Enlace Judío México e Israel.- El CDIJUM –en su nueva sede de la calle de Córdoba– está de plácemes: Di Shtime –La voz israelita de México– el periódico en lengua idish, fundado por don Moisés Rubinstein Badash en el año de 1937, el 17 de abril del año en curso, integró el tomo correspondiente al año de 1943 –en plena Guerra Mundial– cuando los judíos se levantaban en Majdanek, una noticia para muchos inusitada, inaudita. En aquel año, don Moisés en un pequeño recuadro, ofrece a los lectores Meksikaner Temes –Temas Mexicanos– de su autoría: un cúmulo de vivencias de los migrantes: su llegada a México, vía Veracruz, el Paseo dominical en Xochimilco, la visita al Palacio de Gobierno, entre un gran etcétera.

BECKY RUBINSTEIN F.

Francisco Acosta, encargado de la Hemeroteca, de los periódicos y las revistas en idish, recibió el tomo encuadernado –según sus palabras- en inmejorable estado.

Por supuesto, “será intervenido”. En primer lugar, una brocha ad hoc retirará el polvo acumulado por años, luego vendrá “la cuarentena” –su aislamiento temporal con aire seco–. Ya recuperado –por decirlo de algún modo– engrosará la serie de volúmenes de Di Shtime –donados por los sobrinos nietos de don Moisés e hijos de don Abraham Rubinstein Grodielsky, linotipista desde su tierna juventud y director (Redactor) de Di Shtime, tras el deceso de su fundador, fundador –asimismo- de Di Tzait, que lo presidió, en un formato más pequeño. El nuevo periódico –que salía
el viernes para placer de los lectores– incluía fotografías de compromisos, matrimonios, Brit Milot, Bar Mitzvot , anuncios de pieles finas, pastelerías, tienda de abarrotes de comida judía, entre un gran etcétera: espejo de la vida cotidiana y comunitaria del sector askenazi de México de habla idish en nuestro país.

Acosta -egresado de la carrera de Historia de la UNAM – Acatlán, quien realiza su Servicio social en el Centro de Documentación, cuando se encontraba en la calle de Acapulco en la colonia Condesa– cuenta que aprendió idish con la maestra Yohana Ravinovich- gracias a la cual se desempeña con soltura en un mundo de letras hebreas, donde se encuentran, por ejemplo, incunables del siglo XVII, de la época de la Conquista española en suelo español, además de libros salvados de la hecatombe nazi, así como libros producidos en México por escritores de habla idish,
amén de los libros de autores clásicos como Sholem Aleijem, Sholem Asch, Isaac Bashevis Singer, I.I. Singer. Incluso se encuentra Don Quijote de la Mancha y Shakespeare en espera de ser encontrados, leídos, recordados…

Una pregunta clave: ¿Cómo llega Di Shtime 1943 al CDIJUM? En síntesis: don Abraham era amigo íntimo y de toda la vida del Dr. Efraín Fishbein, cuyo consultorio se encontraba en la calle de Perú, del Centro de la ciudad. Obviamente, el doctor, quien vivió alrededor de 100 años –y recién fallecido- se anunciaba en el periódico semanal. Un buen día, su hija Cecilia Fishbein de Jinich me comenta que en su casa “hay un libro” de mi papá.

El libro –que desconocemos cómo y por qué llegó a casa del doctor, y luego a casa de su hija- tenía un destino mejor que estar arrumbado, de ahí que se planeó una estrategia –por llamarla de algún modo– para hacer entrega del volumen, compañero de anaquel y de destino de otros volúmenes de Di Shtime, guardados y resguardados con gran amor y dedicación por Francisco, Carlos y Carla, piezas clave en CDIJUM remozado para bien comunitario- extracomunitario.

Las visitas llegan y llegan: las puertas están abiertas para investigadores locales y del extranjero.

En entrevista con Francisco respondió a una pregunta clave: ¿Qué significa la llegada insospechada de un volumen más de Di Shtime– al cual, por cierto le faltan algunos tomos, que quién sabe dónde se encuentran ocultos e invisibles? El entrevistado contesta: “La donación viene a completar el número de Di Shtime –una parte de la historia de la comunidad judía de México, del Bundismo. Don Moisés era, bundista…Un volumen de 1943 registra un capítulo de la historia judía bajo el nazismo, y testimonia la vida judía en tierras mexicanas, y su crecimiento.”

Francisco saca a colación a Matty Finkelman, –pieza clave de CDIJUM y en su trayectoria personal– quien diferencia entre maestro y profesores: los profesores instruyen, los maestros enseñan…Para él y sus compañeros, Matty es una gran maestra…

Nuestro agradecimiento a los fundadores de CDIJUM como institución, a CDIJUM sede cultural clave de nuestro entorno…La lista es enorme…

Por cierto, Francisco Acosta –nuestro entrevistado– cuenta sobre sus logros personales: un texto sobre las bodas judías a través de los tiempos –con Di Shtime como fuente primaria–. Entre otras cosas, planea escribir sobre la prensa judía en México…un tema para muchas hojas…

 

 

 

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