Enlace Judío México e Israel – El representante de Holanda en el Festival de la Canción de Eurovisión en Israel este año, Duncan Laurence con su tema Arcade, se llevó la victoria este sábado en la Expo Tel Aviv con 492 puntos totales en el concurso. Israel sólo logró conseguir 47 puntos y quedó en los últimos lugares de puntuación.

La gran final arrancó con las participaciones musicales de Netta Barzilai y Dana International, ganadoras israelíes de Eurovisión en 2018 y 1998, respectivamente, así como de la primera representante del país ante el evento en 1973, Ilanit.

A continuación, los 26 países concursantes, según el orden del sorteo que les correspondió, dieron lo mejor de sí ante los miles de fans reunidos en la Expo Tel Aviv.

Con predominante lírica en inglés, Malta, Albania, República Checa, Alemania, Rusia, Dinamarca, San Marino, República de Macedonia del Norte, Suecia, Eslovenia, Chipre, Holanda y Grecia desfilaron uno a uno con su mejor actuación antes de que llegara el representante del país anfitrión, el israelí Kobi Marimi.

Pese a su tono melancólico, Home en voz de Marimi desató los gritos de emoción entre el público durante la solemne interpretación, y en un momento icónico luego de agradecer al público tras concluir su participación, rompió a llorar entre fuertes aplausos y vítores.

Previo al inicio de la gran final, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, deseó suerte a Marimi en una comunicación vía telefónica que sostuvo con este en vivo a través de la cadena pública Kan, organizadora del evento.

En seguida, y con una variación lírica musical que giró en 5 idiomas además del inglés, continuaron las representaciones de Noruega, Reino Unido, Islandia, Estonia, Bielorrusia, Azerbaiyán, Francia, Italia, Serbia, Suiza, Australia y finalmente España, que cerró con una movida y colorida canción en español.

Las votaciones para decidir al triunfador de este año comenzaron tras la última de las intepretaciones en el escenario, mientras un recuento de todas las canciones fue presentado al público.

Lanzado el proceso de votación, el austriaco Conchita Wurst, el sueco Måns Zelmerlöw, ganadores de Eurovisión en 2014 y 2015, así como la subcampeona del año pasado, la chipriota Eleni Foureira, llegaron al escenario para continuar con el espectáculo musical.

Con un remix que incluyó Toy de Barzilai, el ucraniano Andriy Myjailovich Danyiko, mejor conocido como Verka Serduchka, segundo lugar de Eurovisión en 2007, siguió con la fiesta sobre el escenario.

En seguida, de manera emotiva y ante el ritmo de palmas de todo el público, Gali Atari, que llevó a Israel a ganar Eurovisión en 1978 con Hallelujah, hizo corear a todos el clásico israelí en compañía de Wurst, Zelmerlöw, Foureira y Serduchka.

Fue entonces que Madonna apareció en el auditorio en compañía de uno de los conductores, Assi Azar, y llamó ganadores a todos los 26 artistas que participaron en la gran final debido al sacrificio que les representó llegar hasta ahí.

Así mismo expresó su opinión de no subestimar la música como un factor para unir a las personas, e instó al público a corear una línea de uno de sus éxitos del año 2000: “Music, makes the people come together, yeah”.

Pero antes del esperado acto de la norteamericana, dos actos musicales más deleitaron la Expo Tel Aviv: el cantante israelí Idan Raichel con una de sus eclécticas obras, en las que sonidos pop y mesorientales se funden de manera vibrante, y de nueva cuenta Barzilai, que saltó al escenario presentando por primera vez en vivo su nuevo single Nana Banana.

La Reina del Pop finalmente subió al escenario en un set rojinegro con el que, parche en el ojo y atuendo lúgubre, presentó la primera de sus dos canciones de la noche, Like a prayer, éxito suyo que este año cumple 30 años de su lanzamiento. En seguida y en compañía del rapero norteamericano Quavo, siguió con la interpretación de Future, obra incluida en su nuevo álbum Madame X.

Durante el acto, una bandera palestina tejida al atuendo de una de sus bailarinas, así como una de Israel en otro más, dio de qué hablar en las redes sociales. Los dos bailarines culminaron por abrazarse y mostrar ambas banderas a la par mientras subían las altas escaleras del set, en un aparente mensaje simbólico de Madonna respecto al conflicto palestino-israelí.

El tradicional lapso de las votaciones por país se tensó con el paso de los minutos, e Izhar Cohen, que llevó a Israel a triunfar en Eurovisión en 1978 y con ello la primera organización del evento en Jerusalén un año después, fue el encargado de dar el voto particular del Estado judío al representante de Holanda.

Suecia y Holanda se disputaron los votos tanto por país como popular hasta el último minuto, pero la tendencia terminó por llevar a la victoria a los neerlandeses.

Barzilai fue la encargada de entregar el premio a Duncan Laurence de Holanda, que se llevó la victoria con un total de 492 votos totales. Israel se llevó solamente 47 puntos totales de la contienda juntando votos por país y por voto popular.

Entre los invitados especiales a la gran final estuvo Sara Netanyahu, la esposa del primer ministro, que acudió en compañía de la primera dama de Guatemala, Patricia Marroquín, de visita oficial en Israel desde hace una semana.

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