Enlace Judío México e Israel.- El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo recientemente en una de sus conferencias mañaneras, que “Pemex fue saqueada por los gobiernos que le precedieron”, y con el argumento de rescatarla, anunció una inversión gubernamental de 3,900 millones de dólares para tratar de sanear a la empresa y apuntalar su producción.

ENRIQUE PRESBURGER CHEREM

Dicho plan fue visto como insuficiente por analistas y calificadoras, quienes concretamente critican los siguientes puntos:

1. Deuda casi insostenible: Pemex tiene vencimientos de deuda por 6,600 millones de dólares (mdd) en 2019, y casi 30,000 mdd sumados en los siguientes tres. La deuda financiera total alcanza los 106,000 mdd, que la ubica como la petrolera más endeudada del mundo. Dado que la deuda sigue creciendo y la producción bajando, se ve poco probable que este problema se resuelva realmente.

2. Refinería cuestionable: La construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, se ve como un proyecto inviable que no alcanzará el punto de equilibrio. El gobierno calcula una inversión de 8,000 millones de dólares en un proyecto que tardaría 3 años. No obstante, refinerías que se han hecho en regiones como Brasil, Colombia y Perú, tuvieron presupuestos entre 16 y 25 mil millones de dólares, y tardaron entre 5 y 10 años; periodo en que quizá la tecnología sea ya obsoleta. la producción de crudo, que se ubica en niveles mínimos en lustros, rondará los 1.7 millones de barriles por día (bpd) hacia fines del año. En enero fue de 1.6 millones de bpd.

3. Pérdida y baja productividad: La producción petrolera lleva casi una década en franca caída. Los volúmenes de producción tan sólo en 2019 cayeron casi un 19% a un mínimo de 1.6 millones de barriles por día (bpd). Pemex perdió 148,634 millones de pesos durante 2018. La deuda de la empresa creció un 2.2%.

Como resultado de esta situación, Fitch Ratings redujo las notas en moneda local y extranjera a largo plazo de la petrolera de BBB+ a BBB-, y sus calificaciones nacionales a largo plazo de AAA a AA. Lo anterior significa que, de degradarse un nivel más, las notas de Pemex entrarían en la categoría de “bono basura”, encareciendo muchísimo su financiamiento en los mercados y afectando la calificación crediticia de México como país en consecuencia también.

Estamos de acuerdo en que PEMEX tuvo un pésimo manejo en sexenios de gobiernos anteriores, que permitieron que los sindicatos y el derroche acabaran con la empresa más importante de México. No obstante, valdría la pena analizar si el rescate planteado también va por el rumbo correcto, pues de no ser así significaría un tiro de gracia no solo para PEMEX, sino para México, al ver una afectación seria en su calificación crediticia que encarecería todo el costo de la deuda nacional y extranjera.

 

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