Enlace Judío México e Israel – La ceremonia principal para honrar a los soldados caídos y las víctimas de actos terroristas en Yom Hazikarón dio inicio el martes por la noche en el Muro de los Lamentos en Jerusalén con la presencia del presidente de Israel Reuven Rivlin, el jefe del Estado Mayor, teniente general Aviv Kohavi y el comisario interino de la Policía, Moti Cohen.

El presidente Rivlin se dirigió a las familias que perdieron a sus seres queridos y dijo:”Nuestro bienestar está en el suyo. Sé que piensan y creen que no comprendemos, que nunca entenderemos. Pero hoy, a pesar de todo, les pedimos que nos cuenten”.

Cuéntenos de ella, de él, cuéntanos de la persona. Llévenos a ese espacio que está tan lleno, lleno de cosas, que dejaron en sus corazones. Permítanos recordarlos.

“Hace un mes trajimos a casa los restos del sargento Zacharia Baumel, 37 años después de que cayera en la batalla de Sultán Ya’akov, durante la Primera Guerra del Líbano. De esta manera, el Estado de Israel cumplió con su promesa ante todos los padres y madres de Israel, la obligación de traer a casa a los hombres y mujeres que no volvieron de la batalla. Esta es una promesa que aún debemos cumplir a las familias de cada uno de los soldados desaparecidos de las FDI y los soldados caídos cuyo lugar de entierro no se conoce. No descansaremos hasta que todos nuestros hijos vuelvan de la batalla”.

“Queridas familias, las promesas de construir con nuestro sudor una vida digna, tranquila y segura para nuestros hijos, y traerlos a casa, aún cuando no volvieron de la batalla, están en el corazón de nuestras vidas aquí, son la base del pacto israelí. El Estado de Israel se creó de los sueños y la fe, de un gran deseo de construir nuestro hogar. Los grandes padres del sionismo sabían que su gran poder siempre estaría en su espíritu humano, en la creencia de la existencia de un gran “nosotros”. Pasaron 71 años. Antes y ahora todas nuestras maravillas se basan en una cosa, en los hijos e hijas de esta tierra, en el ‘nosotros'”, concluyó Rivlin.

El Jefe de Estado Mayor, teniente general Aviv Kohavi, dijo en la ceremonia que “los caídos cayeron al servicio del pueblo y cada uno fue otro ladrillo que fortaleció el muro de seguridad. Todos juntos construyeron el muro protector del pueblo”.

El jefe de las FDI comparó las sirenas que sonaban en todo país con “el llanto de una madre que perdió a su hijo y el de una hija que perdió a su padre. Es un momento único que nos permite sentir el llanto del corazón y la tormenta de emociones”, dijo.

“Pero la sirena tiene otro poder. Borra las fronteras entre los campamentos, disuelve las barreras y une a la nación”.

Kohavi se comprometió a tratar de reducir el número de soldados caídos en entrenamiento y en la guerra, y continuar los esfuerzos para devolver a los soldados desaparecidos.

Con información de The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico