Enlace Judío México e Israel – El presidente del partido Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, anunció que después de las elecciones del 17 de septiembre forzará una coalición de “emergencia” con el Likud y Kajol Laván para impedir que los partidos ultraortodoxos ingresen al gobierno.

“Impondremos un gobierno con los partidos Likud y Kajol Laván, será un gobierno de emergencia, un gobierno nacional liberal. Haremos todo lo posible para bloquear a los ultraortodoxos; no permitirles que entren en el gobierno”, dijo en una entrevista al Canal 13 de Israel.

Lieberman, quien con los cinco escaños de su partido impidió que el primer ministro Benjamín Netanyahu forme una coalición tras los comicios del 9 de abril, pretende volver a ser un gran “hacedor de reyes” en septiembre. Su llamado a un gobierno de emergencia con el Likud y Kajol Laván equivale a una demanda de un gobierno sin Netanyahu, ya que Kajol Laván, bajo su líder Benny Gantz, ha dicho que no se unirá a una coalición con Netanyahu, que enfrenta una acusación, en espera de una audiencia, en tres casos de corrupción.

A pregunta expresa si volvería a recomendar a Netanyahu como primer ministro, recomendaría a otro candidato o buscaría convertirse en primer ministro, Lieberman no se comprometió. Pero especificó que Israel Beitenu “se había comprometido con una agenda” que no encajaba en la coalición que Netanyahu buscaba construir. Israel Beytenu, dijo secamente, no había “coronado” a Netanyahu “de por vida”.

Más tarde, en una publicación de Facebook, agregó que “el representante del partido que obtenga la mayoría de los escaños será el candidato para formar un gobierno”.

“Netanyahu está tratando de centrar la campaña en quién será el primer ministro”, dijo Lieberman en la entrevista. “Creo que la pregunta más crítica es qué tipo de gobierno se formará”.

Una coalición del Likud, Kajol Laván e Israel Beitenu, sin los ultraortodoxos, representaría la voluntad de “la mayoría absoluta de los ciudadanos de Israel”. También descartó una coalición con la participación del líder de la extrema derecha Itamar Ben-Gvir.

Dijo que esperaba que Israel Beitenu obtuviera suficientes escaños en septiembre para imponer tal coalición. Dijo que había escuchado a los líderes ultraortodoxos decir que se negarían a sentarse en un gobierno con él, y lo aceptó. “Me han convencido. Lo que se requiere es un gobierno sin los ultraortodoxos”, puntualizó. Se refirió a su viejo amigo Aryeh Deri, líder del partido ultraortodoxo Shas, como “mi antiguo amigo” y se quejó de que mientras Israel enfrenta actualmente una crisis presupuestaria, “el único lugar donde no planean recortar es la financiación para las yeshivas ultraortodoxas”.

El partido Likud respondió a Lieberman: “Ahora está todo claro – Lieberman dice explícitamente que está dispuesto a unirse a Gantz y Lapid, y forzar un gobierno de izquierda. Aquel que quiere un gobierno de derecha debe votar sólo por el partido Likud, encabezado por Netanyahu”.

El partido Kajol Laván de Gantz también emitió una declaración: “Mejor tarde que nunca. Si Lieberman hubiese llegado a esta conclusión antes de que él y su partido votaran por la dispersión de la Knéset, habrían evitado elecciones innecesarias para el pueblo de Israel”.

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