Enlace Judío México e Israel – La presidenta de la Corte Suprema de Israel, Esther Hayut, criticó los intentos del Primer Ministro Benjamín Netanyahu de limitar el poder de la Corte Suprema.

REVITAL HOVEL

“Hace un año y medio, el primer ministro dijo que se requiere un tribunal fuerte e independiente y aseguró que apoya el diálogo entre las autoridades. ¿Qué ha cambiado? ¿Ha ocurrido algo desde entonces que justifica su alejamiento de estos principios? Creo que no”, expresó Hayut en la Conferencia del Colegio de Abogados en Eilat.

Hayut también condenó las declaraciones de ministros y legisladores contra el sistema judicial, diciendo que existe una gran diferencia entre una conversación respetuosa y “el discurso degradante y sin restricciones que caracterizó la campaña electoral y que continúa durante las negociaciones sobre la formación del gobierno”.

“El estatus del sistema judicial y de los tribunales no es político”, apuntó.

El fiscal general, Avichai Mendelblit, quien recomendó presentar cargos contra Netanyahu en tres casos de corrupción a espera de una audiencia que se celebrará en octubre, hizo eco de las declaraciones de Hayut: “Si efectivamente existe una iniciativa de para limitar el poder de la Corte Suprema, es necesario oponerse”, afirmó.

El Fiscal General Avichai Mendelblit en la Conferencia del Colegio de Abogados, el 27 de mayo de 2019. Foto: Liav Peled

Sin embargo, dijo que no cree que el sistema judicial esté a prueba de cambios y que las cláusulas para restringir su poder se pueden discutir “siempre que los cambios se consideren sin segundas intenciones”.

En respuesta a las acusaciones del partido Likud de que la decisión de presentar cargos contra el primer ministro es resultado de una “persecución política” y una “caza de brujas”, Mendelblit dijo que las afirmaciones “no tienen sentido” y que sólo se preocupa por el Estado de derecho y sólo actúa de acuerdo con “consideraciones profesionales”.

Hayut y Mendelblit se refieren al plan del primer ministro de promover un proyecto de ley de largo alcance que permitiría a la Knéset y a los ministros del gobierno ignorar los fallos de la Corte Suprema de Justicia en asuntos administrativos. Dicha legislación neutralizaría a la Corte, algo que Netanyahu nunca ha apoyado públicamente, al convertir sus decisiones en sugerencias en lugar de resoluciones legalmente vinculantes.

En sus declaraciones sobre la campaña electoral, Hayut criticó, entre otras cosas, el plan de la ministra de Justicia Ayelet Shaked de reformar el sistema judicial al cambiar la forma en que los jueces son asignados a la Corte Suprema y restringir los poderes de la misma. Ella corrió bajo el lema “Shaked gobernará sobre la Corte Suprema”.

Ayelet Shaked en la Conferencia del Colegio de Abogados de Israel, 27 de mayo de 2019. Foto: May Binstock Oron

En respuesta, Shaked dijo: “A aquellos que piensan que cada pequeño cambio en los controles y equilibrios marcan el fin de la democracia les digo, ¡dejen las quejas y acusaciones!”

El jueves, los ex presidentes de la Corte Suprema, Aharon Barak y Dorit Beinisch, criticaron duramente a Netanyahu y las medidas de sus partidarios para evitar que la Corte intervenga en las decisiones de la Knéset.

“Creo que si fuese presidente de la Corte Suprema hoy, consideraría la renuncia. La función principal de la Corte Suprema es proteger la democracia y la Constitución, que no puede cumplirse cuando no cuenta con las herramientas para hacerlo”, dijo Barak al Canal 13 de Israel.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico