Enlace Judío México e Israel.- Desde la semana pasada la comunidad entera ha estado trabajando y preparando un festejo muy especial para esta celebración de tanta importancia para todo el pueblo judío: Shavuot.

THELMA KIRSCH

Antes del festejo las niñas de once años iniciaron su preparación para convertirse en Bnei Bat Mitzvot.

Justamente en este día, el día de la entrega de la Torá, cuando nuestras niñas, como parte del pueblo, se comparan con aquellos que salieron sin Ley de Egipto y reciben en Har Sinaí el mayor de los regalos que D-s ha ofrecido a los hombres.

El Rabino Pinchas Ben Mordechai, sacó la Torá del Aaron Hakodesh y explicó a las niñas, paso a paso, lo que contiene, las leyes que deben observarse durante la lectura de la Parashá y todo lo relacionado con los honores y las Mitzvot que deben ser especialmente cuidadas, el cómo se escribe, etc. El acercamiento que tuvieron con la Torá fue de gran nivel e importancia.

¡Una experiencia inolvidable!

Otra de las actividades fue el que las niñas (cómo regalo para la comunidad) arreglaron la Sinagoga con plantas y flores, logrando un lugar festivo y simbólico, además de preparar una canasta con las frutas y los símbolos de la Torá que fue utilizada más tarde durante el Tikun Leil Shavuot, además, ellas fueron las encargadas de entregar el postre (un delicioso pastel de queso) para la cena que prosiguió al rezo.

El Centro Israelita de Monterrey preparó la cena comunitaria a la que acudió gran parte de la comunidad. Luego, se llevaron a cabo pláticas acerca de un tema muy difícil y controversial visto desde diferentes ángulos: religioso, histórico, científico y legal: ¿Por qué las cosas malas suceden a la gente buena?

Más tarde, el Rabino y algunos hombres de la comunidad continuaron con el estudio que es menester llevar a cabo durante la noche de Shavuot.

En el Centro Israelita se prepararon los Kidushim posteriores a los rezos del domingo y del lunes para todos, tanto para aquellos que estuvieron en la Sinagoga escuchando Los Diez Mandamiento y los invitados que llegaron desde fuera de la ciudad o para cualquier socio que desease asistir. Como ya es costumbre, la asistencia fue muy nutrida, la convivencia y las relaciones que surgen de esos momentos son dignos de mencionar.

Y así pasamos un año más celebrando la entrega de la Torá a Moshé en Har Sinaí. Todos en comunidad. Todos en familia.