Enlace Judío México e Israel.- Un conjunto de poemas que al leerlos se vuelven una plegaria que se elevan a un cielo etéreo que pareciera no tener principio ni fin; un cielo cuya frontera con la Madre Tierra está desdibujada.

PERLA SCHWARTZ PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

“Leer el infinito” (Editorial Praxis, 2016) de Jenny Asse Chayo (1963) es un libro que tiene varios vasos comunicantes con la escritura de Edmond Jabés y que por supuesto se sustenta en una profunda lectura bíblica y en traslación de varios elementos fundacionales del judaísmo.

Se lee en la contraportada: “…el diálogo entre la mujer que busca y la voz que responde de manera inusitada, como en una espiral que intenta unir el rostro humano con el Rostro divino, para encontrar todas las respuestas…”

En efecto la escritura de Asse fluye como torrente, cascada de palabras que se engarzan, a partir del postulado que es el escritor quien es el guardián de la memoria, aquel que la custodia cuidadosamente.

Para Jenny- lo escribe en uno de sus versos: “Escribir es cauterizar la herida sangrante…”; es el rescate de la morada íntima de un lenguaje que se eleva en un diáfano misticismo.

En momentos “Leer el infinito” pudiera tener vasos comunicantes con varios poetas españoles de la misma tendencia, pienso en San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús… a nivel de ese lenguaje de entrega a Elohim.

Otro de los valores de este libro es rescatar la pureza de la palabra, aquella que surge límpida de una fuente o un torrente, esa palabra que al envolverse de poesía se despliega por toda la página…

Son varios los temas que están presentes en este volumen poético: el exilio, el silencio, la luz y el fuego, entre otros.

“En el tiempo del silencio todo será entendido”. “Leer el infinito” es un libro poético-filosófico: una Cabalá de luciérnagas (las sílabas) que al unirse devienen en palabras y éstas en frases envolventes, en materia incandescente del lenguaje.

 

 

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