Enlace Judío México e Israel.- Muchas veces me han preguntado ¿cuál es el secreto para tener éxito en los negocios?, y cada vez que respondo esa pregunta mi memoria viaja hasta el año 2006, en el que tuve la oportunidad de conocer al entonces presidente de grupo Xtra y uno de los empresarios más exitosos del mundo, don Isaac Saba Raffoul Z”L.

DAVID MERINO EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Conocí a don Isaac en sus oficinas de Paseo de la Reforma y Prado Norte, en donde compartimos muchas horas de trabajo derivado de un proyecto en el que la firma para la cual yo trabajaba me había asignado. Lejos estaba yo de pensar que a mis 30 años de edad ese sería el proyecto que me cambiaría la vida para siempre, gracias a una situación que aconteció al concluir mi labor profesional con ese gran empresario.

El último día de mis labores con don Isaac al despedirme de él y agradecerle su valioso tiempo y su total colaboración para ayudarme a poder desarrollar con prontitud y eficiencia el trabajo a mi persona asignado, él me comentó (recuerdo perfectamente sus palabras) que tenía para mí un cheque con una “importante” gratificación personal porque se sentía complacido por como había desarrollado mi labor profesional; sin embargo al mostrarme un sobre con el cheque dentro, me hizo la pregunta que cambió mi vida: ¿Qué prefiere usted, el cheque o tres consejos de negocios?.

Debo reconocer que yo provengo de una familia de clase trabajadora de la Ciudad de México y que en esa época yo tenía poco tiempo de casado y algunas deudas contraídas por el matrimonio, por lo que la oferta del dinero era sumamente tentadora y no menos importante ya que me permitiría tener un nuevo comienzo económico.

Sin embargo, sin dudar respondí que prefería escuchar los tres consejos, ya que aplicándolos podría con el paso del tiempo, con trabajo, estudio y disciplina poder generar el recurso económico que representaba el cheque. A lo anterior, don Isaac comenzó a darme no tres, sino cuatro grandes lecciones de vida empresarial y que ahora comparto con ustedes:

1. Siempre mantente como un pez bajo el agua. Lo que se refiere a que hay que mantener un perfil discreto, situación que ayuda en muchos sentidos como empresario.

2. No te enamores del negocio sino del dinero. Es decir, que si un negocio solo ocasiona pérdidas pues hay que cerrarlo y no insistir en continuarlo solo por el cariño y el esfuerzo que costó hacerlo. De igual manera significa que si un negocio prospera y alguien quiere comprarlo a un buen precio, pues se venda y con la utilidad se generará un nuevo proyecto igual de apasionante.

3. Cuida tu nombre y la bolsa se llena sola. Como es obvio es importante el tener claro que es fundamental el mantener la ética, la integridad, la palabra dada y el compromiso contraído con los demás y como resultado de ello nuestro prestigio se acrecentará y generará prosperidad.

4. Cuida los centavos porque así se hacen los millones. Curiosamente no se refiere al ingreso de la empresa sino al gasto de la misma, a eficientar recursos y a ser detallista en el cómo se eroga el patrimonio.

Desde luego yo tomé debida nota de dichos consejos y me despedí de don Isaac muy contento de haber podido conocer un poco de su sabiduría empresarial, sin embargo, al llegar a la puerta de su oficina me llamó por mi nombre, y al girarme para verlo, sonriendo me dijo que se me había olvidado algo, para acto seguido extender su mano y entregarme el sobre que contenía el cheque.

De esa forma y hasta ahora en cada negocio que emprendo, sin importar si es pequeño o grande recuerdo esos consejos y los aplico, y efectivamente, he logrado ser una persona exitosa y reconocida en mi gremio y sector. Así que solo puedo darle gracias a la vida y a Dios por haber puesto en mi camino a don Isaac.