Celia Sutton para Enlace Judío México e Israel – El documental Hello I am David, primera película de la directora alemana Cosima Lange, surge de su idea de seguir de cerca los pasos de un asombroso personaje, David Helfgott, un verdadero genio en el piano, y de su sensible esposa Gillian, durante una gira de conciertos en Alemania con la Stuttgart Symphonic Orchestra.

 

David Helfgott es un pianista judío que nació en Australia en 1947, pues ahí se asentaron sus padres al huir de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial. Desde muy pequeño, este niño prodigio demostró una habilidad especial para el piano. Su padre, Peter, le compró uno a pesar de no contar con los medios económicos para hacerlo, de tal forma que David podía practicar en casa por horas diariamente.

A sus diez años ya tocaba piezas de Chopin y de Lizt. A los 14 años el aclamado violinista judío Isaac Stern le propuso llevarlo a Estados Unidos a estudiar, pero su padre no lo permitió, lo que ocasionó una ruptura irreparable en su relación.

Más tarde consiguió una beca en Londres, sin embargo su estado emocional y mental se deterioró en los años de su juventud, por lo que tuvo que ingresar a una clínica psiquiátrica y abandonar el estudio musical por un largo período.

La reconstrucción detallada de su vida aparece claramente relatada en la cinta Shine (1996), dirigida por Scott Hicks, con la brillante interpretación de Geoffrey Rush, por la que obtuvo el Oscar como mejor actor.

No obstante, en Hello I am David, de lo que el  espectador puede darse cuenta es de la compleja y a la vez encantadora personalidad de este genio de la música, su movimiento constante y su inquietud, pero sobre todo, su forma cálida y cariñosa de tratar a todo el que lo rodea.

Vemos a la directora en numerosas tomas conviviendo con la pareja, captando momentos cotidianos pero significativos, y recopilando testimonios y recuerdos de los más allegados al pianista. Esto se intercala con escenas de sus conciertos en los que se aprecia su impresionante capacidad y destreza, además de la emoción intensa con la que David interpreta un amplio repertorio musical.

Por eso, la recomendación es este tierno y humano documental, tan lleno de emociones y de mensajes positivos, que nos deja asomarnos a la vida de un hombre peculiar y distinto, de esos que nos enseñan la importancia de abrazar las diferencias.

 

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