Enlace Judío México e Israel – Para hablar de Beit Halojem, organización que ayuda a los veteranos de guerra israelí que resultan heridos o con lesiones permanentes, visitó México la exsoldado Moran Har-Even, quien compartió con el público su inspiradora historia de vida. 

 

 

El 8 de abril en el Auditorio “Marcos y Tere Metta” de la Comunidad Monte Sinaí se presentó Moran Har-Even, soldado herida en un entrenamiento cuando llevaba un año y medio sirviendo como cadete de aviación en el Ejercito de Israel, quien compartió con el público su historia de vida.

Har-Even cayó de una montaña siete metros. Se fracturó la cadera y los tobillos le quedaron destrozados. Por esta razón camina con muletas.

Beit Halojem es una organización que lucha día a día para mejorar la calidad de vida de los veteranos de guerra. La recompensa a su heroísmo es darles una mejor opción. En las casas de Beit Halojem, los veteranos cuentan con los diferentes servicios para su recuperación de las diferentes heridas que han recibido durante el servicio militar o en actos de terrorismo.

Encuentran servicios psicológicos, fisioterapia, recreativos y mucho más. Para comenzar el evento tomó la palabra Malke Izbitzki, presidenta de Beit Halojem México:

“’Los que enseñan Tzedaká (caridad) a la multitud brillan como estrella” Daniel 12:3′. El pueblo judío ha
tenido más historia que geografía. Israel vive como siempre tiempos muy críticos. En un peligro latente vislumbrando un futuro incierto.” Agregó que “nosotros los judíos de la diáspora nos sentimos muy vulnerables teniendo la espalda contra la pared. Instintivamente sentimos que estamos solos. Los ciudadanos de Israel no solo trabajan para conservar la excelencia tecnológica, científica, médica, cultural y militar.”

Izbitzki recordó que “hay sesenta países árabes musulmanes con más de un billón (sic) de personas.
Muchos de ellos están involucrados en campañas de deslegitimación contra Israel, una nación del
tamaño del Estado de Tlaxcala.”

El Grupo Or Jay de Beit Halojem nos sentimos muy bendecidas por tomar acción en la vida de los
soldados que han arriesgado sus vidas por la seguridad de Medinat Israel y preservar la existencia
de todos los judíos del mundo.”

Moran Har-Even nos platicó su historia mientras Adrián Teper, director de Moran Har-Even para
América Latina traducía:

“Nací en Ramat Gan con una familia muy cariñosa. Soy la mediana de tres hermanas. Desde pequeña me gustaba la música, tocaba yo el piano. En la secundaria estudié Biotecnología y arte. Estando en el último año de secundaria fui invitada a pertenecer al grupo de aviación en el ejército. Esto me hizo sentirme muy orgullosa. Éramos doscientos hombres y trece mujeres. Todo el ambiente es muy masculino. El traje de piloto está adaptado a hombres. Se pone por los pies hasta llegar a brazos y hombros, tiene un cierre al frente para cubrirse. ¿Las mujeres qué? Cuando tenemos que ir al baño hay que desvestirse. ”

Dijo que tomó un curso de pilotaje de helicóptero, que le gustó porque implicaba tener contacto directo con la gente para salvar vidas. Luego vino su accidente. La llevaron a un hopital en Beer Sheva pero sus padres solicitaron que la trasladaran al hospital de Tel HaShomer, en Ramat Gan, uno de los hospitales más importantes del mundo en rehabilitación.

“Estuve ocho meses. En este tiempo tuve que volver a aprender a caminar, tuve fisioterapia e hidroterapia.
Un día me visitaron de Beit Halojem para invitarme a un curso de buceo. Pensé que estaban locos. ‘Apenas me puedo parar, no puedo caminar bien y me es imposible ponerme las aletas para nadar. Aparte de que le tengo miedo a los peces’. Finalmente decidí tener esta experiencia. Me gustó mucho, me puedo mover más fácil. Hoy después de diez años soy instructora y miembro del grupo de buceo de la Asociación Etgorim (desafíos) para gente discapacitada.”

La exsoldado deberá de hacer fisioterapia toda su vida. Dijo que decidió cambiar de ambiente y rehabilitarse en Beit Halojem, donde los tratamientos son adaptados a las necesidades de cada soldado. “Tenemos también actividades deportivas. Hay dentro de la institución ayuda moral y mental.”

Dijo que, después de un tiempo, estudió la maestría en Psicología clínica y Rehabilitación en la Universidad de Bar-Ilan, donde se graduó con  honores. “Tengo práctica profesional en la Clínica de Servicio de la Comunidad de la Universidad de Bar-Ilan. Tratamiento en niños y adultos.”

Y como si el día durara 80 horas, Moran hace práctica profesional en la Asociación Israelí de Lucha contra el Cáncer- Diagnóstico y tratamiento. “Soy coordinadora del grupo “Niñas sin Madres” que son niños que han quedado huérfanos por la guerra. Tengo maestría en Biotecnología con especialización en Neurofisiología. Trabajo en un proyecto de Electrofisiología Celular en el laboratorio del Dr. Yoav paz.
Actualmente toco la guitarra y me gusta mucho la armónica”, y es miembro de la Sinfónica de
Armónica de Shmuel Gofol Z”L”.

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