Enlace Judío México e Israel.- A pesar de los mejores esfuerzos del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), el turismo israelí ha florecido más allá de cualquier expectativa. Dos túneles en Jerusalén que dan testimonio de la conexión indiscutible de Israel con la tierra y su historia han probado tener gran interés para los turistas del exterior.

EDWIN BLACK

El movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) está diseñado para deslegitimar al Estado de Israel. Su objeto es atacar la identidad misma y legado del país. El futuro de un pueblo no puede ser robado a menos que su historia haya sido borrada. Con eso en mente, el movimiento BDS busca socavar no sólo el turismo israelí en general sino su atracción más grande y significativa – sus raíces religiosas de credos múltiples.

Es cierto que Israel presenta excitación y belleza asombrosa en sus museos y espacios urbanos arquitectónicos, línea costera de vástago a popa, desiertos, cuevas, excursiones en las colinas, viajes por el río, tirolesas, y excursiones en jeep, por no mencionar su vida nocturna. Pero muchas naciones ofrecen museos, montañas, desiertos, y ciudades sobresalientes. Israel posee una atracción turística que ninguna otra nación puede ofrecer, y que es apetecido por personas de todo el mundo: su legado religioso sin rival. Ese legado está tejido inextricablemente dentro de la identidad nacional del país.

Las tres religiones abrahámicas principales están ancladas en Israel.

Los cristianos constituyen la mayoría de los turistas que visitan Israel, muchos en búsquedas religiosas. Hablando generalmente, los peregrinos cristianos están completamente despegados de la dinámica política palestina e israelí. Los turistas cristianos pueden ser vistos en Israel todos los días del año. El 27 de abril del 2019, el Sábado Santo antes del Domingo de Pascuas ortodoxo, unos 10,000 peregrinos cristianos de todo el mundo trataron de apretujarse dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro en la Ciudad Vieja de Jerusalén para el rito de 1,200 años de antigüedad del “Fuego Santo.”

En Ramadán, los musulmanes se agolpan en Jerusalén. En el 2019, en el primer Viernes de Ramadán, 180,000 asistieron pacíficamente a los rezos – un incremento del 50% respecto al 2018. En el 2018, en el último día de Ramadán, unos 200,000 musulmanes se reunieron en la Mezquita Al Aqsa para sus rezos. Los fieles generalmente incluyen a cientos de países árabes e islámicos que carecen de relaciones diplomáticas con Israel. Por ejemplo, hasta una disputa bilateral reciente, a los indonesios se les emitían regularmente visas para visitar Jerusalén.

Durante Pésaj del 2019, unos 750,000 judíos visitaron el Kotel, o Muro Occidental, muchos dejando una pequeña nota a Di-s en los espacios entre las piedras.
Frente a estas intensas conexiones espirituales con Israel, el BDS ha intentado boicotear los Rollos del Mar Muerto, Irlanda ha tratado de penalizar la adquisición de reliquias y recuerdos religiosos de la Vía Dolorosa, e incluso ha surgido una campaña de desinformación casi cómica pero persistente, corolario del BDS, que afirma que nunca existió el Segundo Templo como un edificio judío.

En medio de toda la veneración de Israel como la Tierra Santa y contra la campaña internacional BDS, dos túneles de Jerusalén han surgido como entre las más grandes atracciones de Israel, atrayendo turistas de muchos países. Testificando desde debajo de la tierra, estos túneles manifiestan la conexión indiscutible de Israel con la tierra y su historia.

Más prominentes son los túneles del Muro Occidental o Kotel. Sólo una sección del Kotel de aproximadamente 200 pies está por sobre la tierra. El resto – cerca de 1,600 pies – se encuentra subterráneo y sólo puede ser explorado a través del complejo de túneles. Este testimonio monolítico de la conexión antigua del Judaísmo con la Jerusalén bíblica es revelado en la enormidad de las piedras masivas y sus marcas de cincel reveladoras. Una de tales piedras pesa más de 500 toneladas – una de las más pesadas manejadas en la historia.

Tantos turistas están visitando, que el sitio web oficial del túnel ahora publica en chino, inglés, español, francés, ruso y portugués tanto como hebreo. Los visitantes extranjeros que más visitan el sitio son hispano, franco y ruso-parlantes. En el 2017, unos 320,000 visitantes de todo el planeta visitaron los túneles según la administración de túneles, la cual agrega que el número del 2018 se aproximó a 400,000. Se espera que la cuenta del 2019 marque otro nuevo record.

Todos estos visitantes llegan contra un contexto de agitación contra las visitas oficiales o diplomáticas al Muro, especialmente después de la controvertida Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU en el 2016, la cual declaraba territorio ocupado al Muro. La administración del Presidente Donald Trump rompió ese tabú. El 14 de mayo del 2019, el abogado Alan Dershowitz invitó a todos a unírsele en cometer “un crimen de guerra” visitando el Muro y dejando una nota en las hendiduras.

La segunda gran atracción subterránea es el Túnel de Ezequías, un acueducto subterráneo de aproximadamente 600 yardas en longitud (1,200 codos). Esta longitud se corresponde con la inscripción en la piedra del túnel descubierta en 1880 y ahora residiendo en un museo turco. La asombrosa hazaña de ingeniería fue presumiblemente obra del Rey Ezequías antes de un asedio del rey asirio Senaquerib a finales del siglo VIII A.C., descripta y a la que se alude en muchos pasajes bíblicos. Entre ellos Crónicas 2: 32:2-4, el cual dice, “Cuando Ezequías vio que Senaquerib había llegado y que tenía intención de librar la guerra contra Jerusalén, él consultó con sus funcionarios y personal militar acerca de bloquear el agua de las fuentes fuera de la ciudad, y ellos lo ayudaron. Reunieron a un gran grupo de gente que bloqueó todas las fuentes y la corriente que fluía a través de la tierra. ‘¿Por qué los reyes de Asiria deben llegar y encontrar gran cantidad de agua?’ dijeron.”

Se dice que los excavadores de túneles han comenzado en extremos opuestos, avanzaron unos hacia otros, y, asombrosamente, se encontraron en el medio para formar un conducto y declive perfectos.

Por años, los arqueólogos bíblicos han discutido sobre la fecha exacta del túnel y si fue logrado bajo el reinado de Ezequías u otro rey. Pero para los viajeros, la atracción principal es la caminata mojada hasta los tobillos a través del túnel – y su nexo remachado con la Israel antigua.

A pesar de su conexión drástica con la Israel antigua, ha sido promovido un tabú vigoroso por parte de los críticos internacionales que afirman que el acueducto subterráneo está localizado debajo del vecindario árabe de Wadi Hilweh. No obstante, en el 2017, más de 557,100 visitantes chapotearon a través del pasaje subterráneo. En el 2018, el total saltó a más de 833,000. Con 207,280 visitantes de los túneles en el primer cuarto del 2019, la cuenta a fin de año puede llegar a cerca de un millón. Funcionarios de la Ciudad de David dicen que la mayoría de los visitantes son estadounidenses, pero el número de turistas chinos está aumentando drásticamente.

Es una medida de la turbulencia de Israel que incluso la manifestación arqueológica más drástica de la conexión judía con su patria antigua se ha vuelto un punto de irritación contencioso. Pero como en todos los otros aspectos de su atractivo de viajes internacionales, los túneles bíblicos de Israel están ahora excavados permanentemente en el triunfo del turismo del Estado judío.

 

*Edwin Black es el autor más vendido del New York Times por IBM y el Holocausto y Financiando las Llamas.

 

Fuente: The Begin- Sadat Center for Strategic Studies
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México