Enlace Judío México e Israel – De todas las generaciones, la nuestra tiene el privilegio de retornar a la ciudad de nuestros sueños nacionales.

SIVAN RAHAV MEIR

Hay tres razones para alegrarnos hoy:

En primer lugar, no sólo celebramos la liberación de Jerusalén. También celebramos el rescate de Tel Aviv. Aquellos que estuvieron aquí durante los días previos al estallido de la Guerra de los Seis Días pueden decirnos: la existencia misma del joven Estado de Israel estaba en peligro en 1967. Nuestro país de 19 años no sólo fue rescatado; creció varias veces en tamaño y retornó a las áreas bíblicas de la Tierra de Israel.

Además, es un sueño hecho realidad. Elie Wiesel dijo una vez que Jerusalén conecta a las personas entre sí de una manera misteriosa e inexplicable. “Cuando un judío visita Jerusalén por primera vez, no es la primera vez. Es un retorno a casa”. Una amiga mía que emigró de Etiopía, me contó hace años cómo, de niña en Addis Abeba, cada vez que ella y sus hermanos veían una cigüeña volando en el cielo, le gritaban: “Cigüeña, cigüeña, ¿cómo está Jerusalén?”

Nathan Sharansky dijo una vez que cuando fue condenado de traición contra la “madre Rusia” junto con sus amigos, el tribunal les pidió que resumieran sus argumentos de defensa. Sharansky respondió: “No tengo nada que decirle a esta corte, sino al pueblo de Israel y a mi esposa: el año que viene en Jerusalén”. Estamos viviendo el cumplimiento de una profecía de 2,000 años de antigüedad.

Hoy nos alegramos por la grandeza del desafío, por la gran oportunidad que se nos ha dado en nuestra generación, de todas las generaciones. Nos hemos ganado la lotería, y ahora, ¿qué hacemos con este premio? Nuestra misión es transformar toda esta energía, los antiguos juramentos, anhelos y oraciones de miles de años de antigüedad, en algo práctico, para hacer que la Jerusalén celestial (ירושלים של מעלה) y la Jerusalén terrenal (ירושלים של מטה) se unan, para asegurarse de que este lugar sea una sociedad alternativa para el mundo entero. Estamos en el proceso.

Hana Zemer, editora del periódico Davar (un famoso periódico secular que se cerró en 1996), escribió en el periódico cuando nuestros soldados llegaron al Muro de los Lamentos: “ובא לציון גואל”. La redención ha llegado a Sión. Durante dos mil años, ochenta generaciones, los judíos miraron hacia el Este mientras oraban, en Shajarit, Minjá y Ma’ariv. Miles de años no han borrado la memoria nacional con la que nace un judío, tal como nace con todos sus órganos corporales. Todos los versos bíblicos cobran vida ante nuestros ojos”.

La gente ya no escribe así en los periódicos, y sin embargo, no olvidemos que los tatarabuelos de todos nosotros nunca se imaginaron que mereceríamos pagar el impuesto municipal de Arnona en Jerusalén, que nos atoraríamos en los embotellamientos de la capital de Israel, y también pelearíamos y discutiríamos sobre su carácter.

Hemos tenido la gran fortuna de hacerlo.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico