Enlace Judío México e Israel.- El día 02 de mayo se conmemoró en el Centro Israelita, el Día del Holocausto. Como siempre, una ceremonia que nos lleva profundamente a reflexionar acerca de lo que ocurre en el mundo.

THELMA KIRSCH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Como cada año, al iniciar, recitamos Izkor cantado por el Rabino de nuestra comunidad Pini Ben Mordechai, recordando a todos los fallecidos
Este día tiene un arraigo muy profundo en los corazones de los presentes.

Se entremezclaron diálogos, poesía, digitalización y música, además del tradicional encendido de las 6 velas en recuerdo de las víctimas de esa terrible etapa de la historia.

Este año se presentó un monólogo actuado por una actriz titulado: “Su nombre era Samuel” y escrito por una socia de la comunidad que nos hablaba de una mujer que se integró a la Resistencia rescatando vidas inocentes. Una historia que apareció hace muchos años en un periódico en Yiddish y que había permanecido escondido entre viejas fotografías.

Es difícil elegir entre tanto material tan significativo, pero también el equipo optó por leer la heroica historia de una niña llamada Fanny Ben Ami, quién contando tan solo 13 años de edad, salvó a 150 niños de ser masacrados, ayudándolos a cruzar la frontera hacia Suiza. Una historia que queda clavada como una flecha ardiente.

El coro formado por la esposa de nuestro Rabino: la Sra. Miriam Waissberger y Renana Ben Mordechai, cantó en yiddish al lado de la Sra. Jessica Kirsch (quién da clases de Yiddish a los que deseen tomarlas) la canción “Papirosn”. Renana Ben Mordechai participó con un poema de su autoría.
Más tarde, en pie y solemnemente todos los asistentes entonamos el Himno de los Partisanos para luego pasar al Hatikva.

Sería muy difícil expresar lo que este canto trae al espíritu, ese orgullo maravilloso al vernos unidos como una nación fuerte y poderosa, después de haber visto, reconocido y entendido que el judaísmo deseaba ser eliminado de la faz de la Tierra.

Los asistentes tuvimos también la oportunidad de ver una exposición de arte que el Centro montó con copias de cuadros de grandes artistas y pintores que salieron del Holocausto y que recuerdan con su obra el dolor que vivieron y la gloria de la liberación (Regalo del Museo de Yad Vashem).

Con una nutrida asistencia, este ha sido un año más para: recordar y jamás olvidar.

Unirnos en comunidad como parte íntegra de un pueblo que luchará siempre por su existencia.