Enlace Judío México e Israel.- Los activistas palestinos o pro-palestinos nos regalan frecuentemente patéticos ejemplos de su falta de escrúpulos a la hora de montar su escenografía propagandística. Hoy analizaremos un video que, por supuesto, se volvió viral entre todos los aficionados a denostar a Israel, la única democracia en Medio Oriente.

IRVING GATELL EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Se trata de un video de un poco más de tres minutos, y en YouTube lleva por título “Palestina Remix: Israeli brutality caught on tape” (Remix Palestino: la brutalidad israelí captada en video”). Apenas a los cinco segundos de video, ya aparece un texto que dice “activista captura en cámara los crímenes israelíes”. Y de inmediato comienza una breve entrevista con la activista palestina Salam Kana’an, que explica cómo grabó el material. Comenta que un 7 de julio (2008) estaba grabando una manifestación en Nilín, y aclara que no había cobertura de medios. Según cuenta, los soldados israelíes estuvieron arrestando manifestantes y dejándolos varias horas atados y bajo el sol.

Entonces comenta que a uno de ellos lo capturaron a eso de las 12:30 horas, y agrega que la protesta era “pacífica” (cosa que resulta imposible de creer, porque las tomas que ella hizo con su cámara son muy inestables, evidenciando que había mucho movimiento porque la situación estaba bastante agitada).

Y sigue con el relato de este joven arrestado: menciona que le cubrieron los ojos con un trapo y le amarraron las manos por detrás, para luego dejarlo cuatro horas sentado en el piso y bajo el sol. Luego dice cómo un oficial israelí ordenó que lo levantaran, y ella pensó que lo subirían al jeep para llevárselo, pero en vez de eso el oficial dio instrucciones para que le dispararan a quemarropa.

Entonces se ve la toma donde el prisionero palestino es puesto delante de un soldado israelí que le está apuntando con su rifle, y se oye el disparo. Salam evidentemente perdió un poco de equilibrio y por ello también perdió el encuadre de la cámara, pero al recuperarlo se ve que el prisionero palestino ya cayó al piso. Salam lo identifica como Ashraf Abu Rahmeh, un activista palestino de 27 años que frecuentemente participa en actividades en contra del muro que separa el territorio israelí de los territorios palestinos en la Franja Occidental (Cisjordania).

Después del episodio, Salam comenta que tuvo que presentarse en la corte y comprometerse a no volver a hacer ninguna filmación.

El video fue publicado por la organización Betselem (o B’tselem), siglas de una organización cuyo nombre en español es Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, fundada en 1999, y que se ha destacado por sus frecuentes, descarados y manipulados ataques contra el gobierno israelí y su ejército.

De hecho, este video es uno de los que mejor ejemplifican cómo Betselem se presta al juego propagandístico palestino con el único fin de denostar a Israel.

¿Cuál es el problema con este video? Su ambigüedad claramente diseñada para generar una impresión falsa en el público.

La impresión lógica que tiene cualquiera que vea el video es que el prisionero palestino fue asesinado a sangre fría. Y si bien es cierto que en el video nunca se dice explícitamente que se haya tratado de un homicidio perpetrado con una alevosía pasmosa, el hecho de que desde un principio se nos diga que en el video están registrados “los crímenes israelíes” nos anticipa que se va a tratar de eso o algo equivalente en su gravedad.

La reacción del público no se ha hecho esperar: prácticamente todos aquellos que son abiertamente anti-israelíes y han visto el video se han quejado del modo brutal en que este joven fue asesinado.

Pero hay muchos problemas con este asunto. Empecemos por los abstractos.

El video realmente no nos pone en contexto de nada. Sólo se habla de una “manifestación pacífica” (que evidentemente no lo era), y luego sólo se dice que Ashraf era un activista “anti-muro”, sin que se nos explique lo básico en relación a ese muro.

El muro que separa Israel de los territorios palestinos fue aprobado por el gobierno de Israel en 2002, en el marco de la Segunda Intifada (2000-2005), y fue una estrategia para contener los atentados suicidas que los palestinos organizaban durante ese violento conflicto y que dejaron cientos de muertos.

Lo primero que hay que señalar respecto a ese muro es que, le guste o no a los anti-israelíes, funcionó. Los atentados suicidas se redujeron al mínimo (eventualmente a cero) debido a los nuevos controles impuestos por Israel. Lo segundo es que, en realidad, no es un “muro” en la totalidad de su extensión. De los 721 kilómetros originalmente planeados, cerca de un 30% se quedó pendiente de construcción. Y de los poco más de 450 kilómetros construidos, sólo el 10% es realmente un muro. El 90% es una separación hecha a base de alambradas.

Hay otro detalle digno de notar: la de Israel y los territorios palestinos no es la única frontera del mundo en la que hay un muro. En realidad, la gran mayoría de las fronteras son así. El detalle es que esta no se puede ver como una frontera normal porque se trata de una medida de seguridad puesta por el gobierno de Israel. Por lo tanto, en la lógica de los anti-israelíes, en este caso en particular no debería haber ningún tipo de frontera ni de control por parte del gobierno israelí, y por supuesto no importa que eso facilitara el paso de terroristas palestinos. En el paradigma abiertamente judeófobo de esta gente, Israel tiene una extraña obligación de dejarse atacar sin tratar de defenderse.

Otro tema del que podría hablarse a raíz de lo que se ve en estos videos es el de los llamados “asesinatos selectivos” llevados a cabo por el ejército de Israel. En ocasiones, destacados líderes de grupos terroristas palestinos son directamente ejecutados en algún operativo, que lo mismo puede ser llevado a cabo por un dron o por cualquier otro recurso de la Fuerza Aérea, que por tropas del ejército directamente enviadas para llevarlos a cabo.

En los últimos años, una gran cantidad de terroristas palestinos han sido eliminados de ese modo, muchas veces siendo eliminados in fraganti cuando disparaban misiles, o cuando activaban sus armas de fuego hacia territorio israelí.

Probablemente los casos más célebres sean los de Ahmed Yassin y Abdel Aziz al-Rantisi, máximos líderes de Hamás. Yassin fue el jeque que fundó el movimiento, y su líder político y espiritual hasta 2004, cuando a los 67 fue eliminado en un ataque israelí. Inválido desde los 13 años a causa de un accidente deportivo, esa tarde Yassin había asistido a los rezos en una mezquita en la Franja de Gaza. Todavía estaba en curso la Segunda Intifada, y como represalia al activismo terrorista por parte de Hamás, en aquella ocasión un helicóptero de la Fuerza Aérea israelí se hizo presente justo cuando el jeque salió de sus rezos. El misil dio directo en su silla de ruedas.

Hamás intentó responder con más ataques suicidas, aunque sin éxito, y un mes después y en situaciones muy similares (la visita de otro helicóptero), Al-Rantisi, recién designado sucesor de Yassin, fue eliminado también.

Ante una situación de falta de información podría especularse que el joven capturado por el ejército israelí y grabado en el video de Salam, tal vez fuese un terrorista destacado con precio en su cabeza y, por lo tanto, simplemente ejecutado de este modo selectivo, aunque en el marco del operativo contra estos manifestantes.

En ese caso habría que señalar que esa nunca ha sido una estrategia sistemática por parte del gobierno israelí. Se trata de casos muy específicos dirigidos contra personas muy específicas, y cualquiera que tratara de demostrar con datos estadísticos o evidencia documentada que el ejército de Israel comete estas ejecuciones con frecuencia, se volvería loco buscando información que simplemente no existe.

En el más extremo de los casos, estamos hablando de una estrategia que Israel aplica muy esporádicamente.

Pero hay un detalle: conocemos el historial de Ashraf Abu Rahmeh, y sabemos que nunca fue un terrorista relevante. Así que en este caso no aplica el criterio de la ejecución selectiva.

Y aquí es donde viene lo realmente grotesco del video de Salma y de la participación activa de Betselem en todo esto: Ashraf no fue ejecutado por el ejército de Israel.

Lo que este infumable panfleto propagandístico en forma de video no dice, es que a Ashraf se le disparó una bala de goma en el pie.

Por supuesto, tampoco dice que justo al día siguiente de haberse hecho público el video, el Teniente Coronel Omri Bomberg, quien dio la orden de que se le disparara la bala de goma, fue dado de baja del ejército, y junto con un sargento que sólo fue identificado como “L” (y que fue quien hizo el disparo) de inmediato fueron sujetos a proceso judicial por conducta inaceptable para los estándares del ejército de Israel.

Cierto: hubo un exceso. Se hizo algo que no tenía por qué hacerse. Pero las autoridades israelíes procedieron en consecuencia con rigor y conforme a derecho, poniendo bajo arresto a los responsables, destituyéndolos de sus cargos, y procesándolos como marca la ley.

Pero eso no le importa a Betselem. A esa organización lo único que le interesa es la difamación, la denostación de Israel y su ejército. Por supuesto, en eso es completamente afín a todo el aparato propagandístico palestino, que en esta ocasión preparó un típico material editado y ambiguo, manipulado y apto sólo para gente sin rigor ni inteligencia suficiente como para investigar qué fue lo que realmente pasó.

¿Resultado? Miles de personas en internet chillando amargamente por un homicidio que nunca sucedió, pero que nos sirve para ver “la brutalidad del ejército israelí”.

¿Por qué los palestinos y sus fans tienen que recurrir a este tipo de material manipulado y falso?

Por una simple y sencilla razón: porque no tienen material verídico y confiable para hacer su montaje propagandístico. Si lo tuvieran, lo usarían.

Así es el mundo en Pallywood, la espontánea compañía productora que sólo se dedica a engañar gente, aprovechando que el prejuicio anti-judío sigue siendo demasiado popular entre las masas poco estudiadas y poco inteligentes.

 

 

 

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