“No serás una víctima
No serás un perpetrador
y sobre todo, no serás un espectador”

Yehuda Bauer

Presidentes, colegas, sobrevivientes… Shalom.

Han pasado ochenta años desde que estalló la Segunda Guerra Mundial, la guerra más grande, más cruel y despreciable de la historia de las naciones.

La ideología y la maquinaria nazi amenazaron con borrar al pueblo judío de la faz de la tierra y arrancarle sus raíces únicas. Sin embargo, el Pueblo judío, cuyo destino estaba aparentemente condenado a la destrucción, logró sobrevivir. Y aun más, a pesar de las circunstancias tan terribles, logro proporcionar miles de combatientes judíos: soldados y comandantes que lucharon en las filas de los ejércitos aliados o en la brigada judía.

Otras luchas fueron diferentes e igualmente difíciles: de mantener la dignidad humana.
Los que sobrevivieron seguían su lucha e hicieron su camino obstinadamente hacia la tierra prometida de Eretz Israel.

Hoy, a una semana de celebrar el 71 aniversario de la creación del Estado de Israel, nos reunimos para recordar y conmemorar a los 6 millones de hermanos y hermanas que no tenían el refugio y respaldo de un Estado judío soberano, y perecieron en la Shoá.

El Estado de Israel fue establecido sobre las cenizas del Holocausto y para asegurar para siempre al Pueblo judío y a los judíos, estén donde estén. Pero el solo hecho de tener un Estado judío no es suficiente. El mundo sigue siendo un lugar peligroso y el populismo, el sentimiento anti inmigratorio y el racismo siguen levantando su cabeza.

El surgimiento del antisemitismo en Europa y EU es alarmante y nos toca cada vez más cerca.
Por eso la historia del Holocausto no es solo una lección del pasado sino una lección del presente y del futuro.

Hoy más que nunca debemos sensibilizarnos frente a la discriminación, la intolerancia y la xenofobia. No basta en solo recordar y mantener viva la memoria del Holocausto, sino de levantar la voz, de reaccionar y de actuar contra cualquier forma de discriminación, de persecución y de violación de derechos humanos en el mundo. Bien sabemos que donde se insultan a personas discapacitadas, a inmigrantes, tarde o temprano terminará atacando a judíos y lo que empieza en contra de los judíos, nunca termina solo con ellos.

Debemos luchar por construir un mundo más incluyente y de mayor entendimiento.
Debemos luchar por un mundo mejor a través de la tolerancia, y el respeto a la dignidad humana.

Shimon Peres dijo: “para evitar que la humanidad vuelva a perder su humanidad, debemos garantizar que cada persona tenga el derecho de ser diferente, diferente e igual.”

Este Yom Hashoá debe servir como una llamada de atención, no solo para cada judío sino para cada ser humano, de hacer una introspección, de cuestionar nuestro comportamiento personal y de nuestro compromiso hacia el prójimo y en favor de la sociedad humana.

Sea bendita la memoria de las víctimas del Holocausto y nos comprometemos con ellos en acciónes – que nunca jamás.