Enlace Judío – Este jueves 21 de marzo en todo el mundo se estará festejando Purim. Habrá niños y adultos disfrazados en las calles, mujeres y niñas repartiendo regalos y en todas las casas judías habrá más de una persona cantando y celebrando con alegría. ¿Por qué? Porque celebramos haber sido salvados de las manos de Hamán el malvado y el decreto nefasto de su rey Asuero. La historia se encuentra en el Libro de Esther.

Hace varios años en épocas del Segundo Exilio judío, cuando los persas habían conquistado Jerusalén y el pueblo judío se encontraba disperso por todo el Imperio existió un hombre que quiso exterminar a todos los judíos. Ese hombre se llamaba Hamán he hizo uso de su poder económico e inteligencia para empujar al Emperador persa a hacer un decreto de exterminio en el 13 de Adar. En esas mismas épocas vivían en Shushan, la capital del Imperio Persa una pareja de judíos (Mordejai y Esther) que por ayuda divina se fueron haciendo allegados al Emperador. Ellos con distintos elementos pudieron hacer que el decreto de exterminio fuera anulado y que aquellos que querían asesinar a todos los judíos murieran de la misma forma que querían matar. Eso es lo que celebramos en Purim, los reveses de fortuna que llevaron a l salvación de los judíos y la muerte de sus enemigos. Creemos que esos reveses de fortuna fueron llevados por la mano de D-os y trasmiten sobre nosotros enseñanzas que duraran por el resto de los tiempos.

Por ejemplo, creemos que D-os se encuentra oculto en el mundo y lo lidera y dirige a través de medios indirectos; creemos que con los procedimientos correctos, el contexto y disposición necesaria podemos aprender a leer ese objetivo y revelarlo frente al resto de la humanidad. Pensamos que a través de una comunidad podemos dirigir el mundo en el que vivimos a D-os. Finalmente Purim también nos recuerda que el cuerpo y el alma están unidos en pos de ese servicio y por eso debemos aprender a usar y refinar ambos correctamente, sin eliminar ni uno de los dos. Para recodar y poner en práctica estos principios tenemos numerosas tradiciones que deben llevarse a cabo en el día de Purim. A continuación explicaremos cada una de ellas y el aprendizaje que nos trasmiten.

Lectura de la Meguila y ¿cómo D-os se nos manifiesta?

La mitzvá más importante de Purim es la lectura pública del Libro de Esther. Todo el mundo está obligado a atender y escuchar de su lectura. Algo que es muy curioso de este libro es que en ningún momento se menciona el nombre de D-os, los eventos están narrados de cierta forma que los hacen aparecer como simple casualidad. Es sólo hasta que uno lee el libro entero que puede darse cuenta que desde el inicio de la narración hasta el final hubo participación de la divinidad en forma oculta. A diferencia de otros milagros, el milagro de Purim funcionó dentro de las leyes de la naturaleza.

Leemos el libro de Esther (meguilat) para revelar y aceptar públicamente la participación de D-os en el mundo. Durante la festividad se nos incita a pensar en las formas que D-os nos ha guiado dentro de nuestra vida, en los pequeños detalles que nos acercan a Él, las pequeñas verdades que hemos aprendido al ver el mundo que creó y los cambios de fortuna que nos han ayudado a actuar conforme a cómo debemos actuar. Finalmente Purim y el Libro de Esther nos enseñan que la fortuna no existe que todo lo que sucede en este mundo fue aceptado por D-os. Es decir, nos llevan a una felicidad mayor a un mundo donde Su Presencia sea revelada.

La lectura se hace usualmente en un templo; debe hacerse en hebreo y hay un encargado de leerla en voz alta. Las personas para cumplir con la mitzvá deben oír cada una de las palabras que se dicen y están escritas en el libro. Por eso suelen repartirse copias con el libro para que los asistentes puedan seguir la lectura. Cada vez que se menciona el nombre de Hamán hacemos ruido con os pies o con macanas, para borrar su nombre. Hamán representa la maldad en este mundo, al tapar su nombre con ruido es como si lo elimináramos de este mundo.

Seudá de Purim y los Banquetes del Libro de Esther

Cuando uno lee el libro de Esther puede darse cuenta que aparecen numerosas cenas y banquetes en él. A través de los banquetes que organizó el rey Asuero el pueblo judío pecó y trajo sobre sí un decreto de infortunio en el Cielo. Mientras que a través de los banquetes que organiza Esther el decreto del Rey Asuero cambia de mal para bien. Los banquetes de Esther se hicieron después de una etapa de ayuno y arrepentimiento que todo el pueblo judío llevo a cabo. Su plan fue exitoso porque gracias al arrepentimiento del pueblo el decreto en el Cielo cambió.

Los banquetes en el libro de Esther representan la parte de nuestro cuerpo y alma que desea la sensualidad, que desea el contacto y la elevación del mundo físico. D-os nos dio un cuerpo no para que lo negáramos y no para que lo lastimáramos, sino para que aprendiéramos a disfrutar de él y dirigir ese impulso tan humano a Su servicio. El judaísmo no quiere eliminar lo físico el judaísmo quiere que la luz de la espiritualidad irradie con tanta fuerza que permee y purifique el mundo físico, no queremos que el alma se separé del cuerpo, queremos que el alma purifique al cuerpo y éste se perfeccione tanto que adquiera el mismo valor que ella, y la misma sintonía con D-os. El conflicto entre Persia e Israel retratado dentro de la historia de Purim, fue un conflicto entre el hedonismo carnal desprovisto de espiritualidad y la sensualidad llevada en el terreno de lo sagrado, de la elevación, de lo verdaderamente bello. En Purim aspiramos a vivir este tipo de relación con el cuerpo, como quisieron exterminar nuestro cuerpo, debemos celebrar con nuestro cuerpo.

Por eso es obligatorio tener una comida festiva (seudá) es obligatorio comer pan y festejar el milagro de Purim con el cuerpo. La gente lo hace bailando y cantando. También es obligatorio beber en esta comida, uno debe beber “hasta no distinguir entre bendito es Mordejai y bendito es Haman” es decir uno está obligado a beber hasta que no distinga el bien del mal.

Obligación de Beber y disfrazarse en Purim

Uno de los mandatos más polémicos de esta festividad es la de beber. Todos los rabinos del Talmud y de la Edad Media reconocen que beber es una obligación en Purim. Sin embargo, en las últimas décadas es una tradición que ha sido vista con malos ojos por algunos grupos que rechazan fuertemente la bebida.

¿Cuál es el sentido de este mandato? Es diverso y se dirige a los múltiples sentidos que tiene Purim como festividad. El primero es como dijimos aumentar la felicidad en Purim y celebrar a través del cuerpo. Cuando la gente bebe su felicidad incrementa, y uno con la bebida también toma más conciencia de su cuerpo y sus deseos carnales; esta acción debe ser hecha pensando en servir a D-os con esa alegría, debe hacerse pensando en recordar a Purim y no simplemente por deseo de beber únicamente.

Aparte la mitzvá se debe hacer con vino, la característica que tiene el vino sobre los otros licores es que revela lo oculto; bebemos para conocernos. Cuando no distinguimos entre “el bien y el mal” “Mordejai y Hamán” conocemos con mayor profundidad quiénes somos, las normas sociales se relajan y sabemos cuáles son nuestro deseos cuando no estamos atados por elementos externos como la sociedad. En Purim hacemos el esfuerzo de aceptarnos tal cual somos con todas nuestras virtudes y defectos y dirigir completamente esa parte de la persona hacia D-os.

Otra de las tradiciones muy comunes es disfrazarse, ya sea de un personaje que admiras y quieres imitar o un personaje que detestas y te quieres alejar. Al igual que el alcohol, esta costumbre trae a la persona conocimiento de sus cualidades internas y externas y de sus deseos. Sin embargo, no es la única razón por la que lo hacemos. También lo hacemos para recordar el ocultamiento de D-os en el mundo, el disfraz oculta a nuestros seres queridos. Sin embargo, sabemos que detrás de la máscara se encuentra la persona amada, detrás del disfraz estamos nosotros.

Así igual es este mundo detrás de lo material está lo espiritual, detrás de una tragedia está la alegría futura, detrás de la creación está el Creador. Cuando bebemos y no distinguimos entre el bien y el mal, cuando nos disfrazamos y escondemos nuestras caras aprendemos que el bien y el mal dependen de D-os, que los reveses de fortuna en realidad son acción de Su mano y esconden la llegada de un mundo mejor.

Mishloaj Manot. Dar regalos y fortalecer los lazos comunitarios

Las últimas dos mitzvot que quedan por abordar son tradiciones en las que uno está obligado a dar regalos a la gente que lo rodea. La primera se llama Mishloaj Manot, son canastitas llenas de comida que damos a personas que conocemos. Se tienen que regalar al menos dos. El sentido de está mitzvá es doble se busca alegrara a las personas con el regalo y fortalecer los lazos comunitarios. Aunque usualmente la gran mayoría de las personas damos mishloaj manot a nuestros mejores amigos, se recomienda dar este tipo de regalos a personas que jamás esperarían recibirlo de ti.

¿Por qué mostrar afecto a aquellas personas con las que tenemos conflictos? Porque es importante incluirnos dentro de una comunidad y desarrollar sentimientos de cariño hacia las personas que son parte de esa comunidad. Si el pueblo judío no fuera un pueblo unido jamás hubiera sobrevivido el paso del tiempo y su objetivo (que es revelar en el mundo la Presencia Divina) se hubiera extinguido hace mucho tiempo. Purim nos recuerda que debemos fomentar esos lazos.

La última mitzvá que se debe de hacer en este día es darle regalos a los pobres de la comunidad. Se le debe dar dinero al menos a dos pobres en el día de Purim para que puedan comprar y organizar una comida festiva como a ellos les gustaría. El sentido es alegrarlos y ayudarlos a cumplir con la mitzvá de la seudá.


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