Enlace Judío México e Israel – Los esfuerzos del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu para asegurarse de que un partido racista de extrema derecha ingrese a la Knéset tras las próximas elecciones en Israel fueron condenados por rabinos, organizaciones y donantes judíos de EE.UU. que generalmente apoyan a Israel.

AMIR TIBON

Durante semanas, Netanyahu estuvo presionando por un pacto electoral entre Otzma Yehudit, un partido extremista que incluye simpatizantes del rabino Meir Kahana y el partido religioso-sionista Habait Hayehudi. El miércoles, convenció a ambos partidos de unir fuerzas y postularse conjuntamente para las elecciones del 9 de abril, aumentando así sus posibilidades de superar el umbral electoral del 3.25 por ciento de votos y obtener escaños en la Knéset.

Robert Wexler, un ex miembro demócrata del Congreso que apoyó firmemente las necesidades de seguridad de Israel, dijo horas antes de que se aprobara el pacto de unidad: “Esto complicará los esfuerzos para defender a Israel, especialmente dentro de la comunidad judía. ¿Qué les diremos a nuestros hijos?”

“Nosotros, sionistas y partidarios de Israel en Estados Unidos, hacemos un gran esfuerzo para exponer y mostrar correctamente la incitación del lado palestino. Pero, cuando el primer ministro otorga esta legitimidad a un partido tan extremo, daña nuestros esfuerzos. Temo que esto introduzca una equivalencia moral y sirva para racionalizar la incitación. Eso no es útil”, continuó.

“Muchos miembros de la comunidad judía consideran que el Likud representa la corriente principal de la política israelí. Cuando este partido asume, hasta cierto punto, la responsabilidad de promover a un grupo racista, es más difícil defender a Israel contra las críticas injustas. Esto perjudicará a la comunidad judía principalmente”. Wexler agregó que lo que le preocupa es que “esto es parte de una tendencia más amplia que incluye llamadas dentro del ala derecha para anexar Cisjordania”.

El rabino Rick Jacobs, presidente de la Unión para el Judaísmo Reformista, la mayor organización judía Norteamérica dijo: “Es muy preocupante que los discípulos de Meir Kahana podrían ser acogidos en el círculo político del primer ministro Netanyahu. Fomentar el poder político con el partido Otzma Yehudit, que profesa opiniones racistas sobre los árabes, debería ser impensable”.

El ex embajador de Estados Unidos en Israel, Dan Shapiro, advirtió que la elección de los líderes de Otzma Yehudit, podría crear complicaciones legales si intentan ingresar a Estados Unidos. En el pasado, al menos a uno de los líderes del partido se le negó la entrada debido a su afiliación con el movimiento Kaj, que fue designado por EE.UU. como una organización terrorista en la década de 1990.

Susie Gelman, una importante filántropa judía que ha apoyado a las instituciones judías e israelíes durante décadas, dijo a Haaretz: “Como alguien que ha estado involucrada durante décadas en la vida organizacional judía, con un fuerte enfoque en apoyar a Israel, me parece absolutamente espantoso”.

Gelman preside el Foro de Políticas de Israel, que trabaja para promover una solución de dos Estados. “He tenido desacuerdos políticos con Netanyahu antes, pero esto plantea una nueva pregunta: ¿Hay alguna línea de decencia y moralidad que él no cruce?”

“Las acciones de Netanyahu están alejando a los jóvenes judíos estadounidenses de Israel, pero también afectan a personas de mi generación, que han apoyado a Israel durante toda su vida adulta”. Sin embargo, aclaró: “Todavía me siento comprometida con el pueblo de Israel. Distingo entre el gobierno y el pueblo de Israel”.

El presidente de la Liga Antidifamación, Jonathan Greenblatt, también intervino en las críticas a la fusión política. “No debe haber espacio para el racismo ni para la intolerancia en Israel ni para ninguna democracia”, escribió. “ADL ha comentado previamente sobre la retórica llena de odio de los líderes del partido Otzma Yehudit, es preocupante que estén siendo legitimados por esta unión”, agregó.

Un funcionario de un grupo que promueve la diplomacia pública a favor de Israel, dijo a Haaretz que las acciones de Netanyahu serán utilizadas por el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones para su propio beneficio en contra del Estado judío.

“Cuando vi los titulares, inmediatamente supe que esto se quedaría con nosotros durante meses y que llegará a los campus universitarios y a la comunidad judía”, dijo .

El rabino Josh Weinberg, vicepresidente para Israel y el Sionismo en la Unión para el Judaísmo Reformista, también expresó su preocupación por las consecuencias. “Es simplemente reprensible que el primer ministro Netanyahu corteje a miembros kahanistas del partido de extrema derecha Otzma Yehudit”, dijo.

“Su ideología de racismo, sexismo y extrema xenofobia no debe tener lugar en un Estado judío y democrático. No olvidemos que el partido Kaj fue considerado ilegal en la década de 1990, y no es necesario mirar más allá de su agenda legislativa para entender por qué. Tal extremismo amenaza el tejido democrático de Israel, el sentimiento de seguridad de los ciudadanos no judíos del país, y hace un gran daño a quienes estamos dedicados a defender la imagen de Israel en el extranjero”.

La organización sionista progresista Ameinu expresó su indignación por el movimiento, describiéndolo como “una mancha en la democracia de Israel y una ofensa al sionismo. Hay ciertas ideas, políticas y grupos que son inaceptables; Otzma Yehudit, un partido racista de extrema derecha, ultranacionalista, no tiene lugar en la Knéset, y mucho menos en una coalición gubernamental. “La integración de grupos de odio como Otzma Yehudit solo puede dañar la posición de Israel en la comunidad internacional y dañar aún más las relaciones ya delicadas entre los judíos israelíes y estadounidenses”.

El presidente ejecutivo del Comité Judío Americano (CJA), David Harris, dijo a Haaretz: “Normalmente el comité no hace comentarios sobre los partidos políticos y los candidatos durante campañas electorales en Israel o EE.UU. Pero tras el anuncio de que Otzma Yehudit ahora busca escaños en la Knéset, nos sentimos obligados a hablar”.

“Las opiniones de Otzma Yehudit son reprobables y no reflejan los valores centrales de la misma fundación del Estado de Israel. El partido podría ganar suficientes votos para ingresar a la Knéset tras las próximas elecciones, e incluso podría formar parte de la coalición gobernante”.

“Históricamente, las opiniones de partidos extremistas, que reflejan la extrema izquierda o la extrema derecha, han sido firmemente rechazados por los principales partidos, aún cuando el proceso electoral de la democracia israelí ha permitido su presencia en la Knéset”.

“En última instancia, la Comisión Central de Elecciones de Israel debe determinar, como lo ha hecho en el pasado, si Otzma Yehudit puede postularse para las elecciones”.

“De cara las elecciones del 9 de abril, el CJA reafirma nuestro compromiso con el carácter democrático y judío de Israel, que esperamos sea el máximo ganador en cada ciclo electoral”.

AIPAC, el lobby político a favor de Israel con más peso en EE.UU., expresó este viernes su apoyo a la declaración del Comité Judío Americano.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico