Enlace Judío México e Israel – Ante el estancamiento en las negociaciones para formar un gobierno, el partido Likud presentó un proyecto de ley para disolver la Knéset a fin de presionar a los posibles socios de la coalición para llegar a un acuerdo o ir a nuevas elecciones.

El presidente del partido Israel Beitenu, Avigdor Lieberman dijo que respaldaría el proyecto de ley en su primera lectura el lunes por la tarde.

El proyecto de ley requeriría dos votos más antes de que pudieran convocarse nuevas elecciones que posiblemente tendrían lugar en septiembre.

Si el primer ministro Benjamín Netanyahu no logra formar una coalición hasta el miércoles de esta semana, podría convocar a nuevos comicios y así ejercer una disposición legal nunca antes utilizada, dicen los analistas.

Netanyahu convocó este domingo a una reunión con sus aliados políticos para tratar de lograr una coalición y evitar ir a nuevas elecciones, ante el estancamiento en las negociaciones que han puesto en duda un gobierno con mayoría en la Knéset.

En un video publicado en sus cuentas de redes sociales, Netanyahu dijo:”Hago ahora el último esfuerzo para establecer un gobierno de derecha y evitar elecciones innecesarias”.

Al referirse a la disputa de Israel Beitenu y los partidos ultraortodoxos Shas y Yahadut Hatorá, el primer ministro dijo que ha ofrecido a sus posibles socios de la coalición una propuesta para resolver el principal punto de conflicto: los términos de la legislación que regula las exenciones del servicio militar para estudiantes de yeshivá ortodoxos.

“Se basa en los principios establecidos por el ejército y en los datos que el ejército ha determinado”, dijo Netanyahu. “No hay razón para rechazar esta propuesta. Invitaré a todos los líderes de los partidos. Quiero hablar con ellos e intentar juntos evitar ir a elecciones innecesarias”.

Un experto político familiarizado con las conversaciones de la coalición, dijo el domingo que había “un 95 por ciento de posibilidades” de que Netanyahu convoque a nuevas elecciones. Pero agregó: “Esta es la política israelí. Cualquier cosa puede suceder”.

En su reacción al mensaje de Netanyahu, Avigdor Lieberman, presidente del partido Yisrael Beitenu y actor principal en la disputa que amenaza con llevar a Israel a nuevas elecciones, dijo que no tenía intenciones de asistir a la reunión convocada. “Mis puntos son conocidos, no hay nada que discutir”, afirmó, de acuerdo al noticiero del Canal 12 israelí.

En una reunión de ministros del Likud convocada este mismo domingo, Netanyahu anunció a los ministros su intención la intención de promover un movimiento para disolver la Knéset esta semana debido al estancamiento en las conversaciones para formar coalición de gobierno.

Durante la reunión, culpó a Lieberman por no haber logrado un acuerdo con los partidos ultraortoxos. El choque entre ambas partes se centra sobre todo en la ley de reclutamiento de jóvenes religiosos a las FDI.

“Los jaredíes se movieron en dirección a Lieberman”, dijo Netanyahu. “Podemos resolver esta crisis, pero supongo que alguien no quiere hacerlo”.

“Lieberman está buscando cualquier excusa para derribarme. El público nunca lo perdonará si nos lleva a elecciones dos veces en un año”, continuó Netanyahu.

El domingo por la noche, un alto funcionario del Likud dijo que Lieberman era el único líder del partido que se había negado a firmar la propuesta de compromiso de Netanyahu.

“El balón está ahora en la cancha de Lieberman”, dijo el funcionario. “Si él está de acuerdo, habrá un gobierno de derecha incluso esta noche”.

Por su parte, Lieberman sugirió que los legisladores ultraortodoxos podrían abandonar la sesión plenaria de la Knéset durante la votación de la Ley de Alistamiento, “tal como lo hicieron cuando fue aprobada en su primera lectura”durante la Knéset anterior.

En un aparente intento del partido Likud de señalar que está preparado para la posibilidad de que no logre cerrar la brecha entre Lieberman y los partidos ultraortodoxos, el primer ministro ordenó el domingo al diputado del Likud Miki Zohar presentar un proyecto de ley para disolver la Knéset.

La mayor parte de los analistas políticos aún sostienen que Netanyahu logrará persuadir a los cinco partidos (Yahadut Hatorá, Shas, la Unión de Partidos de Derecha, Kulanu e Israel Beitenu) a unirse al Likud, en una coalición de 65 miembros antes de la fecha límite del miércoles.

Si eso no ocurre, y la Knéset no se disuelve, el presidente Reuven Rivlin tendrá que decidir si le pide a otro miembro de la Knéset que forme la próxima coalición. Dado que según las evaluaciones, nadie más podría obtener la mayoría necesaria de 61 escaños, ese escenario también podría conducir a nuevas elecciones meses después de los comicios del 9 de abril.

En caso de que no se logre un acuerdo y se convoquen nuevas elecciones, Netanyahu indicó a los ministros del Likud que su partido se presentará en una lista conjunta con Kulanu de Moshé Kahlon.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico