Enlace Judío México e Israel – El abogado que representa al palestino sospechoso de violar a una niña israelí de 7 años de edad insistió el martes en que su cliente había sido acusado falsamente por el brutal asalto y afirmó que el sentimiento antiárabe impulsaba el caso en su contra, informó el sitio The Times of Israel.

Nashaf Darwish dijo a reporteros en una audiencia en el Tribunal Militar de Judea, en Cisjordania, que la versión de los hechos de la fiscalía “no es congruente” y dijo que confiaba en que los fallos judiciales en los próximos días exonerarían a su cliente.

“Después de revisar los detalles del caso, puedo decirles que el caso se revertirá en los próximos días”, dijo Darwish. “Este es un auténtico caso Dreyfus”, agregó, refiriéndose al fallo judicial de 1894 en el que un capitán del ejército judío francés, Alfred Dreyfus, fue incriminado y condenado falsamente por espionaje, como resultado de un fuerte sentimiento antisemita.

“Puedo decir con total certeza que la gente se sorprenderá con las decisiones [judiciales] que se tomarán en los próximos días”, dijo, y agregó que el verdadero atacante “puede que ni siquiera haya sido palestino”.

El domingo, los fiscales militares acusaron a Mahmud Qadusa, de 46 años, de la aldea de Dir Kadis en Cisjordania, por el secuestro y la violación de la niña originaria de un asentamiento ultraortodoxo a inicios de año. El tribunal ha impedido la revelación de datos de identificación de la víctima.

Según la hoja de cargos, Qadusa trabaja como intendente de mantenimiento en la escuela de la víctima en el asentamiento. Allí conoció a la niña, y supuestamente le regalaba periódicamente dulces. Basándose en gran medida en el testimonio de una niña de 7 años, la Policía no ha podido determinar el día, la semana o incluso el mes exacto en que se produjo la presunta violación. La acusación formal indica que el incidente se desarrolló “entre los meses de febrero y abril”.

Se acusa al sospechoso de pedirle a la niña que lo acompañara a una casa cerca de la escuela. Cuando ella se negó, Qadusa presuntamente arrastró a la niña que lloraba a la casa contra su voluntad, decía la acusación.

Al comentar sobre la acusación, Darwish dijo a los reporteros que “no hay duda de la gravedad del asunto tal como se describe en los documentos judiciales”. Sin embargo, agregó: “Simplemente no veo cómo pudo haber tomado a una niña de su escuela en medio del día, acompañarla a un edificio de apartamentos distante, sin que nadie diga nada o se dé cuenta de que están juntos”.

La casa en cuestión está ubicada aproximadamente a un kilómetro de distancia de la escuela de la que supuestamente fue arrastrada.

Al llegar a la casa, según la acusación, el sospechoso inmovilizó a la víctima con la ayuda de dos amigos, que también conocían a la niña, se quitó la ropa y la violó, mientras que los demás la sujetaron y se echaron a reír.

“He visto la acusación y no se discute la gravedad del asunto como se describe en los documentos judiciales”, dijo Darwish, señalando que su cliente no tiene antecedentes penales.

En una audiencia a principios de este mes, antes de que se presentara la acusación contra Qadusa, un representante de la Policía le dijo al Tribunal Militar de Judea que la violación había ocurrido en la casa del sospechoso y que especificaba el día y la hora. Un residente de la ciudad ultraortodoxa confirmó el paradero de Qadusa y le dijo a la policía que había contratado a Qadusa para hacer trabajos de construcción en un apartamento de su propiedad.

En la siguiente audiencia, cuando se presentó la acusación, la policía había actualizado sus datos para indicar que la violación se había producido en el apartamento donde Qadusa había sido contratada para trabajar, y no en su casa en Dir Kadis, como se había dicho inicialmente, y además dijo: que el momento exacto del asalto era desconocido.

Darwish dijo que la policía no ha podido localizar a ningún testigo ocular, incluidos los dos asaltantes mencionados en la acusación, para corroborar la historia de la niña.

Mientras que un oficial de policía dijo el lunes que el asalto no parecía haber sido motivado por razones nacionalistas, un número creciente de políticos de derecha ha estado pidiendo que sea tratado como un ataque nacionalista, y como tal con trasfondo terrorista. Algunos legisladores, incluido el jefe de Yisrael Beitenu, Avigdor Liberman y el ministro de Transporte, Bezalel Smotrich, exigieron la ejecución de Qadusa.

El abogado del sospechoso aremetió a los legisladores por la retórica que han empleado contra su cliente. “¿Solo porque es árabe, no merece la presunción de inocencia?”, dijo.

Dawish le dijo a la cadena ​​pública Kan que uno de los investigadores que interrogó a la víctima había dicho que no era posible determinar la confiabilidad del testimonio de la niña de siete años.

“Es posible que la identificación de la víctima [del acusado] haya sido influenciada por las conversaciones que la familia tuvo con la niña antes de que la Policía entrara en escena”, dijo Darwish al investigador que había escrito.

El jefe de la unidad de investigaciones de la Policía, Gadi Siso, se hizo cargo personalmente de la investigación debido a la naturaleza sensible del caso, informó el martes el sitio web de noticias Ynet.

A pesar de la finalización de la investigación y la presentación de una acusación, Siso instruyó a un equipo especial de investigadores para reexaminar el caso, y estaba programado para celebrar una audiencia especial para hablar sobre sospechosos adicionales en el caso que aún no han sido rastreados.

Según Kan, los funcionarios superiores del Ministerio de Educación y los responsables del manejo de casos de agresión sexual en escuelas ultraortodoxas solo se enteraron del incidente el domingo por la noche, cuando se informó por primera vez en las noticias.

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