Béla Braun y Eduardo Huerta para Enlace Judío México e Israel – Con frases incendiarias como “los educadores no podemos ser cínicos, tenemos que ser idealistas” o “en Israel, tanto el ministro de Educación como el ministro de Cultura carecen de interés en esos temas. A la primera oportunidad se van a volver ministros de Defensa…”, el catedrático Nimrod Aloni sacudió a la audiencia que se congregó esta tarde en las instalaciones de la Comunidad Sefaradí para participar en Iazamut, Seminario Internacional Sobre Innovación y Emprendimiento en Educación.

Entre los invitados al seminario estaba Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación quien, sin embargo, no pudo asistir. Su esposa, Cecilia Barbara Morfín, ocupó un asiento en la primera fila del público.

 

Con un estilo tremendamente enérgico y pasional, Aloni comenzó su conferencia con una advertencia para el público: “hoy les voy a dar muchas buenas razones para ser pesimistas.” Afirmación que desató diversas reacciones entre las cerca de 60 personas que se congregaron esta mañana. “Pero también les voy a dar muchas buenas razones para ser optimistas”, remató.

Según el académico, en el último siglo la humanidad se ha autoinfligido “atrocidades en masa y otras formas de abuso de la dignidad humana, incluyendo nuevas y sofisticadas formas de abuso y exclusión social relacionadas con el capitalismo global”.

Aloni retomó el objeto de su conferencia al referirse a cómo los educadores pueden actuar al respecto: “desde el punto de vista del humanismo, la misión central de la educación es cuidar y promover el bienestar de los jóvenes, su desarrollo completo y su autorrealización, una vida digna, participación significativa en la ciudadanía democrática y en la vida cultural”.

Dijo que, por lo tanto, era necesario adquirir una soberanía profesional para los educadores. Un cambio en su identidad profesional: “no servir a la agenda de las religiones, la economía o las ideologías sino, ante todo, presentarse como defensores del florecimiento humano y de la sostenibilidad ambiental”.

En un discurso que no dejó de ser político, al tiempo que enarboló constantemente las banderas humanistas, el pacifismo y la agenda progresista, Aloni habló sobre la influencia de los capitales en la academia, “la prostitución del arte” y la tragedia que implica que empresas trasnacionales y líderes mundiales controlen el destino del planeta.

“Get up / stand up / stand up for your rights”, dijo Aloni citando la famosa canción del artista rastafari Bob Marley; también citó a Gandhi: “si no reconoces a Dios en los rostros de las personas que ves todos los días, entonces pierdes el tiempo buscándolo en otras partes.” Advirtió que “no por ser judío, musulmán, cristiano o comunista tienes derecho de oprimir a otros.”

También advirtió que la inteligencia, los logros académicos y el desarrollo tecnológico “pueden destruir a la humanidad y al medioambiente tanto como pueden traer bienestar, crecimiento y felicidad”, y aseguró que el elemento más importante de la educación es la orientación hacia los valores. “Hay que alentar el bien y la sabiduría para escoger y actuar las buenas causas (…) promoviendo el florecimiento humano y la sostenibilidad ambiental.”

El doctor Aloni, experto en Filosofía de la Educación y autor de varios libros, habló fuerte contra el nihilismo ético y a favor de la equidad de género; también aseguró que los educadores deben ser intelectuales auténticos, “gente que sabe cómo conectar distintas áreas de conocimiento” pero, además, debe ser gente con pasión:

“La gente sin pasión debería de quedarse en casa y no venir a la escuela.”

 

Educación bilingüe en naciones multiétnicas

En su turno, Amira Bar Shalom habló de su experiencia como consejera en una escuela bilingüe donde se enseña tanto en hebreo como en árabe a niños judíos y musulmanes.

Narró las resistencias que han enfrentado quienes defienden el modelo integrativo, como el incendio del plantel a manos de fanáticos, y se congratuló por la expansión de las escuelas bilingües en Israel.

En el segundo bloque del seminario, el rector de la Universidad Hebraica (que convocó al evento junto con la Embajada de Israel en México y la Agencia Judía para Israel), Yehuda Bar-Shalom, habló del modelo educativo del colegio Kedma, en Jerusalén, donde fungió como consejero.

Habló sobre cómo ha cambiado la educación en casa, del autoritarismo a la sobreprotección. La idea de que “si le das a tu hijo experiencias positivas, va a ser feliz.” Dijo que nada en la realidad externa puede hacer feliz o infeliz a nadie, “solo tu posición en la realidad” puede determinar eso. También habló de la importancia del entorno en la generación de patologías en el individuo, y dijo que los educadores debían contener (que no es lo mismo que restringir), y actuar “sin miedo ni lástima”.

Por su parte Michael Ben Shitrit, innovador en el campo de la educación de jóvenes en riesgo, narró la historia de su vida y el proceso que lo llevó de ser un rebelde y conflictivo adolescente de una familia numerosa y pobre a completar una competencia “Iron Man” y ser un profesional de la innovación educativa con prestigio internacional.

La última conferencia del día estuvo a cargo de Ari Messer, director regional de México y América Latina Norte para la Agencia Judía, quien, luego de bromear con el público sobre su precaria situación como último conferencista (ya se habían retirado algunos de los participantes, incluyendo al embajador de Israel en México, Jonathan Peled), habló sobre Israel Excellence, incubadora de proyectos que logró mejorar el rendimiento académico de jóvenes de diversos países que participaron en el programa.

Dijo que, ante las constantes transformaciones del mundo, y con la expectativa de que los sistemas productivos cambien radicalmente en los próximos 20 años, era fundamental educar sobre pensamiento creativo sistemático, resolución de conflictos, ética, moralidad y liderazgo, es decir, habilidades para la vida, más que profesiones.

La Universidad Hebrea informó que “El Seminario Internacional sobre Innovación y Emprendimiento en Educación: IAZAMUT” tenía el propósito de ser “un panel colaborativo que permita compartir las experiencias de estos profesionales en materia de innovación educativa con integrantes de la sociedad mexicana —funcionarios, sociedad civil y educadores— así como con integrantes de la comunidad judía de México interesados en el tema.

Entre los invitados al seminario estaba Esteban Moctezuma Barragán, secretario de Educación quien, sin embargo, no pudo asistir. Su esposa, Cecilia Barbara Morfín, ocupó un asiento en la primera fila del público.

 

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