Enlace Judío México e Israel – El presidente de EE.UU., Donald Trump, acogió el servicio religioso del Día Nacional de Oración en la Casa Blanca este jueves, que coincidió este año con Yom Hashoá y en la que participaron sobrevivientes del ataque a la sinagoga de Poway.

El mandatario enfatizó durante su intervenciónen que EE.UU. está comprometido a proteger a todas sus comunidades religiosas, y se refirió a los reciente “ataques viles y llenos de odio” tanto en el país como en el mundo, mencionando los ataques antisemitas ocurridos en Pittsburgh, y apenas este fin de semana, en Poway, California.

Nombró de manera especial a Lori Gilbert Kaye, la única víctima mortal del ataque en Poway y la elogió por “dar su vida” por el rabino de la congregación, Yisroel Goldstein, que fue uno de los invitados de honor a la ceremonia.

Así mismo, presentó con gran elogio de la audiencia al agente fronterizo Jonathan Morales y al veterano Oscar Stewart, ambos de fe judía y que dieron todo su empeño durante el ataque para detener al sospechoso fuertemente armado, John T. Earnest, que dejó heridos además a otras dos personas: Almog Peretz y la pequeña Noya Dahan.

“Todos debemos de mantenernos fuertes para derrotar al mal”, expresó Stewart, en tanto que Morales, citando al Rebbe de Lubavitch, Menajem Mendel Schneerson, expresó su deseo de derrotar a la violencia con la bondad.

Con una férula y sin un dedo, el rabino Goldstein, a quien Trump calificó como la persona ideal “para expresar el horror y la belleza” de lo que representa, otorgó igualmente unas palabras ante la audiencia.

“Hace sólo 5 días, la mañana del sábado, enfrenté el mal y la peor oscuridad de todos los tiempos, justo en nuestra casa de culto, justo en en el Jabad de Poway. Los enfrenté y tuve que hacer una decisión de huir y ocultarme, o de estar de pie y luchar, y de proteger a todos los que estaban ahí. No podemos controlar lo que otros hacen, pero podemos controlar cómo reaccionamos”, dijo.

Citando también al difunto Rebbe, expresó que la única forma de combatir a la oscuridad es con luz, y aseguró haber tomado la decisión de salvar el mayor número de vidas que pudiera.

“Yo debería de estar muerto ahora, basándome en la regla de la estadística. Estuve en la línea de fuego, las balas volaban, mis dedos volaron, pero no me detuve. El Rebbe me enseñó que, ‘como un judío, eres un soldado de Dios y tienes que mantenerte firme y hacer lo que sea necesario para cambiar el mundo'”, agregó.

Apuntó que su vida “ha cambiado para siempre”, pero considera que el cambio ocurrió para que él pueda realizar cambios y para ayudar a otros a ser fuertes.

Ante los cuestionamientos que se le han presentado de cómo prevenir un nuevo Poway o Pittsburgh, Goldstein, citando de nuevo al Rebbe, sugirió que se estableciera un momento de silencio en todas las escuelas públicas para que los niños pequeños puedan reconocer que “hay más bondad en el mundo y que todo ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios”.

En un elogio a Trump, al que calificó como un “Mensch por excelencia”, aseguró que se trató de la primera persona que echó a andar su proceso de sanación y le agradeció de gran manera tanto por ello, como por su consuelo a la familia de Gilbert Kaye.

Goldstein comunicó que el día 2 de junio se llevará a cabo una marcha en memoria de Gilbert Kaye, “para mostrar que nada puede detenernos”.

“Lucharemos con toda nuestra fuerza y todo lo que tenemos en nuestros cuerpos para derrotar el antisemitismo, para acabar los ataques contra el pueblo judío y para vencer toda forma de persecución, intolerancia y odio”, concluyó Trump sobre el tema.

El Día Nacional de Oración, celebrado cada primer jueves de mayo, fue establecido en 1952 mediante una resolución conjunta del Congreso y firmado por el entonces presidente Harry Truman.

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