blanco una vez más a su oposición principal, la que en las palabras del Líder Supremo Ali Jameney es el enemigo número uno.

Después de 40 años de represión en casa y exportación de terrorismo al exterior, la gente ya no está más dispuesta a soportar el status quo. Los que protestan organizados por una oposición experta cambiarán el régimen.

Reza Shafiee es miembro del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (NCRI).

Fuente: Eurasia Review- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México